
La sanción impuesta por la FIFA a Botafogo marca un episodio crítico en las transferencias internacionales, con el club de Río de Janeiro enfrentando no solo la imposibilidad de incorporar nuevos futbolistas durante las próximas tres ventanas de transferencia, sino también un impacto inmediato en su planificación deportiva. Esta prohibición surge después de que el Atlanta United denunciara el impago del fichaje del argentino Thiago Almada, situación que, según el comunicado de Botafogo citado por la FIFA en su sitio web, el club espera resolver antes o al inicio del próximo mercado de fichajes, con la expectativa de mantener una presencia activa en el mismo.
El motivo de la sanción radica en la adquisición de Almada en julio de 2024. El traspaso, valorado en 21 millones de dólares (114 millones de reales), debía abonarse al Atlanta United, pero Botafogo realizó solo dos pagos parciales. De acuerdo con la resolución del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), Botafogo quedó obligado a saldar la totalidad del monto a su par estadounidense.
La controversia por la forma de pago y el plazo arroja más complejidad al caso. Durante la negociación, que según Botafogo se llevó adelante en junio de 2024, ambas partes acordaron un desembolso en cuotas a lo largo de cuatro años. Sin embargo, conforme al documento presentado por Atlanta United a la FIFA, los pagos debían completarse antes del 30 de junio de 2026. Esta diferencia interpretativa sobre la calendarización derivó en nuevas disputas contractuales.
La operación también enfrentó escollos finales por una cuestión derivada de la normativa de la MLS: el jugador, que hoy milita en Atlético Madrid, debe recibir un 10% del valor del traspaso según lo establecen las reglas del campeonato estadounidense. Atlanta United exigió que Almada renunciara a ese porcentaje, pero sus representantes legales rechazaron la petición. El acuerdo quedó supeditado a una solución financiera: Eagle, la empresa dueña de la Sociedade Anônima Desportiva que controla Botafogo, se comprometió a adquirir el “crédito” de 2,1 millones de dólares y a reclamarlo directamente a la MLS, según informó Globo Esporte.
Este entramado provocó que Botafogo recurriera a la justicia estadounidense para exigir el pago de ese porcentaje, mientras que Atlanta United sostiene su reclamo ante la FIFA por la falta de pago general. Uno de los principales argumentos presentados por la defensa jurídica de Botafogo se basa en esa doble vía: sostiene que la deuda con Atlanta/MLS aún se encuentra en discusión judicial y, por lo tanto, no hay incumplimiento efectivo.
Botafogo comunicó además que durante el receso de fin de año las conversaciones para resolver la controversia quedaron suspendidas, aunque asegura que existió un diálogo constructivo con Atlanta United antes de esa pausa.
EL COMUNICADO OFICIAL DE BOTAFOGO

En relación con la reciente sanción de la FIFA a las transferencias de jugadores, Botafogo informa que, en las últimas semanas, ha mantenido conversaciones constructivas con representantes del Atlanta United, de la MLS, para buscar un acuerdo en relación con el caso de Thiago Almada. Las conversaciones se suspendieron debido al receso de fin de año y se reanudarán pronto. Botafogo espera resolver el asunto antes o al inicio del mercado de fichajes. El club estará muy activo en la contratación de jugadores en enero de 2026.