Una alimentación rica en magnesio es indispensable para el correcto funcionamiento del organismo. Esto se puede lograr incorporando en la dieta los alimentos que aportan este nutriente; sin embargo, ante la deficiencia, el médico de cabecera puede recetar el suministro de magnesio. Esto generará una gran cantidad de beneficios para el cuerpo, sobre todo, en las funciones cognitivas del cerebro.

El cerebro es uno de los órganos más importantes del ser humano, así que al igual que el resto, necesita sus recaudos para que funcione de la mejor manera. Dentro de hábitos saludables como descansar lo necesario, hacer ejercicio de manera diaria y llevar adelante una alimentación adecuada y sana, se pueden incorporar alimentos ricos en magnesio.

El magnesio tiene varios efectos positivos para las funciones del cerebro

Existe un listado de alimentos que proporcionan magnesio, los cuales tienen efectos positivos en las funciones cognitivas. Las personas que más deben prestarle más atención a esta recomendación son las mayores de 50 años, dado que a medida que pasan los años, pueden sufrir un deterioro en su función cerebral.

El llevar adelante una alimentación saludable y ejercitarse con las recomendaciones que dan los especialistas de la salud, se puede llegar a la madurez en muy buenas condiciones, tanto físicas como mentales. En este marco, se dieron a conocer los beneficios que tiene el magnesio para el cerebro.

Cómo afecta el magnesio en el cerebro

Según un estudio publicado en la revista especializada Neuron, el magnesio tiene varios efectos positivos para las funciones del cerebro.

  • Aprendizaje. Mejora la comunicación entre las neuronas del cerebro, lo que genera que la persona esté más receptivo a nueva información.
  • Memoria. Potencia la sinapsis para retener recuerdos a largo plazo y recuperar los de corto plazo.
  • Previene el Alzheimer. Ayuda a reducir el riesgo de padecer esta enfermedad neurodegenerativa gracias a que evita que se acumulen placas neuríticas, que son las de las características de esta enfermedad, así como también otras enfermedades del cerebro, como Parkinson o demencia.
  • Estrés. De una manera indirecta, ayuda a controlar la respuesta al estrés, el cual es el motivo por el que falte la concentración, haya fallos de memoria y se presente una gran cantidad de cortisol de sangre.
  • Ansiedad. Los niveles adecuados de magnesio reducen los nervios y la tensión muscular.

En resumen, este mineral es esencial para el desarrollo de distintas funciones del cerebro, por lo que se recomienda incorporarlo en los hábitos alimenticios. Cabe destacar que antes de tomar cualquier decisión, es ideal consultar con un médico de cabecera para tener una opinión profesional.

Antes de incorporar suplementos de magnesio o hacer cambios en la alimentación, se recomienda consultar con un especialista médico

Cuáles son los alimentos más ricos en magnesio

La mayor parte de la dieta rica en magnesio se relaciona con la ingesta de vegetales, principalmente verduras de hoja verde oscura.

Aun así, la lista de posibles alimentos a consumir es variada: se incluyen frutos secos, legumbres, dulces, harinas, lácteos y carnes, entre otros. Un ejemplo es el caso del chocolate negro, cuyo alto contenido de cacao, cuando es arriba del 70%, es una gran fuente de magnesio.

Alimentos ricos en magnesio por cada 100 g

  • Almendra, maní: 250 mg
  • Caracol: 250 mg
  • Garbanzo, porotos blancos, arvejas: 150 mg
  • Avellana, pistacho, nuez: 150 mg
  • Maíz: 120 mg
  • Chocolate: 100 mg
  • Pan integral: 91 mg
  • Lentejas: 78 mg
  • Cigalas, langostinos, gambas: 76 mg
  • Acelga: 76 mg
  • Puré de papa: 69 mg
  • Dátiles: 59 mg
  • Pasta: 57 mg
  • Chocolate con leche: 50 mg
  • Espinaca: 50 mg
  • Sardinas en conserva (en aceite): 50 mg
  • Almejas, berberechos, navajas: 50 mg
  • Queso Gruyere, Emmental: 50 mg
  • Pasa de uva, ciruela seca: 40 mg
  • Queso manchego semicurado: 39 mg
  • Castañas: 36 mg
  • Langosta, bogavante: 34 mg
  • Galletas: 32 mg
  • Queso de bola, manchego fresco: 28 mg
  • Chaucha, habas: 28 mg
  • Sardinas en conserva (en escabeche): 26 mg
  • Papa: 25 mg
  • Conejo: 25 mg
  • Besugo, dorado, salmonetes, merluza: 23 mg