- Un hombre de 84 años falleció y su esposa fue rescatada con heridas.
- Tres hombres siguen desaparecidos; el operativo de rescate continúa.
- Se investiga a responsables por obras ilegales en el edificio.
Lo esencial: un derrumbe en el Apart Hotel Dubrovnik de Villa Gesell cobró la vida de Federico César Ciocchini, de 84 años, mientras que su esposa fue rescatada y está hospitalizada. Tres personas siguen desaparecidas, y las autoridades aseguran que el edificio, cuya parte trasera colapsó, estaba en obras no autorizadas. La Municipalidad de Villa Gesell confirmó que se habían realizado intervenciones ilegales en la estructura. La fiscal Verónica Zamboni ordenó la detención del capataz y tres obreros que habrían escapado antes del derrumbe. El operativo de búsqueda sigue con perros, drones térmicos y grúas para remover los escombros.
Por qué importa: la tragedia subraya riesgos de construcciones no autorizadas y cuestiona la seguridad de edificaciones en zonas turísticas. La respuesta rápida y la tecnología en el rescate reflejan esfuerzos para salvar vidas en situaciones extremas.
El derrumbe del edificio de 10 pisos en donde funcionaba el Apart Hotel Dubrovnik, en la Avenida 1 del centro de Villa Gesell, mantiene en vilo a las autoridades luego de que se confirmara la muerte de un jubilado de 84 y el rescate de su esposa de 79 años. Sin embargo, la preocupación se mantiene latente, debido a que hay, por lo menos, tres hombres desaparecidos que se hospedaban en el lugar al momento de los hechos. Cómo continuará el operativo de búsqueda entre los escombros y quiénes son las personas que la Justicia ordenó detener.
Hasta el momento, se constató que el desplome de la edificación sucedió cerca de las 00:50 horas, pero no fue hasta las 09:30 horas que los brigadistas confirmaron la muerte de Federico César Ciocchini, un hombre oriundo de Balcarce y que había dedicado su vida al arte. Al mismo tiempo, su esposa, María Josefa Bonazza, fue rescatada de los escombros y derivada de urgencia al Hospital de Mar del Plata, en donde permanece internada. El último parte médico sobre el estado de la salud de la mujer apodada “Pelusa”, indicó que “se encuentra compensada”, aunque presentaba fracturas en el hombro izquierdo y la muñeca derecha.
Según confirmaron fuentes de la investigación a Infobae, aun no hay cifras oficiales respecto de cuántas serían las personas que podrían encontrarse debajo de los escombros. No obstante, la fiscal Verónica Zamboni logró identificar a tres hombres de 25, 27 y 46 años llamados José Stefanic, oriundo de Villa Gesell; Matías Chaspman, de la localidad de Batán; y Mariano Troiano, de Mar del Plata.
En el caso de Troiano, se conoció que se dedicaba a la plomería y que había viajado a la ciudad costera hace dos semanas para realizar obras de refacción en el hotel. “Fue a modificar duchas, baños, y hacer arreglos estéticos de plomería”, contó su hija, Karen Troiano, al confirmar que dormía en el hotel para no atrasar la obra. Durante una charla con La Nación+, la joven reveló que “la arquitecta le recomendó que se ponga un seguro de vida, eso me pareció bastante raro porque nunca había solicitado esto para una obra”.
A lo largo de la jornada, Silvana, la madre de Nahuel, un joven que podría haber quedado sepultado bajo los escombros se presentó en la zona para reclamar por su rescate. Según el diálogo que mantuvo con TN, la mujer relató que el hombre trabajaba como cocinero en un restaurante y que era sobrino de la dueña del lugar. “Mi hijo había ingresado media hora antes de que se cayera, había salido a pescar”, contó.
“Quiero sacar a mi hijo, quiero sacar a mi flaco de ahí”, manifestó al denunciar que no la dejaban ingresar en la zona donde se encontraban los escombros. “Me preocupa, porque pasa el tiempo. Hay milagros, creo en Dios, quiero a mi hijo vivo, lo quiero entero”, reclamó.
No obstante, por los testimonios de los vecinos de la zona se estipuló que habría entre 7 a 9 personas hospedadas en el hotel al momento del derrumbe. Además, los investigadores buscarían a dos albañiles y a un carpintero que fueron contratados para trabajar en el lugar, según la información que brindaron los cuatro detenidos por la causa que será investigada como un estrago culposo.
El delito de estrago culposo está descripto en el artículo 189 del Código Penal, que establece que “será reprimido con prisión de un mes a un año, el que, por imprudencia o negligencia, por impericia en su arte o profesión o por inobservancia de los reglamentos u ordenanzas, causare un incendio u otros estragos”, asegura la norma.
