Al menos 18 personas han muerto durante los ataques efectuados por las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido de Sudán (RSF) en el estado de Gezira como parte de una campaña de represalias contra la población tras la «deserción» de su comandante local en la lucha contra el Ejército sudanés.
El abandono del comandante Abú Aqla Kikil ha desatado una serie de ataques paramilitares por todo el estado, denuncian activistas, que han dejado más de 200 muertos en las últimas dos semanas, y un verdadero espectro de atrocidades denunciadas este viernes por el secretario general de la ONU, António Guterres.
La asociación civil Conferencia de Gezira ha denunciado ataques en las poblaciones de Al Faj Al Bashir (ocho muertos el jueves), Uad al Fadl (seis muertos) y Al Fawla al Afsa y Al Nasrab (dos muertos en cada localidad).
La Conferencia de Gezira denuncia una «campaña sistemática de genocidio y desplazamiento forzado» en el estado y exige a la comunidad internacional que intervenga inmediatamente.
Por su parte, y en el comunicado de este viernes, Guterres ha condenado estos ataques de las RSF y se declara «horrorizado» por los «enormes números de bajas civiles, detenidos o desplazados» así como por las informaciones de casos de abusos sexuales contra mujeres y niñas, saqueos y otras violaciones del Derecho Internacional Humanitario.