Con Axel Kicillof y Cristina Kirchner al frente en muy contadas ocasiones, pero mayoritariamente con sus afiles como protagonistas, la interna entre ambos que atenaza al Partido Justicialista registró numerosos capítulos. Desde hace un año, los encontronazos entre los sectores son periódicos. Una declaración de Kicillof, en la que usó como metáfora la frase “componer una nueva” canción en el peronismo detonó un ida y vuelta que no cesa y aviva la interna de modo permanente.

El jueves, en el Día de la Lealtad Peronista, Kicillof evitó atacar a Cristina y la defendió, por ejemplo, en el caso de la causa Vialidad. También la elogió al señalar que, con ella como presidenta, el país vivió los “días más felices”. Y subrayó que no quiere participar de ninguna interna. Para el kirchnerismo no fue suficiente. Presionan por un apoyo explícito, como lo planteó Oscar Parrilli. La expresidenta lo madrugó el jueves al gobernador al visitar la Universidad Nacional de Avellaneda, acompañada por el rector Jorge Calzoni y el senador bonaerense Emmanuel González Santalla, ambos rivales locales de Alberto Ferraresi, el armador kicillofista en la provincia.

   

El 5 de septiembre de 2023, durante una “mateada” en la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de La Plata, Kicillof afirmó: “Perón, Evita, Néstor y Cristina; no tengo ninguna duda de que son los momentos más gloriosos que vivió nuestro país. Pero creo que tenemos que ir dándole un carácter de época y generacional nuevo. No podemos vivir más, y no es justo que vivamos más de ellos”, subrayó, y agregó: “Tiene tufillo a esas bandas de rock que tocan los viejos grandes éxitos y uno sabe. Pero bueno, va a haber que componer. Va a haber que componer una nueva, no una que sepamos todos”.

Esas frases de Kicillof generaron una respuesta, ocho días después, de Máximo Kirchner. “Yo no me dedico a la música, soy militante y dirigente”, afirmó el diputado y jefe de La Cámpora tras una reunión del PJ bonaerense.

Las elecciones que marcaron la derrota del peronismo a manos de La Libertad Avanza llegaron luego de versiones sobre enojos del camporismo porque Kicillof decidió ir por su reelección como gobernador bonaerense, en lugar de aguardar si Cristina lo designaba candidato a presidente.

En 2024, con el tembladeral que le generó al peronismo la derrota ante Javier Milei, la tensión siguió en aumento. El 13 de abril, en la quinta de San Vicente que fue propiedad de Juan y Eva Perón, el ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés Larroque, fue crítico del camporismo. “¿Qué es la conducción de Cristina, que tres ñatos te manden un WhatsApp?”, se preguntó Larroque, en referencia a Martín Rodríguez (diputado bonaerense y referente camporista de Hurlingham), Facundo Tignanelli (jefe del bloque de Unión por la Patria en la Cámara de Diputados bonaerense y cara visible de La Cámpora en La Matanza) y Emmanuel González Santalla (senador bonaerense y dirigente camporista de Avellaneda).

Tras esa frase, sobrevinieron cuestionamientos de La Cámpora para Larroque y una serie de “ninguneos” a Kicillof por parte de intendentes de la organización. Sendos actos en Quilmes y Hurlingham (distritos gobernados por leales a Máximo y Cristina), el miércoles 21 de abril, dejaron consecuencias. Los gestos adustos de los intendentes camporistas Mayra Mendoza y Damián Selci, al compartir actividades en sus municipios con Kicillof, fueron la forma que adoptó el enojo que La Cámpora.

Magario, Kicillof y Gagliardi, el jueves, en Berisso

Pocos días después, el 27 de abril, Cristina estuvo en Quilmes, y Kicillof no estuvo en el escenario con ella, sino debajo, con el resto de los dirigentes. Fue cuando se exhibió en el Microestadio Néstor Kirchner la estatua del expresidente que estaba en la sede de la Unasur, en Quito, y fue retirada en 2019 de esa capital porque la Asamblea Nacional de Ecuador aprobó la remoción al considerarla “símbolo de la corrupción”.

El intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, encabeza un armado kicillofista en la provincia. Recibe cuestionamientos de camporistas, e incluso los intendentes Mayra Mendoza y Julián Álvarez avanzaron contra él pidiendo que les aporten recursos a Quilmes y a Lanús por el tránsito de camiones hacia el puerto de Dock Sud.

Cristina Kirchner se lanzó, en octubre, como candidata a presidenta del PJ nacional; Kicillof no la apoyó. Se ofrecieron versiones contradictorias sobre un encuentro entre ambos. El gobernador bonaerense apoya a Ricardo Quintela, competidor de Cristina (lo había visitado en La Rioja antes de que la expresidenta se lanzara) y soporta ahora las presiones públicas de las espadas kirchneristas para hacer público su apoyo a la exmandataria. “El silencio de Axel es doloroso”, dijo la senadora Anabel Fernández Sagasti.

“Nadie se puede enojar, ni ofender, ni ver donde hay ideas un complot. Si los que fueron señalados por el dedo de Cristina se quejan, qué nos queda a los que no fuimos señalados por el dedo de Cristina. Hay dirigentes con altos cargos que quieren ser víctimas; un dirigente no es víctima”, cuestionó Máximo Kirchner el 20 de septiembre, en un acto en el club Atenas, de La Plata, en el que los militantes cantaron contra Kicillof un cántico que decía: “Si querés otra canción, vení, te presto la mía”.

El Mensaje Que La Cámpora Le Mandó A Kicillof Antes Del Acto De Máximo Kirchner

Las diferencias llegan a cuestiones de gestión. En la provincia de Buenos Aires avanza una iniciativa de La Cámpora para aumentar los montos de las indemnizaciones laborales. El gobierno de Kicillof la rechaza. Tras lograr media sanción en la Cámara de Diputados bonaerense, parece haberse ralentizado en la de Senadores.

En el gabinete de Kicillof conviven leales al gobernador y a Cristina. En el primer bando, están Carlos Bianco, Jesica Rey, Augusto Costa, Pablo López, Walter Correa, Andrés Larroque. En el segundo, Nicolás Kreplak, Daniela Vilar, Juan Martín Mena.

Entre los intendentes, Ferraresi, Mario Secco, Fabián Cagliardi, Julio Alak y Fernando Espinoza son algunos de los que están con Kicillof. Los camporistas Mayra Mendoza, Damián Selci, Julián Álvarez y Juan Ignacio Ustarroz, entre otros, lo resisten.

A Cristina la apoyan los PJ de Santiago del Estero, Chaco (aunque aportaron avales también para Quintela), Corrientes, Chubut, Río Negro, entre varios otros.