El régimen de China intensificó este martes su presión militar sobre Taiwán con el lanzamiento de cohetes en el estrecho y el despliegue de 130 aeronaves militares cerca de la isla en un período de 24 horas, en el segundo día de ejercicios con fuego real que Beijing describió como una simulación de bloqueo de puertos clave.
El Ministerio de Defensa de Taiwán informó que, desde primeras horas del lunes hasta la mañana de este martes, también detectó 14 buques de la marina china y ocho embarcaciones gubernamentales no especificadas. Las autoridades de Taipéi calificaron las maniobras como un acto de intimidación militar y señalaron impactos sobre rutas de navegación y aviación internacional.
Imágenes de AFP mostraron el lanzamiento de cohetes desde Pingtan, una isla china que constituye el punto más cercano al territorio principal de Taiwán. Periodistas de la agencia observaron una salva alrededor de las 9:00 (hora local), con estelas de humo blanco visibles en el cielo. Al menos diez cohetes despegaron con segundos de diferencia, con estruendos que se propagaron por la isla. Turistas se acercaron a barricadas de madera frente al mar para registrar la escena con teléfonos móviles.
Poco después, el Ejército Popular de Liberación (EPL) difundió un comunicado. “A las 9:00 del 30 de diciembre, las fuerzas terrestres del Comando del Teatro Oriental del EPL realizaron ejercicios de fuego real de largo alcance en las aguas al norte de la isla de Taiwán y lograron los efectos deseados”, señaló la declaración oficial.
Las maniobras, de dos días de duración y bautizadas “Justice Mission 2025”, comenzaron el lunes.
Según el EPL, las fuerzas desplegaron destructores, fragatas, cazas y bombarderos para ejecutar ejercicios de identificación y verificación, advertencia y expulsión, ataques simulados, asalto a objetivos marítimos, además de operaciones antiaéreas y antisubmarinas.
El Comando del Teatro Oriental afirmó que los ejercicios en aguas al norte y al sur de Taiwán “pusieron a prueba las capacidades de coordinación mar-aire y de bloqueo y control integrados”.
El portavoz militar Shi Yi declaró el lunes que los ejercicios constituyen “una severa advertencia contra las fuerzas separatistas de ‘independencia de Taiwán’ y una acción legítima y necesaria para salvaguardar la soberanía y la unidad nacional de China”.
La televisión estatal CCTV informó que uno de los ejes centrales del operativo consiste en un bloqueo de puertos taiwaneses estratégicos, entre ellos Keelung, en el norte, y Kaohsiung, en el sur. Autoridades chinas publicaron además un mapa con cinco grandes zonas alrededor de la isla destinadas a los ejercicios, previstos hasta las 18:00 del martes (hora local).

Desde Taipéi, el gobierno rechazó la operación. El Ministerio de Defensa sostuvo que las zonas designadas por China, algunas dentro de las 12 millas náuticas de la costa taiwanesa, afectaron el tránsito marítimo y aéreo internacional.
En otro comunicado, afirmó que las acciones del gobernante Partido Comunista Chino “confirman aún más su naturaleza de agresor y lo convierten en el mayor destructor de la paz”.
La tensión se produce tras una ronda significativa de ventas de armas de Estados Unidos a Taiwán y comentarios del primer ministro de Japón sobre la posibilidad de una respuesta militar de Tokio ante el uso de la fuerza contra la isla.
En Beijing, el canciller del régimen, Wang Yi, respondió con dureza. “En respuesta a las continuas provocaciones de las fuerzas pro independencia en Taiwán y las ventas de armas a gran escala de Estados Unidos a Taiwán, debemos, por supuesto, oponernos resueltamente y contrarrestarlas con firmeza”, afirmó en un discurso. Añadió que cualquier intento de obstruir la unificación “inevitablemente terminará en fracaso”.
Por su parte, el presidente taiwanés Lai Ching-te aseguró en una publicación en Facebook que el territorio no busca “escalar el conflicto” ni provocar disputas. Un día antes, su oficina declaró que China mostró “desprecio por las normas internacionales y el uso de la intimidación militar para amenazar a países vecinos”.
El régimen de China considera a Taiwán parte de su territorio y no descarta el uso de la fuerza para tomar control de la isla, mientras el gobierno taiwanés rechaza esas pretensiones y denuncia el aumento de la presión militar en su entorno inmediato.
(Con información de AFP)