“El festival funciona como una plataforma para entender la ciudad. Hay 129 espacios abiertos al mismo tiempo, y las conclusiones las establece cada visitante. Conocer arquitectura permite tener ciudadanos más críticos, y eso genera mejores ciudades”, comenta el arquitecto Martín Larrañaga, uno de los organizadores de Open House Buenos Aires 2024.

El evento surgió en Londres en 1992 y se repite en 55 urbes del mundo. Llegó a Buenos Aires en 2013 de la mano de la ONG Cohabitar Urbano. En sus primeras 10 ediciones, se abrieron 340 edificios, participaron más de 200.000 visitantes y 3.900 voluntarios.

Casa de Estudios para Artistas, de Antonio Bonet, Abel López y Ricardo Vera Barros (1939). Este edificio icónico del Modernismo en Paraguay y Suipacha es parte del catálogo de Open House Buenos Aires 2024.

Después de una pausa, este fin de semana 26 y 27 de octubre vuelve con su propuesta sencilla, pero potente. “El evento va a ser muy diverso, hay confluencia de escalas y obras nuevas para quienes vienen acompañándonos hace 10 años. Lo rico está en la superposición y la sumatoria más que en las piezas específicas, porque así funciona la ciudad”, agrega Larrañaga. El listado completo se ve en el catálogo, y la mayoría de las obras pueden visitarse sin reserva.

Biblioteca Nacional Mariano Moreno: De Francisco Bullrich, Alicia Cazzaniga y Clorindo Testa (proyectada en 1962; inaugurada en 1992). Un hito de la arquitectura moderna argentina y ejemplo del estilo

Algunos edificios destacados son la Biblioteca Nacional, el Edificio IBM, Los Eucaliptus, Barrio Parque Los Andes y Edificio Comega, además de residencias particulares como Casa Cubito y Casa Roseti, ambas publicadas en Living.

Galería y mirador Güemes: Obra de Francesco T. Gianotti (1915). Un edificio-pasaje que conecta las calles Florida y San Martín mediante una galería de 116 metros, articulando y ensamblando dos estructuras edilicias de distintos propietarios.

Un encuentro con la arquitectura como excusa

El arquitecto Santiago Chibán es uno de los fundadores del evento y parte de Cohabitar Urbano. “Arrancamos con unos 50 edificios y un evento para menos de 10.000 personas. Los primeros años lo tomamos como un festival recreativo, y después empezó a aparecer más contenido, desde la curaduría, cómo presentábamos los edificios y las capacitaciones a los voluntarios”, cuenta. “Al principio las obras eran más emblemáticas, pero cuando ya teníamos un nombre nos permitimos visibilizar otras cosas”.

Barrio Parque Los Andes: Conjunto de vivienda colectiva diseñado por Fermín Bereterbide inaugurado en 1926. El proyecto incluye ciento cincuenta y siete viviendas y más de 7.000 m2 de patio (63% de su superficie).

Destacar la relevancia de arquitectura contemporánea es una de las intenciones del festival. “El ciudadano está más acostumbrado a valorar la arquitectura patrimonial. Pero algunos de los edificios contemporáneos que se abren van a ser el patrimonio del futuro, y cuando se recorren y entienden, se ven de otra manera”, comenta Chibán.

Casa Cubito: Reforma de la arquitecta noruega Torunn Vaksvik Skarstad y el arquitecto argentino Matías Michatek en Parque Chacabuco. Un PH de 35 m2 que se transformó en casita de cuatro ambientes con terraza. Otra de las obras que pueden visitarse este año en Open House BsAs.

¿Qué balance hace de la evolución de Buenos Aires a través de esta curaduría de obras? “Hay muchas lecturas posibles; desde los geográfico, cómo varía la arquitectura del sur al norte o en el centro; o lo cronológico, la valoración de refacciones que se incorporaron en los últimos años, de estudios de arquitectura de renombre que también se dedican a este tipo de intervenciones. De las reorganizaciones de los barrios populares a una torre súper tecnológica en Catalinas hay un contraste muy grande, y todo es Buenos Aires. El festival permite ver lo grande que es la ciudad no solo en términos de superficie sino en su variedad de expresiones”, dice.

