Estados Unidos y Panamá establecieron un nuevo acuerdo de deportación que incluye a migrantes venezolanos, lo que podría modificar las rutas de quienes cruzan a través de la región del Darién en busca de llegar a territorio norteamericano.

Con vuelos financiados por EE.UU. y coordinados con el país centroamericano, esta iniciativa representa un cambio drástico en la política migratoria, que busca reducir el flujo de personas hacia el norte del continente.

Migrantes cruzan la selva del Darién en su intento por llegar a Estados Unidos; las nuevas deportaciones buscan disuadir esta peligrosa ruta

Deportación de venezolanos: nuevas rutas y destinos

El acuerdo firmado el 1° de julio habilitó la deportación de migrantes que ingresaron irregularmente a Panamá a través de la selva del Darién, una ruta extremadamente peligrosa que conecta Colombia con el país centroamericano.

En diálogo con la agencia de noticias EFE, Marlen Piñeiro, agregada regional de seguridad interna de EE.UU., explicó que los vuelos de deportación podrían comenzar en “los próximos días, semanas a más tardar” y tendrán como destinos “terceros países” donde los migrantes puedan estar seguros. Sin embargo, hasta el momento, Piñeiro evitó nombrar los lugares específicos a los que serán enviados.

Para estos vuelos, Estados Unidos destinó un presupuesto inicial de seis millones de dólares, de los cuales se utilizaron ya US$1,1 millones en 20 vuelos realizados a países como Colombia, Ecuador e India.

Los vuelos de deportación, financiados por Estados Unidos, han reducido el flujo migratorio en el Darién en un 36,5%

Hasta la fecha, aproximadamente 800 migrantes fueron deportados bajo este programa, lo cual tuvo un impacto directo en el flujo migratorio: se observó una reducción del 65% en el ingreso de colombianos y del 92% en el caso de los ecuatorianos a través del Darién. Estos resultados, según las autoridades estadounidenses, son producto de la aplicación de las leyes panameñas en coordinación con el financiamiento y la logística estadounidense.

Desafíos y denuncias en la implementación de las deportaciones

El Darién es una de las rutas más peligrosas y arriesgadas para los migrantes, con condiciones geográficas hostiles y riesgos de violencia. Desde agosto, cuando comenzaron los vuelos de deportación, surgieron diversas denuncias en los centros de recepción migratoria panameños, según indicaron desde el medio Alberto News.

En este contexto, Piñeiro aseguró que cualquier caso de denuncia será revisado y añadió que las decisiones de deportación se realizan de acuerdo con la ley panameña.

Panamá también está en contacto con países de origen de otros migrantes irregulares para acordar su retorno, y algunos de los deportados ya fueron enviados a destinos adicionales, como Afganistán, Pakistán, Rusia y Turquía en vuelos comerciales. Piñeiro resaltó que el acuerdo busca que quienes atraviesan el Darién consideren vías legales de migración y alertó sobre los “riesgos de violencia y explotación” que afectan especialmente a los menores que cruzan esta selva.

La situación en cifras: migración venezolana y el impacto en el Darién

Las cifras publicadas hasta octubre de 2024 por las autoridades panameñas revelan el tamaño del flujo migratorio a través del Darién. De los más de 263 mil extranjeros que cruzaron esta frontera hasta septiembre, el 67 % era de Venezuela, mientras que en 2023, año en que se alcanzó un récord histórico de 520 mil personas que atravesaron la región, el 63 % provenía de dicho país sudamericano.

La implementación del nuevo acuerdo con Estados Unidos y las estrictas medidas panameñas coinciden con una reducción generalizada del flujo migratorio: hasta el 13 de octubre, 274.444 extranjeros ingresaron irregularmente a Panamá, lo que representó una disminución del 36,5% comparado con el mismo período en 2023.

El acuerdo entre Estados Unidos y Panamá permite deportar migrantes venezolanos a terceros países

Entre los países de origen de los migrantes, además de Venezuela, destacan Colombia, Ecuador, China, Haití, la India, Perú, Vietnam y Bangladesh. Ante esta realidad, Piñeiro instó a esos extranjeros a “optar por vías legales” y subrayó que existen opciones laborales y familiares que muchos desconocen y que podrían evitar los peligros que representa la travesía irregular.

Ampliación del acuerdo: EE.UU. y Panamá buscan incluir más países de destino

La expansión de los destinos de deportación es uno de los objetivos del acuerdo. La intención es añadir más naciones en los próximos meses para facilitar el retorno de migrantes desde Panamá, siempre conforme a las leyes de cada destino.

La funcionaria, hija de migrantes cubanos y con una larga trayectoria de 37 años en temas de seguridad fronteriza, resaltó que el acuerdo con Panamá se enmarca en una estrategia regional que busca reducir la inmigración irregular y fomentar el uso de alternativas legales. En tanto, expresó que, más allá de los intereses de seguridad, estos acuerdos se orientan a proteger la vida de quienes cruzan el Darién, una de las rutas más complejas y peligrosas para quienes buscan llegar a Estados Unidos.