El Día de Muertos es una de las festividades más importantes en México. Por su parte, los alebrijes ganaron un papel significativo en esta tradición, que se celebra cada 1° y 2 de noviembre para honrar a los seres queridos que fallecieron. Estos seres imaginarios se presentan como coloridas esculturas que combinan partes de animales reales y fantásticos en una sola figura.
Originalmente creados como una forma de artesanía mexicana, los alebrijes son considerados símbolos de protección en el contexto del Día de Muertos y, en algunas culturas, se perciben como guías espirituales que acompañan a las almas en su regreso al mundo de los vivos.
¿Cuál es el origen de los alebrijes?
De acuerdo con la Secretaria de Cultura de México, la creación de los alebrijes se atribuye a Pedro Linares, un artesano cartonero de la Ciudad de México que dio vida a estos seres en la década de 1930. Según la historia, este hombre, en medio de una fiebre alta, experimentó un sueño o delirio en el que vio figuras de animales combinados que pronunciaban la palabra “alebrijes”. Tras recuperarse, decidió recrear las imágenes que había visualizado, creando las primeras esculturas con técnicas de cartonería.
Estas figuras, que él modeló inicialmente, tenían una altura de alrededor de 40 centímetros y representaban animales que combinaban elementos de distintos seres. Rápidamente, otros artesanos comenzaron a replicar y reinterpretar las figuras, incorporando su creatividad y estilo propio. Hoy, estas esculturas están elaboradas principalmente de papel y cartón, aunque en algunos lugares, como Oaxaca
Significado y simbolismo de los alebrijes en el Día de Muertos
Aunque los alebrijes no fueron creados originalmente como elementos de la festividad de Día de Muertos, con el tiempo se han integrado a la tradición mexicana. Esta celebración es un momento en el que se cree que las almas de los fallecidos regresan al mundo de los vivos. Los altares se adornan con elementos como la flor de cempasúchil, calaveras de azúcar y fotografías, cada uno con un significado particular.
Las esculturas fantásticas se convirtieron en un elemento simbólico más de las ofrendas, donde se cree que representan guías espirituales que ayudan a las almas de los difuntos a encontrar el camino de regreso al mundo de los vivos. Este simbolismo está asociado con el concepto mesoamericano del “nahual”, que en la cultura zapoteca y otras tradiciones indígenas representa al espíritu animal o protector que acompaña a cada persona desde su nacimiento.
Además de su rol como guías, los alebrijes se consideran amuletos que ahuyentan a los malos espíritus. Según AD Magazine, en los altares, estos seres coloridos actúan como protectores que ayudan a mantener la armonía y el respeto en el encuentro entre el mundo de los vivos y el de los muertos.
Cada año, en el Museo de Arte Popular en la Ciudad de México, se organiza un desfile de alebrijes inmensos. Allí, diferentes artesanos presentan sus interpretaciones de estos seres en figuras de gran tamaño. Algunos llegan a superar los tres metros de altura. Este desfile, que se celebra desde 2007, ha ayudado a consolidarlos como parte importante de la cultura y arte popular mexicana.
El reconocimiento internacional de estas figuras se incrementó en las últimas décadas gracias a su aparición en distintas plataformas culturales y artísticas. Ejemplo de esto es la película animada Coco de Disney Pixar, donde los animales fantásticos tienen un papel fundamental como guías espirituales en el mundo de los muertos. Este filme acercó el simbolismo de los alebrijes y del Día de Muertos a una audiencia global.