
La reciente instalación de la primera réplica fósil precisa y académica del Deinosuchus schwimmeri en el Museo de Ciencias Tellus, en Cartersville, Georgia, representó un avance para la paleontología y la educación científica en Estados Unidos y el mundo.
Este logro, fruto de décadas de investigación liderada por el Dr. David Schwimmer, profesor de geología y paleontólogo de la Universidad Estatal de Columbus, ofreció una oportunidad única para que visitantes y estudiantes se acercaran a la historia natural de la región, según destacó la Universidad Estatal de Columbus.
La réplica, que reprodujo con exactitud la estructura esquelética del Deinosuchus schwimmeri, fue encargada por el Museo de Ciencias Tellus y se desarrolló en colaboración con Triebold Paleontology Inc., empresa especializada en modelos fósiles para instituciones científicas.

El proceso, que se extendió durante dos años, incluyó escaneos 3D de alta resolución de los registros fósiles, lo que permitió rearticular la armadura dérmica y los detalles óseos de este reptil prehistórico. Con una longitud de hasta 9,45 metros, el modelo a tamaño real se convirtió en una de las principales atracciones del museo, que actualmente es el único en el mundo que exhibe una réplica de esta especie.
El Deinosuchus schwimmeri habitó el este de Estados Unidos hace entre 83 y 76 millones de años. Pariente de los caimanes modernos, este cocodrilo gigante alcanzó dimensiones comparables a las de un autobús escolar y se alimentó de dinosaurios, lo que le valió el apodo de “depredador de dinosaurios”.
Su importancia paleontológica radica en su papel como superdepredador del Cretácico, capaz de influir en el equilibrio de los ecosistemas de la época. Según la Universidad Estatal de Columbus, la incorporación de esta réplica permitió a los visitantes comprender mejor la magnitud y el impacto de estas criaturas en su entorno.

El Dr. David Schwimmer, a quien se debe el nombre de la especie, dedicó más de cuatro décadas a investigar el Deinosuchus schwimmeri. Su trabajo comenzó en 1979, poco después de incorporarse a la Universidad Estatal de Columbus, y desde entonces recuperó numerosos fósiles que hoy forman parte de colecciones de museos nacionales como el Instituto Smithsonian y el Museo Americano de Historia Natural.
Schwimmer publicó extensamente sobre el tema, incluyendo un libro de referencia sobre la paleobiología del Deinosuchus, y colaboró con instituciones como el Museo de Ciencias Tellus para la divulgación de sus hallazgos. El proceso de creación de la réplica implicó una estrecha colaboración con Triebold Paleontology Inc., que utilizó tecnología avanzada para garantizar la precisión científica del modelo.
La investigación de Schwimmer contó con la participación activa de estudiantes universitarios, quienes tuvieron la oportunidad de involucrarse en trabajos de campo y publicaciones científicas. Un caso destacado es el de Samantha Harrell, estudiante de ciencias ambientales y geología, quien colaboró en estudios sobre marcas de mordeduras y coprolitos de Deinosuchus, publicados en revistas especializadas y presentados en congresos internacionales.

El propio Schwimmer subrayó que la Universidad Estatal de Columbus ofrece a sus estudiantes acceso directo a proyectos de investigación y mentoría personalizada, lo que facilitó su formación práctica y su contribución al avance del conocimiento paleontológico.
La presencia de la réplica en el Museo de Ciencias Tellus reforzó el papel de la región como centro de investigación y divulgación científica. Miles de estudiantes de Georgia y estados vecinos visitan el museo cada año, muchos de ellos en excursiones escolares orientadas a conocer la historia natural local.
La directora de educación del museo, Hannah Eisla, señaló que la exhibición del Deinosuchus schwimmeri permitió ofrecer una visión más completa del ecosistema del Cretácico en la zona. Por su parte, la coordinadora curatorial, Rebecca Melsheimer, destacó el impacto visual de la réplica, que ayudó a dimensionar la escala de los animales prehistóricos de una manera que las palabras o imágenes no pueden transmitir.
Para la Universidad Estatal de Columbus, la réplica a tamaño real del Deinosuchus schwimmeri no solo enriqueció la experiencia de los visitantes, sino que también se convirtió en una herramienta fundamental para comprender la dinámica y la adaptación de los grandes reptiles prehistóricos, abriendo nuevas perspectivas para la investigación y la educación en paleontología.