La interna del kirchnerismo aumenta día a día y se concentra en el conurbano bonaerense

La crisis interna del kirchnerismo se profundiza día a día. Rápidamente y de forma impensada. La pelea ya sobrepasó el cortocircuito de Mayra Mendoza y Juan Grabois por una ordenanza municipal en Quilmes. Los incidentes que tuvieron lugar ayer en Lanús abrieron un sinfín de interrogantes y suspicacias. Y, al mismo tiempo, aumentaron la desconfianza y las acusaciones cruzadas.

En el gobierno de Lanús que lidera Julián Álvarez denunciaron que el piquete que se realizó en la puerta del municipio fue protagonizado por un grupo de dirigentes del Movimiento Evita local, al que vincularon directamente con el Movimiento Derecho al Futuro (MDF) que conduce Axel Kicillof.

Los manifestantes prendieron fuego un árbol de Navidad y exigieron hablar con el intendente. Entre quienes estuvieron en los disturbios en el camporismo divisan a “Titino” Guzmán, un puntero vinculado a Agustín Balladares, ex presidente del Concejo Deliberante de Lanús y dirigente alineado al esquema político de Kicillof.

Balladares aparece en fotos de los últimos días con el Gobernador; la vicegobernadora, Verónica Magario; el ministro de Desarrollo, Andrés “Cuervo” Larroque y el jefe de Gabinete, Carlos Bianco. Todos nombres propios del círculo chico del mandatario bonaerense.

La Cámpora le apuntó a Agustín Balladares como uno de los responsables de los incidentes en Lanús

“Lo que pasó en Quilmes y Lanús es una movida política de Grabois, el Movimiento Evita y la UTEP. Atrás de todos ellos está Kicillof. No puede haber otra interpretación que no sea esa”, sentenciaron en el corazón de La Cámpora, agrupación a la que pertenecen Mayra Mendoza y Julián Álvarez.

En La Plata no le dan entidad a esas acusaciones. Aseguran que solo están metidos en la gestión. No quieren meterse en el ida y vuelta de acusaciones. Se corren del foco de conflicto y ponen el énfasis en el día a día del gobierno y en la construcción del MDF a nivel nacional, que fue el movimiento que evidenció Kicillof en el plenario que encabezó el lunes en Ensenada.

En La Cámpora ven una situación muy extraña. “Dos días seguidos atentan contra municipios que conduce el camporismo. En diciembre y a pocos días de la Navidad. Y hay conexiones claras que terminan en Kicillof. No se nota que son compañeros los que protestaron frente a los municipios”, se quejaron.

Las acusaciones son fuertes porque caen sobre la espalda del Gobernador y dejan flotando en el aire la idea de que los incidentes fueron provocados o avalados desde la gobernación bonaerense. “Kicillof no tiene nada que ver con esto. Es una acusación tirada de los pelos de La Cámpora”, indicaron cerca de Balladares, que quedó en el ojo de la tormenta tras los incidentes de ayer en Lanús.

El momento en que los manifestantes prenden fuego el árbol de navidad del municipio de Lanús

Además, dirigentes cercanos al ex titular del Concejo Deliberante aseguraron que “la política social de Julián Álvarez y La Cámpora es nula”, que la protesta de ayer “no está motorizada por la interna política” entre el camporismo y el kicillofismo. En ese sentido, agregaron: “La Cámpora construye relatos en vez de generar soluciones”.

En la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) advirtieron que el reclamo tiene que ver con que el municipio, a través de una cooperativa, contrata a barrenderos a los que les paga $140.000 por mes por trabajar cuatro horas por día. Y que el reclamo estaba dirigido a lograr un aumento.

“La situación de esos trabajadores es muy precaria y el gobierno municipal no hace nada. Para Álvarez es más fácil decir que les cortan la calle o le prenden fuego un árbol de Navidad, a decir que le pagan 140 lucas a los que barren las calles”, se quejó un importante dirigente del Movimiento Evita, agrupación política que forma parte de la UTEP.

Respecto a la situación en Quilmes, en el camporismo vinculan a Grabois con Kicillof y aseguran el dirigente social se quejó de la Policía Bonaerense pero no dijo nada del Gobernador, que conduce, a través de su ministro de Seguridad, a la fuerza. Todos son dudas. A toda hora y en todo lugar.