Once miembros de una familia Amish de Pensilvania, incluidos nueve niños, fueron hospitalizados tras consumir hongos silvestres recolectados en un bosque cercano. Sin acceso a teléfonos, uno de los miembros tuvo que caminar una larga distancia para solicitar ayuda. El equipo de emergencias los trasladó rápidamente al hospital, donde fueron tratados por intoxicación y dados de alta la misma noche.

En Estados Unidos, se reportan anualmente miles de casos de intoxicación por hongos, y la identificación errónea es una de las principales causas, según Public Citizen. Varias especies comestibles tienen parecidos peligrosos con hongos venenosos. Por ejemplo, las populares “amanitas cesáreas” se parecen mucho a las mortales “death caps” (Amanita phalloides), que son responsables de muchas intoxicaciones graves.

Además, algunos hongos tóxicos, como la “galerina marginata” (funeral bell), son difíciles de distinguir de especies comestibles. Esto remarca la importancia de contar con la guía de un experto o utilizar aplicaciones especializadas para la identificación de hongos.

El peligro de los hongos silvestres

Algunos de los hongos más tóxicos, como los del género Amanita, que contienen amatoxinas, compuestos que atacan las células del hígado y pueden causar fallos orgánicos graves. Estos hongos incluyen especies como la “death cap” (Amanita phalloides) y el Amanita muscaria, que pueden causar síntomas de envenenamiento que van desde problemas gastrointestinales leves hasta coma y muerte.

Las amatoxinas, otros hongos silvestres, contienen compuestos tóxicos como muscarina y ácido iboténico, que afectan el sistema nervioso y puede provocar alucinaciones, confusión mental y efectos neurotóxicos.

En algunos casos, las toxinas pueden interactuar con otras sustancias presentes en el organismo o con medicamentos, exacerbando sus efectos tóxicos. Por eso, es importante no consumirlos a menos que se tenga un conocimiento experto de las especies y sus efectos potenciales.

Varias especies comestibles tienen parecidos peligrosos con hongos venenosos. Foto: Archivo.

Síntomas y cuidados ante la intoxicación por hongos

Los síntomas de una intoxicación por hongos suelen aparecer en diferentes etapas, dependiendo de la especie ingerida y la cantidad consumida. En las primeras horas, las personas afectadas pueden experimentar náuseas, vómitos y diarrea, lo que a menudo se confunde con una intoxicación alimentaria común.

Sin embargo, algunas toxinas presentes en los hongos tienen un efecto retardado, manifestándose entre 6 y 24 horas después del consumo, lo cual puede ser engañoso y retrasar la atención médica.

Cuando la intoxicación se debe a especies particularmente tóxicas, como la Amanita phalloides, los síntomas iniciales pueden disminuir temporalmente, dando una falsa sensación de recuperación. Luego, los afectados pueden sufrir daños hepáticos y renales graves, con síntomas adicionales como ictericia (coloración amarilla de la piel), convulsiones y, en casos críticos, coma.

El hospital puede incluir la administración de líquidos intravenosos para contrarrestar la deshidratación y monitorear la función hepática y renal. En casos de intoxicaciones graves, puede requerirse diálisis para filtrar las toxinas de la sangre o incluso un trasplante de hígado. Además, si se identifica el tipo de hongo consumido, los médicos pueden administrar antídotos específicos, como la silibinina, en casos de intoxicación.

Algunos hongos son comestibles solo después de una preparación cuidadosa. Foto: Archivo.

Cómo evitar una intoxicación por hongos

  1. Aprender a identificar hongos: Se debe participar en excursiones con micólogos o expertos locales y estudiar los hongos comunes y peligrosos en la zona.
  2. Evitar herramientas de IA sin validación previa: Algunas aplicaciones pueden dar información inexacta. A menos que sean verificadas por expertos, es preferible no depender de ellas para decisiones críticas, como el consumo de hongos silvestres.
  3. Considerar la toxicidad potencial: Algunos hongos son comestibles solo después de una preparación cuidadosa. Sin embargo, sin el conocimiento adecuado, es mejor evitar su consumo.
  4. Consultar recursos educativos: Asociaciones locales de micología ofrecen cursos y charlas sobre identificación segura de hongos. La capacitación en estas áreas puede ser la mejor forma de reducir los riesgos.

¿Por qué están aumentando los envenenamientos?

El director médico asociado del Centro de control de intoxicaciones, Robb Bassett sugiere que el aumento de intoxicaciones graves se debe, en parte, a la creciente popularidad de la recolección de hongos, en especial por personas que confían en aplicaciones o redes sociales para identificar las especies, según EMS1.

A menudo, los recolectores subestiman la dificultad de distinguir entre especies comestibles y tóxicas, ya que muchas se parecen a hongos inofensivos o incluso a especies cultivadas. Además, algunos inmigrantes tienden a confundir especies peligrosas en Estados Unidos con variedades comestibles de sus países de origen, lo que aumenta el riesgo de envenenamiento severo.

Medidas de seguridad al recolectar hongos

La recolección de hongos silvestres es una práctica común en muchas comunidades, pero siempre debe realizarse con precaución. En el estado, algunas setas incluyen la colmenilla, el maitake y el rebozuelo. Sin embargo, debido a la similitud entre hongos comestibles y venenosos, la mejor práctica es evitar la recolección sin la confirmación de un experto. Además, el Departamento de Seguridad Alimentaria y Servicios de Laboratorio establece regulaciones para la recolección y venta de hongos silvestres, especialmente en el caso de uso comercial.