Quiénes son los detenidos y la inhabilitación municipal que prohibía las obras en el hotel
Los demorados fueron identificados como el capataz de la obra y tres obreros que fueron detenidos por la Policía Bonaerense luego de que escaparan del edificio antes de que se produjera el derrumbe. Aparentemente, los sospechosos habría detectados los crujidos previos a que se derrumbara la estructura y lograron abandonar el edificio antes de que se produjera la tragedia.
La fiscal planea ordenar la detención de los mismos, mientras que inició averiguaciones paralelas por sobre dos arquitectos que se encontraban vinculados a la obra. Asimismo, señalaron que podría agravarse la figura legal al sumarse el dolo, si llegara a constatarse que hubo omisión respecto al peligro de muerte o muerte que pudiera provocarle a alguna persona.
Un detalle que será crucial para determinar cómo continuará el proceso judicial contra los responsables fue aportado por la Municipalidad de Villa Gesell, quienes denunciaron que las obras que realizaban en el establecimiento no contaban con autorización y que incluso los propietarios del hotel fueron intimados para que desistieran de las mismas. “En estos momentos, si bien no se puede hablar con exactitud sobre los detalles del derrumbe, sí se puede afirmar que en la parte colapsada (la parte trasera) se habría estado modificando la estructura en forma ilegal e irregular”, indicaron las autoridades.
“El pasado 20 de agosto de 2024, la Municipalidad, a través de la Dirección de Edificios Privados y Espacios Públicos, detecta y paraliza trabajos que se estaban realizando en el interior de la propiedad, sin contar con la debida autorización municipal. Posteriormente a la intimación, los propietarios solicitan mediante un aviso de obra la autorización únicamente de las siguientes tareas: cambio de carpinterías, cambios de revestimientos de pisos, pintura interior, cambio de revestimiento de baños y retiro de mesadas”, agregaron.
Por su parte, el director de inspecciones de edificios privados y espacios públicos de Villa Gesell, Nicolás Valdez, remarcó que no contaban con autorización municipal y que frenó la obra porque habían detectado volquetes en la puerta. De igual forma, reconoció que que sí tenían un permiso, pero para “recambio de aberturas, pisos y revestimientos de baño en planta baja”, según enumeró en La Nación+.
“Es pronto para tener una hipótesis, pero uno podría inferir que hubo una pérdida de estabilidad del conjunto estructural. Es decir que en algún punto un elemento de la estructura haya sido retirado o afectado de alguna manera en la cual se desequilibró y colapsó”, evaluó al señalar que también habían retocado una loza para agregar un ascensor en el edificio.
Cómo continuará el protocolo de rescate entre los escombros del edificio
Luego de una jornada de búsqueda exhaustiva, las autoridades confirmaron que el operativo continuará durante toda la noche. Para esto, se instalaron 10 torres de iluminación en la zona, con el objetivo de garantizar la visibilidad y la seguridad de las más de 350 personas, entre socorristas, bomberos voluntarios, expertos en estructuras colapsadas y personal de comunicación y logística que fueron convocados para las tareas, según confirmó el director provincial de Defensa Civil, Fabián García, durante un diálogo con este medio.
Entre la maquinaria especializada que se envío al lugar, se encuentra una grúa de gran tamaño que será vital para retirar las estructuras y escombros pesados. De la misma manera, para la localización de las víctimas, los rescatistas se apoyarán en los perros rastreadores y un dron Matrix 500 que cuenta con cámaras térmicas capaces de identificar puntos de calor, es decir, que pudieran detectar a los sobrevivientes.
De hecho, los canes que trabajaron en la zona delimitaron un sector que ya fue priorizado por las autoridades y en donde se concentraron en despejar la misma de los escombros. Según planteó el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Javier Alonso, se habría detectado movimiento hacia unos siete u ocho metros hacia abajo.
“Esa señal puede ser una persona que se esté moviendo o una canilla que esté goteando”, recalcó el titular de la cartera provincial durante un diálogo con C5N. Asimismo, remarcó que “la experiencia nos muestra que hubo personas que sobrevivieron hasta una semana, y nosotros nos tenemos que aferrar a esa esperanza”.
En las últimas horas también se sumaron dos equipos especializados de la Policía Federal Argentina (PFA) coordinados por el Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo, y se instalaron carpas de apoyo logístico para los rescatistas, con cocinas y espacios de descanso para que los rescatistas puedan operar en turnos a lo largo de los próximos días.
Por otro lado, se pidió mantener el silencio en la zona de búsqueda, debido a que los brigadistas monitorean el lugar en busca que dar con algún quejido, ruido de movimiento y también se profundizó la localización de las personas desaparecidas por medio de llamadas a sus celulares, debido a que el sonido de los dispositivos podría funcionar como guía para dar con su paradero.