El precio promedio de la soja en abril de 2024 fue de 390 dólares por tonelada.

No sólo el blanqueo, por el que ingresaron al sistema unos USD 18.000 millones hasta el momento según se informó oficialmente, aportó a la calma financiera de los últimos meses. El campo hizo lo propio este mes, con un volumen de liquidación a niveles récord de octubre de 2021. Igual que ese año, que marcó un pico en el ingreso de divisas por parte del agro ante los altos precios internacionales de las commodities, el campo liquidó USD 2.400 millones en las últimas semanas, el doble de lo ingresado en 2022 y más de tres veces lo liquidado el año pasado, cuando apenas ingresaron USD 743 millones. El efecto del blanqueo en el mercado financiero tuvo un efecto que retroalimentó la oferta de divisas, al tiempo que la demanda se mantuvo por demás estable.

Actualizando las cifras de la cámara de los exportadores de aceite y cereales CIARA-CEC, en el acumulado del año, el campo lleva ingresados en los primeros 10 meses del año unos USD 21.000 millones, lo que permite aventurar una suba de al menos 25% respecto del año pasado para fin de diciembre. “A una rueda de terminar el mes, el agro liquidó USD 2.400 millones en octubre. Nada mal”, compartió el analista Salvador Vitelli.

La aceleración del ritmo de liquidación fue, junto con la expansión del crédito bancario en moneda dura, producto a su vez de la suba de los depósitos en dólares por el blanqueo, uno de los factores clave que permitirá al Banco Central cerrar el mes con un saldo positivo récord en materia de compra de divisas.

Tras las presiones de mediados de año cuando, ante la falta de compra de dólares por parte de la autoridad monetaria y las turbulencias financieras que pusieron en duda la capacidad oficial de sostener el ritmo de devaluación mensual en 2%, el campo parece haber comenzado a desprenderse de los granos retenidos, resignado también a que no se producirá en el corto plazo una baja de las retenciones. De hecho, hacia fines de julio y principios de agosto, desde el sector exportador garantizaban al ministro de Economía, Luis Caputo, el ingreso de unos USD 5.000 millones si se producía una baja de los derechos de exportación. El funcionario se negó una y otra vez a adoptar la medida, lo mismo que a modificar el tipo de cambio más allá del ya establecido “dólar blend”. Aun así, entre septiembre y octubre ese monto ingresó de todos modos.

Un factor resulta determinante para ese cambio de estrategia por parte del sector agropecuario. Ante el impulso a la baja que produjo el inicio del blanqueo en la cotización del dólar, la brecha cambiaria comenzó a comprimirse cada vez a tal punto que la diferencia entre el tipo de cambio oficial y el tipo de cambio exportador (el resultante de liquidar 20% vía contado con liquidación y el resto al oficial) es de apenas 3,4%, lo que hace prevenir a los productores respecto del fin de esta modalidad. De hecho, es una de las medidas que exige el Fondo Monetario en el marco de las negociaciones por un nuevo acuerdo y todo indica que, en las condiciones actuales, no existen fundamentos para que el Banco Central “ceda” una quinta parte de los dólares con los que podría contar para alimentar el mercado cambiario.

Eso del lado de la oferta de divisas. Del lado de la demanda, también la baja presión de los importadores por acceder al mercado de cambios oficial a pesar del acortamiento de los plazos para los pagos influyó en un saldo positivo también récord para el mes de USD 1.530 millones.