La capital colombiana nuevamente está de luto, luego de que el pasado lunes se conociera de otro brutal crimen en contra de menores de edad, donde las nuevas víctimas fueron Susan Beltrán Ramírez
de 7 años de edad y Santy Steban Beltrán Ramírez de 4 años, quienes fueron ultimados con arma blanca por su propio padre, Darwin Felipe Beltrán.
Ante este nuevo hecho de violencia en contra de niñas, niños y adolescentes, durante la noche del martes 29 de octubre la comunidad del barrio Las Ferias, de la localidad de Engativá, en el occidente de Bogotá, le rindieron un sentido homenaje con una velatón y una misa en el parque principal de ese sector en el que ocurrió esa nueva tragedia.
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“Hoy las luces de cientos de velas iluminaron la noche en conmemoración de Santy y Susan (…) Junto a @GobiernoBTA, @SeguridadBOG, @Educacionbogota, @PoliciaBogota, @secredistmujer, y @MinInterior acompañaron a más de 100 personas que se concentraron en el parque principal para brindar su solidaridad y apoyo a la familia de estas víctimas de la violencia intrafamiliar (sic)”, publicaron en la cuenta oficial de X de la alcaldía local de Engativá.
“Ni un niño más”, decían al unísono vecinos y allegados de la madre de los niños y habitantes del barrio, que además de expresar su rechazo por este demencial hecho, exigieron también que le caiga todo el peso de la ley al criminal que les quitó la vida a los dos pequeños.
“No más violencia, ni niños muertos. No queremos seguir viendo estas noticias, como también le pasó a la niña Sofía Delgado. Alzamos la voz porque no queremos que la próxima sea yo o alguno de los que estamos aquí”, dijo una de las asistentes en Noticias Caracol.
Y es que la consternación e indignación continúa en ese tradicional barrio del occidente de Bogotá, donde la comunidad reiteró su llamado a que cese la violencia en contra de los menores de edad en el país.
“Los problemas entre adultos se resuelven entre ellos, los niños no son un instrumento o una herramienta para generar venganza entre los adultos porque esto fue lo que quedó evidenciado acá”, afirmó otro de los asistentes al evento.
El perfil de la ‘bestia’
Con el pasar de las horas, tras conocerse del crimen se identificó plenamente al señalado asesino como Darwin Felipe Beltrán, de 31 años de edad, que al parecer era un consumidor problemático de estupefacientes, así como padecía trastornos psiquiátricos y tenía antecedentes penales.
Según establecieron en la emisora Blu Radio, el señalado criminal le aparecían anotaciones judiciales por hurto, receptación y violencia intrafamiliar. Incluso algunos residentes de la zona en que se ubica la vivienda en la que residían los niños con su progenitora señalaron que el presunto infanticida consumía sustancias psicoactivas y vivía bajo un estrés constante.
“Estuvo un tiempo en las drogas. Decía que muchas veces se desordenaba por sus situación económica”, aseguró una de las vecinas.
Mientras que en el periódico El Tiempo indicaron que Beltrán sufría problemas mentales, por lo que estaba recibiendo un tratamiento psiquiátrico, no obstante, el día de la tragedia no asistió a la nueva cita médica que tenía por ese supuesto “trastorno”.
Entre tanto en Noticias Caracol detallaron que la madre de los pequeños había iniciado un proceso de separación con Beltrán semanas antes, y de acuerdo con el informe preliminar de la Policía, tuvo la desfachatez de justificar el asesinato como una retaliación por una supuesta infidelidad de la progenitora.
A pesar de que las cifras de Medicina Legal muestran una disminución general en los homicidios de menores de edad en Colombia, con corte a agosto de este año, se evidencia un aumento preocupante del 19 % en los asesinatos de niños y niñas entre los 6 y 11 años.