Un yacaré overo (Caiman latirostris) que vivía en el Instituto Carlos Malbrán, en el sur de la ciudad de Buenos Aires, fue rescatado y trasladado a un centro de rescate y rehabilitación de fauna silvestre en la provincia de Santa Fe, tras una inspección ordenada por la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (Ufema). El operativo fue coordinado por el fiscal Carlos Rolero Santurián, quien intervino luego de recibir una denuncia anónima sobre las malas condiciones en las que se encontraba el animal.

El reptil, que se supo permaneció en el instituto durante más de diez años, vivía en un piletón que no cumplía con las condiciones necesarias para su bienestar. Durante la inspección, los especialistas concluyeron que era indispensable trasladar al animal a un entorno más adecuado. El destino elegido fue el centro “La Esmeralda”, en Santa Fe, un lugar especializado en la rehabilitación de fauna silvestre.

La historia del yacaré comenzó con una denuncia anónima que alertaba sobre el deterioro de las condiciones de vida del animal en el Instituto Malbrán, situado en el barrio porteño de Barracas. La Ufema, a cargo de Rolero Santurián, inició una investigación y ordenó una inspección en el lugar. Según las palabras del fiscal a LA NACION, “la certeza era absoluta: un animal de estas características no puede encontrar un hábitat adecuado en plena ciudad de Buenos Aires, y menos en un estanque con agua sin renovación”.

Durante la inspección, personal de la Ufema y del Cuerpo de Investigaciones Judiciales del Ministerio Público Fiscal porteño, junto a técnicos del Área de Fauna del Departamento de Delitos Ambientales de la Policía Federal Argentina, corroboraron la falta de documentación sobre el origen del animal y su atención veterinaria. “No hay ninguna condición que indicara que podría estar bien en ese lugar”, expresó Rolero Santurián a este medio.

El yacaré, que podía llegar a medir hasta dos metros y pesar alrededor de 90 kilos, fue encontrado tomando sol en un estanque en mal estado, con agua estancada. El fiscal explicó que uno de los principales desafíos fue coordinar el traslado del animal de forma segura: “Es un proceso muy complejo que lleva adelante la Fiscalía, ya que se requiere la intervención de profesionales médicos y especializados”.

El caso se suma a otros ejemplares de especies silvestres rescatados en la ciudad de Buenos Aires. A pesar de los esfuerzos por encontrar documentación sobre cómo el reptil llegó al Instituto Malbrán, solo se encontraron relatos vagos de empleados que mencionaron que hace una década se habían recibido dos yacarés, pero uno de ellos murió.

El animal fue hallado en un estanque con agua en mal estado

El traslado del animal a un entorno más apropiado fue posible gracias a la colaboración de distintas instituciones. El Ecoparque porteño proporcionó un habitáculo especial para asegurar que viajara en condiciones óptimas a su nuevo hogar en Santa Fe. Este tipo de acciones forma parte de los esfuerzos de la Ufema por garantizar que los ejemplares rescatados puedan rehabilitarse y, cuando sea posible, ser liberados en su hábitat natural.

El fiscal también recordó que la ley 22.421 protege a la fauna silvestre y establece sanciones para quienes trafiquen animales o productos derivados de la fauna. “Cualquiera que mantenga animales en condiciones inadecuadas puede enfrentarse a sanciones”, afirmó a este medio.