Christian Dior en sus primeros años de carrera (Photo by Hulton Archive/Getty Images)

La única reina que vestí fue Eva Perón”, dijo Christian Dior en una entrevista publicada en la revista Paris Match en 1953. Resulta que el diseñador había lanzado la colección New Look que lo catapultó a la fama en febrero del año 1947. Y, casualmente, la por entonces Primera Dama argentina había visitado la capital francesa en julio de ese año. Europa, cabe señalarlo, se estaba recomponiendo de los estragos de la Segunda Guerra Mundial. Y, según parece, quien al poco tiempo se convertiría en “el padre de la moda”, estaba ávido de clientas que pudieran proyectarlo a nivel internacional.

Claro que las palabras que Dior le había dedicado a la esposa del entonces presidente Juan Domingo Perón eran, simplemente, un halago. Y es que, a decir verdad, el hombre sí había vestido a varias representantes de la realeza. De hecho, el atuendo que creó especialmente para que la Princesa Margarita del Reino Unido luciera en su cumpleaños número 21, en 1951, forma parte de la colección del Museo de Londres. E incluso tras la muerte del diseñador, quien falleció a los 52 años el 24 de octubre de 1957, muchas personalidades de las distintas casas reales europeas siguieron eligiendo modelos de su firma. Por solo nombrar algunas, se puede mencionar a Carolina de Mónaco, Diana de Gales y Olympia de Grecia.

¿Cómo logró Dior convertirse en un ícono del diseño e imponer a la ciudad de París como la Capital de la moda? Nacido en Normandía el 21 de enero de 1905, Christian había comenzado la carrera de Ciencias Políticas con la idea de formar parte de los cuerpos diplomáticos de Francia. Pero su espíritu bohemio lo hacía pasar más tiempo con personajes como Salvador Dalí, Jean Cocteau y Chirstian Bérard, que con los libros. De manera que, a instancias de su familia, decidió dejar de lado sus estudios para empezar a manejar una galería de arte que albergaba obras de Pablo Picasso y George Braque, entre otros.

Christian Dior junto a sus modelos tras un desfile en Londres (Photo by Fred Ramage/Keystone/Getty Images)

Estaba claro que incursionar en el rubro de la indumentaria no estaba en sus planes hasta ese momento. Sin embargo, la Gran depresión de la década del ‘30 lo llevó a la bancarrota. Y lo obligó a buscar nuevos e ingeniosos métodos para generar ingresos. Así empezó a trabajar como ilustrador en distintos periódicos, para luego conseguir un puesto en el estudio del diseñador Lucien Lelong, quien quedó fascinado con sus dibujos de moda. De esta manera y sin imaginarlo, fue como Dior descubrió su talento oculto.

Pero entonces recibió el llamado para alistarse en el ejército y no le quedó más remedio que dejar el lápiz para tomar las armas. Y recién pudo regresar a Paris en 1942, cuando a pesar de que el continente continuaba sufriendo los embates de la guerra pudo comenzar a trabajar como diseñador de alta costura. Finalmente, un año después de terminado el conflicto bélico, en 1946, aceptó la ayuda del empresario textil Marcel Boussac, uno de los pocos que había logrado mantener su fábrica en funcionamiento, para fundar una compañía con su nombre. Y la firma se terminó convirtiendo en la más reconocida en el mundo de la moda.

Con 41 años de edad, Christian ya era una marca registrada. Logró imponer un estilo que mezclaba glamour y femineidad en cada una de sus prendas, con cinturas estrechas y faldas con mucho vuelo a mitad de pantorrilla. Y les devolvió a las mujeres de todos los estratos sociales, el deseo de vestirse bien y de lucir elegantes después de un largo período de penurias. “Quería que me consideraran un buen artesano. Quería que mis vestidos se construyeran como edificios, moldeados a las curvas de la forma femenina, estilizando su forma”, decía. Y esto, sumado a su destreza para los negocios, le permitió construir un verdadero imperio. Así que, al poco tiempo, abrió boutiques con su nombre en Londres, después en Nueva York, más tarde en Caracas… Y terminó imponiendo su nombre y con él a la moda parisina, desde Latinoamérica hasta en Sudáfrica.

El diseñador recorriendo su showroom de París con la Princesa Margarita (Photo by Mike Lawn/Getty Images)

Las estrellas de Hollywood más importantes de la época, como Marilyn Monroe, Elizabeth Taylor y Rita Hayworth, no dudaron en recurrir a sus diseños, posicionando aún más la marca. Y pronto llegaron los zapatos, los bolsos, la lencería y los perfumes como el Miss Dior, lanzado en 1947 en honor a Catherine, la hermana menor del diseñador que había logrado escapar del campo de concentración de Ravensbrück, el Diorama de 1948, el Eau Fraiche de 1955 y el Diorissimo de 1956, favorito de Lady Di. “La fragancia de una mujer dice más sobre ella que su letra”, decía Christian.

Quizá sin quererlo, se convirtió en el enemigo acérrimo de Coco Chanel. ¿El motivo? Durante la Primera Guerra Mundial, la diseñadora había logrado imponer una línea de ropa mucho más simple y cómoda para las mujeres, que hasta entonces estaban acostumbradas a lucir prendas poco prácticas heredadas de la Belle Époque. Así que no veía con buenos ojos las colecciones con las que Dior había logrado conquistar a su clientela. Y aseguraba que en lugar de vestir a las damas, “las tapizaba”. Pero, sin lugar a dudas, ellas eran las que habían elegido volver a marcar sus siluetas y a sentirse atractivas.

Pese a su éxito, Christian prefería residir en su casa de la Provenza francesa, una finca agrícola totalmente restaurada que había comprado en 1951, y no bajo las luces de la gran ciudad. Decía que quería estar más cerca de su familia. Aunque también reconocía que su pasión por el cultivo de flores y el aire de campo lo llevaban a elegir esa vivienda como su lugar de refugio. Y allí, en pleno éxito pero lejos de la vorágine de su trabajo, era feliz.

Dior arribando al Aeropuerto de Nueva York (Bettmann)

Sin embargo, hace exactamente 67 años y mientras disfrutaba de unas vacaciones en Montecatini Terme, en la Toscana italiana, Dior murió de manera repentina. Estaba jugando un partido de cartas cuando le dio un infarto. Y sus ojos se cerraron para siempre. Sin embargo, su legado se mantuvo hasta el día de hoy. Y esto fue posible gracias a grandes diseñadores como Yves Saint Laurent, Marc Bohan, Gianfranco Ferré, John Galliano, Raf Simons y María Grazia Chiuri, actual directora creativa de la firma, que aceptaron el desafío de ocupar su lugar en la firma. Y lograron mantener su nombre en lo más alto de la moda internacional.