El mundo River es consciente de que dar vuelta el 3-0 recibido en Belo Horizonte ante Atlético Mineiro, en el partido de ida de las semifinales de la Copa Libertadores, es un reto sumamente espinoso (”casi milagroso”, aseveran algunos). Pero si bien el conjunto millonario no está demostrando un buen nivel de juego, también hay otros que sostienen la ilusión por diversos motivos, de cara al desquite del martes. La localía en el Monumental y la figura del técnico Marcelo Gallardo generan entusiasmo. Por lo pronto, en su último desafío antes de viajar a Buenos Aires, el equipo conducido por Gabriel Milito recibió tres goles, la misma cantidad que River necesita para ir, al menos, a los penales.
Como local en el Arena MRV, Atlético Mineiro perdió por 3-1 frente a Inter de Porto Alegre, por la 31° fecha del Brasileirao. Con este resultado, el equipo de Belo Horizonte se ubica en la novena posición del campeonato, con 41 puntos, 23 unidades menos que el líder, Botafogo. El único gol de Mineiro lo anotó el chileno Eduardo Vargas, de penal; el delantero no tuvo minutos ante River.
Vale remarcar que Milito cuidó a la mayoría de los jugadores titulares. Es más, frente a Inter, el único futbolista titular fue el arquero Everson. El delantero Deyverson, la gran figura del martes pasado en Belo Horizonte, autor de dos goles frente a River, estuvo en el banco de los suplentes y no ingresó. Lo mismo ocurrió con el argentino Fausto Vera: ocupó un lugar entre los suplentes pero no actuó frente a los de Porto Alegre. Hulk, el otro atacante de Mineiro, ni siquiera estuvo entre los citados.
El plantel blanquinegro volverá a entrenarse esta tarde en la llamada Ciudad de Galo. Poco después de finalizar la práctica, la delegación partirá hacia Buenos Aires con miras al partido del martes, a las 21.30, en el Monumental ante River.
En las últimas horas, Sergio Coelho, presidente de Atlético Mineiro, se refirió al desquite ante River con prudencia. “Hay un solo equipo blanquinegro en la final, que es Botafogo, ya clasificado [en la ida en Brasil goleó 5-0 a Peñarol]. Entiendo que ellos están virtualmente clasificados, pero el Galo todavía está muy lejos de la clasificación”, expresó el dirigente.
Y añadió: “Tenemos un partido muy duro en Buenos Aires. Jugaremos contra uno de los clubes más grandes del mundo, que está entre los mayores ganadores de América Latina. Hay que tenerles mucho respeto, hay que tener mucha humildad y concentración porque la parada es muy dura y no hay nada decidido”.
El escenario en River está lejos de ser alentador. El 0 a 0 con Defensa y Justicia de este viernes por la Liga Profesional fue otra muestra de prestaciones escasas. Con suplentes, aunque con un hombre más durante casi un tiempo, quedó en deuda otra vez. Con un plantel abrumado, sin respuestas individuales efectivas, con uno de los mejores intérpretes (Marcos Acuña) lesionado y una misión sumamente compleja, Gallardo apela a un “operativo milagro”. A diferencia de otras temporadas, en las que sus decisiones estratégicas tenían efecto (y los resultados y rendimientos lo acompañaban), no tiene otro camino que el inflador anímico. Ya lo hizo, sobre todo públicamente, con aquello de “que la gente crea” y el más reciente “este equipo nunca te deja a gamba”.
Luego del 0 a 0 en Florencio Varela, dijo “buscamos frescura, pero no lo conseguimos”, aludiendo al segundo tiempo. Aplaudió el regreso del símbolo de otra era: “Fue la mejor noticia del día para nosotros: la recuperación de Pity Martínez. Tiene jerarquía, entró con frescura, entró bien. Es una alegría que haya vuelto a las canchas después de tanto tiempo”.
“Tenemos algunas problemáticas físicas en este tiempo. [Fabricio] Bustos llegó con lo justo a Brasil. [Maximiliano] Meza tiene una molestia en un tobillo. Acuña estuvo para jugar con Mineiro y tuvo una pequeña molestia, una inflamación en el tendón; hay que ver si lo recuperamos para el martes. Tengo que esperar. Más allá de la idea, soy optimista por naturaleza. Pienso que algunos jugadores vamos a recuperar, pero no tenemos margen”, expresó Gallardo, antes de un partido que puede marcar un antes y un después en varios aspectos en el Mundo River.