La Asociación Trabajadores del Estado (ATE), uno de los dos gremios más numerosos de la administración pública, activó hoy un paro sectorial de 36 horas que contempló una movilización al Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, a cargo de Federico Sturzenegger, a quien el gremio identifica como el cerebro de los recortes y el ajuste en el Estado.
La medida de fuerza, que fue en reclamo de reabrir la paritaria y en rechazo a los despidos en el área, comenzó a las 12 con la marcha hasta el ministerio, en Roque Sáenz Peña 788, y continuará durante el miércoles 30, en adhesión al paro nacional de los gremios del transporte.
Rodolfo Aguiar, jefe nacional de ATE, se puso al frente del reclamo y adoptó una postura más combativa que Andrés Rodríguez, su par de UPCN, el gremio mayoritario en la administración pública nacional. Aguiar, de hecho, se incorporó al grupo de gremialistas que reunió Pablo Moyano la semana pasada para darle más músculo a la protesta de transportistas de mañana y proyectar un reclamo conjunto antes del fin de año.
“En el Estado hay sindicalistas que militan la resignación y el miedo en los sectores de trabajo. Destruyen nuestros salarios, nos echan como perros, quieren vender todos los inmuebles del Estado, ¿cuándo van a parar si no paran ahora? ¿Cuándo van a marchar si no marchan ahora?”, apuntó Aguiar en un mensaje que en el ajedrez interno se interpretó como dirigido al jefe de UPCN.
ATE es el gremio estatal con mayor presencia territorial: cuenta con casi 255.000 afiliados y se jacta de tener el poder para afectar el normal funcionamiento de hospitales y de 830 municipios. Sin embargo, en la administración pública nacional el que tiene más influencia es el de UPCN.
Aguiar sostuvo que los salarios de los trabajadores estatales “ya no alcanzan para garantizar un vida digna” y precisó que las paritarias se ubicaron un 34% debajo de la evolución de los precios en lo que va del año. Además, el dirigente le escribió una carta a Julio Cordero, secretario de Trabajo, con la enumeración de los reclamos, entre los que se destacan el aumento salarial y de jubilaciones por encima de la inflación; la reincorporación de los cesanteados; regularización de las contrataciones en el Estado y el pase a planta permanente de todos los trabajadores; rechazo a las privatizaciones de las empresas públicas; anulación del protocolo anti-movilizaciones, y la anulación del decreto presidencial 70/23.
Según anticiparon fuentes oficiales, el Gobierno evalúa ahora dar un aumento a los estatales de un 3% en dos cuotas, entre noviembre y diciembre.