Jerusalén, 1 nov (EFE).- El número de fallecidos durante una incursión militar israelí en Tulkarem, en el norte de Cisjordania ocupada, aumentó a última hora de ayer a cuatro, tras la infiltración de una unidad de las fuerzas especiales israelíes en el campamento de Tulkarem y del ataque de un dron en el de Nur Shams.

El cuarto fallecido ha sido identificado como Mutasem Abu Aisha, según fuentes locales, y a diferencia de los otros, no ha sido reivindicado como miliciano de ninguno de los grupos armados que se enfrentan cada semana a las tropas israelíes en sus incursiones en territorio ocupado.

"(Los milicianos) Abd al Aziz Abu Saman y Ahmad Essam Fahmaui eran conocidos agentes de la zona de Nur Shams y habían participado en anteriores ataques con disparos y explosivos", detalló este viernes un comunicado castrense sobre dos de los muertos en el ataque de un dron -de tan solo 22 y 18 años, respectivamente, según Sanidad- y miembros de las Brigadas de Al Quds de la Yihad Islámica.

Además, de acuerdo con el Ejército, también fueron desmantelados dispositivos explosivos bajo las carreteras y otros milicianos fueron "alcanzados durante combates cuerpo a cuerpo en la zona".

Una unidad de las fuerzas especiales israelíes, usando un vehículo civil, se infiltró el miércoles por la noche en el colindante campamento de Tulkarem, donde mataron a disparos en un supermercado a Hussam Bassam Yousef Malah, de 30 años, y uno de los líderes de Hamás en este campamento.

La organización islamista Hamás, por su parte, lamentó en un comunicado la muerte de Malah, reivindicándolo como comandante de las Brigadas Al Qasam, su brazo armado.

La agencia palestina Wafa señaló que un "gran número" de vehículos de las fuerzas israelíes, acompañados de tres excavadoras, entraron en Tulkarem al alba y procedieron a imponer "un estrecho cerco" a su campamento de refugiados de Nur Shams, donde también se encuentra una oficina de la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) que fue destruida durante la incursión.

Según el comisionado de la UNRWA, Philippe Lazzarini, fueron las excavadoras y fuerzas israelíes quienes dejaron inservibles la oficina, que prestaba servicios básicos a más de 14.000 refugiados en el campamento, incluidos educación, sanidad, saneamiento y protección social.

"Una vez más, las instalaciones de las Naciones Unidas están siendo sistemáticamente maltratadas, cuando deben ser protegidas en todo momento, incluso en tiempos de conflicto", denunció Lazzarini a medianoche en X.

Por su parte, el Ejército israelí dijo que fueron los milicianos quienes probablemente dañaron el edificio, tras colocar "explosivos en las proximidades" que luego fueron detonados en un intento de dañar a los soldados.

Cisjordania ocupada vive su mayor espiral de violencia desde hace dos décadas, y en lo que va de 2024, más de 420 palestinos han muerto en el territorio por fuego israelí, la mayoría milicianos de los campamentos de refugiados, pero también civiles, incluidos al menos 69 menores, según un recuento de EFE.

Del lado israelí han muerto este año 39 personas: 16 uniformados y 23 civiles, al menos nueve de ellos colonos. La mayoría en ataques perpetrados por palestinos, pero al menos cuatro soldados durante incursiones militares en Cisjordania ocupada.