Casa Roseti: Obra de la arquitecta Griselda Balian y Estudio Damero, que con gran manejo del espacio armaron una casa amplia sobre un lote de esquina conservando la huella del kiosco del barrio.

“Hay espacios, como parques o este año un baldío, que no son necesariamente ‘arquitectura’; pero es interesante entender que la ciudad funciona como una sumatoria de capas y que la arquitectura es una más. También nos preguntamos: si un espacio como el Ecoparque está abierto todo el año, ¿es necesario que forme parte del evento? Sí, porque ponerlo en el catálogo tiene un sentido más grande que el hecho de que se pueda visitar, es casi un postulado”, agrega.

Baldío: Proyecto de investigación del Estudio Bulla en el que se observaron y relevaron especies espontáneas de un suelo liberado por una demolición en un típico lote entre medianeras, y se ensayaron estrategias de intervención de ese 'tercer paisaje'. Una de las incorporaciones 2024 al catálogo de Open House.

Para el arquitecto, los eventos de Argentina (además de Buenos Aires, se hace un Open House en Rosario) son especiales por las dinámicas que se dan entre los participantes.

“En otros lugares se abren los edificios y la gente entra, mira y se va. Acá tratamos de que el anfitrión, el arquitecto o los mismos voluntarios motiven una conversación; es un encuentro entre ciudadanos con la arquitectura como excusa”

En Casa HO, edificio de viviendas en el eje Donado-Holmberg del Grupo Uno en Uno, la sorpresa al ingresar es una rampa naranja para bicicletas que ocupa el patio central y permite llegar hasta cada unidad pedaleando desde la calle.

“Todas las opiniones son escuchadas; se da una construcción de conocimiento colectivo no solo a partir de bibliografía, sino a partir de aportes de un vecino que vio cuando se construyó el edificio, por ejemplo. Eso contribuye al saber popular y para nosotros es de lo más rico que tiene el evento”.

Las visitas no requieren de conocimiento técnico y son abiertas a todo público, y en ellas se propicia el intercambio con los anfitriones o los arquitectos para entender las obras y lo que aportan.

Catálogo alternativo

Este año se lanza la preventa de un libro que reúne las obras de arquitectura que participaron. Son 700 páginas con fotos, datos técnicos y una descripción de por qué fueron parte: “No es solo un libro de arquitectura; hay una mirada nuestra, de quienes durante 10 años curamos los edificios. Tiene muchos índices: cronológico, por autor, por uso, para darle al lector posibles lecturas. Hay una sección con todas las plantas, donde se puede comparar una casa chorizo con una vivienda contemporánea”, agrega Chibán.

El libro de Open House Buenos Aires es editado por Bisman Ediciones y puede conseguirse en preventa en openhousebuenosaires.mitiendanube.com

El comité organizador original tenía el eslogan ‘¿Nunca sentiste curiosidad por conocer la casa de otro?’, y esa consigna se mantiene. Como arquitectos y arquitectas todo el tiempo estamos mirando para arriba imaginando cómo viven los demás, porque entender eso nos hace vivir mejor a todos

Arq. Martín Larrañaga, co-organizador del evento

Los espacios (catálogo completo acá) estarán abiertos en dos turnos posibles: de 10 a 14 y de 15 a 19. Este 2024 también hay actividades como el concurso de fotografía Open Foto; la caminata con guía Camina Bs.As.; y el recorrido en bicicleta Open Bici, cuya información también se encuentra en la web del evento. Además de Larrañaga y los integrantes de Cohabitar Urbano, el equipo organizador 2024 incluye a Jerónimo Fortunati, Victoria Kaufman, Nicolás Kazanietz y Nicole Kerschen.