En un reciente operativo llevado a cabo por la Policía Nacional del Perú, se logró evitar un enfrentamiento sangriento entre las mafias ecuatorianas en la ciudad de Tumbes. La intervención se enmarca en el contexto de una creciente ola de violencia relacionada con organizaciones criminales, particularmente la ‘Mafia 18′, que se ha vuelto notablemente activa en territorio nacional.
La captura de varios sicarios y del líder de esta peligrosa organización, Braulio Vicente Bailón Obando, de 38 años, ha puesto de manifiesto la extensión del narcotráfico y el crimen organizado en la región. Según informes de la policía, la presencia de Braulio en Perú responde a una guerra entre bandas ecuatorianas que buscan controlar rutas de tráfico de drogas y establecerse en un territorio que consideran estratégico.
En imágenes exclusivas obtenidas por Panorama, se puede observar a Braulio, quien, durante su arresto, intentó ocultar su verdadera identidad diciendo: “Yo soy Gabriel Bramán Oriega”. Sin embargo, a lo largo de su interrogatorio, no pudo negar su conexión con la ‘Mafia 18′, una de las bandas más temidas de Guayaquil, que ha estado involucrada en múltiples delitos, incluidos el sicariato y el tráfico de drogas.
Captura y desmantelamiento de una operación criminal
Durante el operativo, la policía interceptó a un grupo de sicarios que se habían refugiado en un hotel de lujo en Tumbes. Este grupo estaba bien armado y equipado con tecnología avanzada, incluyendo drones que usaban para localizar y rastrear a sus objetivos.
Y es que en el hotel, se encontraron armas de fuego, teléfonos celulares y sustancias ilícitas, lo que evidencia la sofisticación de sus operaciones y la seriedad del peligro que representaban.
Mientras era interrogado, Braulio admitió que su vida corría peligro y que había llegado a Perú con la intención de reagruparse y encontrar nuevas oportunidades para su organización, que ha sido señalada como responsable de recientes hechos delictivos en la región.
La llegada de Braulio a Perú no fue casual. Según la policía, su presencia en el país responde a una guerra de mafias ecuatorianas que luchan por el control del narcotráfico en suelo peruano. “Nosotros vamos a cambiar el man”, afirmó un miembro de su grupo al ser detenido, revelando que estaban en una misión para eliminar a rivales en el negocio del crimen.
Su declaración revela el clima de temor y desconfianza que permea las relaciones entre las distintas bandas en Ecuador, donde, según él, estaba siendo perseguido por otros miembros de la mafia.
Reconocimiento y repercusiones del operativo
El éxito de esta operación ha sido reconocido por autoridades y periodistas ecuatorianos, quienes han expresado su agradecimiento a la Policía Nacional del Perú. La captura de Braulio y su grupo de sicarios no solo evitó un posible baño de sangre en Tumbes, sino que también subraya la importancia de la colaboración entre las fuerzas del orden en la lucha contra el crimen organizado.
Se espera que las autoridades peruanas gestionen la deportación de los capturados a Ecuador, donde enfrentarán cargos por una serie de delitos graves cometidos en su país de origen. Esta situación ha colocado a la frontera con Ecuador en un estado de alerta máxima, ya que se prevé que la guerra de mafias que se libra en Ecuador pueda extenderse y afectar la seguridad de la región.
