En tiempos de globalización e inmediatez muchos medio deportivos del mundo replicarán la frase “un arquero detuvo cuatro remates de cinco en una definición por penales”. El protagonista de esa proeza tan infrecuente es Leandro Brey, el responsable de cuidar el arco de Boca frente a Gimnasia y Esgrima La Plata en uno de los cuartos de final de la Copa Argentina. Lo que hizo es histórico: nunca un arquero del club azul y oro había atajado cuatro penales en una serie. Ni siquiera tres.

Después de lo que se dijo en lo previo sobre la chance de que Sergio Romero fuera desplazado del equipo por bajo rendimiento, hubo una confirmación: en su reemplazo ingresó el chico de 22 años surgido en Los Andes, toda una decisión fuerte del director técnico Fernando Gago.

La sonrisa y el gesto frescos de Brey en su noche maravillosa en Rosario: acaba de contener el quinto disparo del Lobo y de clasificar a Boca para una semifinal.

Y la determinación del entrenador terminó derivando en un Brey héroe, minutos después de que tuviera un alto porcentaje de responsabilidad en el gol que estableció el empate del Lobo (anotado por Marcos Rojo en contra). Que la pelota terminara en el fondo de su arco fue consecuencia de la única mala salida suya, la de cuando salió a cortar un balón aéreo, y de la mala fortuna posterior. Pero exhibiendo fortaleza mental, el joven arquero se reseteó apenas finalizó el partido, infló el pecho y pareció duplicar su tamaño al hacerse casi invulnerable para los ejecutantes del equipo platense en la serie.

Entonces, Brey se puso la capa de héroe y voló. Hacia la izquierda, para contener los remates de Rodrigo Castillo, Franco Troyansky y Leonardo Morales, y hacia la derecha para desviar el de David Zalazar. Y a cada uno de ellos lo celebró con la espontaneidad y la frescura del pibe de 22 años que es. Sólo uno de los cinco disparos logró que la pelota traspasara la línea, el de Pablo De Blasis. El primero de la tanda. Después, Leandro resolvió cuatro seguidos.

Consumado el logro, Brey fue rodeado por sus compañeros. Entre los primeros en llegar para abrazarlo y felicitarlo estuvo Chiquito Romero, justo el hombre que perdió el puesto en la sana competencia, al menos para este partido. Más tarde, Leandro mostró más espontaneidad frente a las cámaras: “Estoy muy contento. Quiero felicitar al grupo porque se hizo un gran esfuerzo. No merecimos ir a penales, pero sacamos esa cuota de carácter que tenemos siempre”, valoró. Y reveló que no había habido azar en la definición: “Todos los penales estuvieron estudiados. Salieron bien. Yo soy del día a día. Hay que trabajar, y estoy agradecido por la oportunidad”.

Brey venía de lucirse en la instancia previa, cuando Boca eliminó a Talleres también por penales. Aquella noche terminó 8-7, pero patearon los 11 futbolistas, incluido el joven arquero, que anotó el suyo y contuvo uno. Pero lo de este miércoles fue mucho más destacado. De hecho, hay un solo antecedente en la Copa Argentina, el de Marcos Fasanella en la disputa de 2011/2012, cuando Excursionistas eliminó a Argentino, de Merlo. Aquel encuentro finalizó con el mismo resultado que el de Boca y Gimnasia: 1 a 1 en el tiempo regular y 2-1 en el desempate por tiros.

Existe un registro más cercano, pero diferente al de los casos de Brey y Fasanella. Ramiro Macagno, arquero de Platense, desvió cuatro penales en la resolución de una semifinal de la Copa de la Liga 2023, ante Godoy Cruz. Pero el conjunto mendocino pateó 11 veces. Es decir que Macagno atajó 40% del total de los disparos, mientras Brey y Fasanella trepan a un asombroso 80%.

Sobrio, de grandes reflejos y buen juego con los pies, Brey atraviesa su mejor año desde que llegó a Boca, en 2022. Hasta ahora tuvo acción en 12 encuentros y todo hace suponer que habrá más antes del 31 de diciembre. Por edad y proyección de reventa, es una de las mejores incorporaciones que hizo Juan Román Riquelme en sus cinco años de gestión, como máxima autoridad del Departamento de Fútbol y ahora como presidente de Boca.

La debilidad del ídolo devenido dirigente por Brey fue clara desde el primer instante. “Va a ser el arquero de nuestro club. Sin dudas, va camino a ser el dueño del arco. Parece una persona más grande; no parece que tuviera 20 años. Es un arquerazo y va a estar en Boca muchísimos años. Es un chico muy serio. Cuando lo trajimos de Los Andes nadie lo conocía; tiene todo para crecer en este club”, declaró el entonces vicepresidente segundo.

Sergio Romero y Brey dialogan durante la entrada en calor; luego, con la victoria en la serie de penales,

El de este miércoles fue apenas el noveno partido que protagonizó Brey como titular. Los anteriores fueron frente a Central Norte, de Salta, Talleres (Copa Argentina), Nacional Potosí (Copa Sudamericana), San Lorenzo, Newell’s (ambos, por Copa de la Liga), el Ciclón, Belgrano y Argentinos (Liga Profesional).

Su noche inolvidable inyecta al joven de Boca una fuerte dosis de confianza en un contexto en el que el arco no parece no tener un dueño y avala la decisión de Gago de elegirlo como titular. Queda por ver si el entrenador lo mantendrá en esa condición en el próximo compromiso, previsto para el domingo a las 19 en la Bombonera, frente a Riestra por la Liga Profesional. Ciertamente, el camino más corto a la Libertadores de 2025 para Boca es ahora la Copa Argentina, y si existe un arquero prioritario, pues será el que atajará contra Vélez en la semifinal. Entonces se verá si Leandro Brey ya es el 1 del club o Romero todavía ostenta esa condición.