El candidato por el Frente Amplio, Yamandú Orsi, y el candidato por el Partido Nacional, Álvaro Delgado, definirán en un balotaje la Presidencia de Uruguay, según las primeras proyecciones de las encuestadoras.

La consultora Cifra estima que el Frente Amplio obtendría el 44% de los votos, el Partido Nacional el 27% y el Partido Colorado (cuyo candidato es Andrés Ojeda) el 16%. Identidad Soberana, el Partido Independiente y Cabildo Abierto llegarían al 2%.

Equipos Consultores, en tanto, prevé que el Frente Amplio llegaría el 43,2%, el Partido Nacional al 28% y el Partido Colorado a 15,5%.

Opción Consultores, por su parte, señala que el Frente Amplio obtuvo el 42,3% de los votos; el Partido Nacional el 27,8%; el Partido Colorado, el 16,6%; Cabildo Abierto, 2,4%; Identidad Soberana, 2,3%; y el Partido Independiente, 1,9%.

Simpatizantes del Frente Amplio esperan los resultados durante las elecciones generales en Montevideo, Uruguay, este 27 de octubre de 2024 (REUTERS/Mariana Greif)

La Corte Electoral informó que el 89,1% de los uruguayos acudió a las urnas este domingo en las elecciones nacionales y parlamentarias. Esto equivale a unas 2,2 millones de personas, de las 2,7 millones que estaban habilitadas. En 2019, votó el 90,1% del electorado.

En esta primera instancia, en la que el voto fue secreto y obligatorio, tal como lo marca la Constitución Nacional, once partidos políticos se presentaron en busca de la Presidencia.

Los comicios también definen la conformación del Parlamento para el período 2025-2030. Cada partido presentó sus diferentes listas conformadas por sus candidatos a integrar la Cámara de Senadores (30 miembros) más el vicepresidente de la República) y la Cámara de Diputados (99 miembros).

Además, la votación incluyó la aprobación o el rechazo de dos plebiscitos. Una de las enmiendas constitucionales fue promovida por la central de trabajadores y proponía, entre otros puntos, eliminar los fondos de pensión. La otra iniciativa surgió del oficialismo y se proponía habilitar los allanamientos nocturnos, una medida de seguridad que no está permitida en la Constitución.

Yamandú Orsi (REUTERS/Mariana Greif)

Quién es Yamandú Orsi

Las encuestas advertían que el candidato del Frente Amplio era quien más posibilidades tenía de liderar la intención de votos, aunque sin la esperanza de lograr el mínimo para consagrarse en primera vuelta. Para muchos, es la figura que el ex mandatario José “Pepe” Mujica vio con potencial presidencial y a quien le encomendó la tarea de devolver a la izquierda al cargo, tras la derrota sufrida en 2019 frente a la coalición de centroderecha de Lacalle Pou.

Yamandú Ramón Antonio Orsi Martínez, de 57 años, nació en el departamento de Canelones, el 13 de junio de 1967. Su historial en la política incluye años de militancia y docencia, los primeros de ellos en tiempos de dictadura.

Desde entonces, su interés en la materia solo fue en aumento y, tras la ebullición de 1985, comenzó a militar en el sector Vertiente Artiguista del Frente Amplio e inició sus estudios universitarios en Relaciones Internacionales, que al cabo de un mes sustituyó por el profesorado de historia.

Años más tarde, en 1989, dejó su puesto en la Vertiente para sumarse al Movimiento de Participación Popular (MPP), creado por Mujica y otros ex guerrilleros del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros.

Orsi fue, también, secretario de la Intendencia de Canelones -el segundo departamento más poblado del país- durante dos períodos consecutivos (2015-2020 y 2020-2024) aunque el pasado 1 de marzo renunció a su cargo para lanzarse como precandidato de su partido.

“Estuvo muchos años en Canelones, que es como el muestrario del país en chico… todos los problemas que tiene Uruguay, los tiene”, dijo Mujica antes de conocerse su victoria en las primarias.

En el último tiempo, además de preocuparse por las cuestiones propias de los uruguayos, Orsi también se posicionó como una de las voces más críticas de la dictadura de Nicolás Maduro. Desde el fraude electoral que cometió el 28 de julio, el político ha repetido en diversas oportunidades que “el resultado es muy dudoso y sospechado”, por lo que es evidente que en Venezuela “no hay una dictadura (sino) un régimen autoritario y, si se quiere, una dictadura”.

Álvaro Delgado (REUTERS/Andres Cuenca)

Quién es Álvaro Delgado

El oficialista Partido Nacional depositó toda su confianza en Álvaro Delgado, un veterinario -en los papeles- pero político de carrera, que buscará construir un segundo piso sobre la presidencia de Lacalle Pou.

Delgado nació en Montevideo el 11 de marzo de 1969 y su amor por los animales y la naturaleza lo llevaron a estudiar veterinaria y graduarse de ello en 1995. Sin embargo, el acto de 1983, cuando miles de personas reclamaron el retorno democrático, despertó su interés en la política, que eventualmente pasó a ocupar el lugar principal en su vida.

El 30 de noviembre de 1984, a sus 15 años, asistió a la liberación del líder del PN Wilson Ferreira Aldunate y fue entonces cuando escuchó -según recuerda- sus palabras que lo “marcaron para siempre”. “Tenía algo adentro que hizo que me picara mucho”, asegura.

Desde entonces, inició su camino de militancia que, rápidamente, le abrió paso a cargos políticos. Inicialmente, fue secretario de bancada por el partido y en el 2000, bajo la presidencia Jorge Batle, asumió como inspector general de Trabajo. Su paso por la cartera, sin embargo, no fue tarea fácil dado el contexto de crisis económica, aunque es recordado por su capacidad por tender vínculos con sindicalistas y con el FA.

En 2005, tras la derrota de Luis Alberto Lacalle Herrera, asumió como diputado, donde se desempeñó hasta 2015. A la par, en 2009, fundo juntó al hoy Presidente el sector Aire Fresco, mayoritario en el Partido Nacional.

Durante los tiempos de Covid, se desempeñó como secretario de la Presidencia y mano derecha del mandatario, lo que le permitió perfilarse como su sucesor y el candidato del partido para construir “un segundo piso de transformaciones” en Uruguay.

“Ni un pasito atrás, siempre para adelante”, fue una de las frases que más dijo durante su campaña, que construyó bajo el lema “Uruguay Para Adelante”.

Election staffers prepare to start the vote count during the presidential and legislative elections in Montevideo on October 27, 2024. (Photo by Santiago Mazzarovich / AFP)

Rechazo en los dos plebiscitos

Por otra parte, ni la reforma de la seguridad social que proponía la central sindical única ni la autorización de los allanamientos nocturnos por parte de la policía fueron aprobados en el plebiscito celebrado este domingo en Uruguay.

La modificación del régimen de la seguridad social que había propuesto el Plenario Intersindical de Trabajadores – Convención Nacional de Trabajadores no alcanzó el 50% de los votos que necesitaba para salir adelante, como tampoco la autorización para llevar a cabo registros nocturnos, que según las proyecciones de empresas demoscópicas sólo alcanzó el 39%.

La modificación del régimen de seguridad social que hoy fue sometido a votación se remonta a agosto del año pasado, cuando el gobierno de Luis Lacalle Pou logró que entrara en virgor una ley que elevó la edad de retiro de los 60 a los 65 años y que además permitía que los jubilados pudiesen optar por mantener la actividad laboral. Esto provocó que el movimiento sindical promoviera un plebiscito con el objetivo de modificar la ley y la propia Constitución Nacional. Su objetivo era equiparar la cuantía de las pensiones con el salario mínimo nacional y que se pudiese acceder a la jubilación nuevamente a los 60 años.

Los candidatos a la Presidencia por los partidos de la coalición de Gobierno se mostraron en contra de la iniciativa sindical, mientras que el opositor Frente Amplio (FA) decidió dejarlo a la libre consideración de su electorado, si bien su aspirante presidencial, Yamandú Orsi, se posicionó en contra.

En tanto, la eventual autorización de los allanamientos nocturnos fue iniciativa de los parlamentarios de la coalición oficialista. En este caso, la coalición de Gobierno apoyó la iniciativa, mientras que el Frente Amplio emitió una resolución en la que expresó que la propuesta no era “el mejor camino para solucionar los graves problemas de seguridad”, por lo que no la respaldaría.

(Con información de EFE)