Salvador Nasralla, candidato del Partido Liberal y ex vicepresidente de Xiomara Castro, durante una protesta frente al Consejo Nacional Electoral de Honduras, este 22 de diciembre (Reuters)

Salvador Nasralla comenzó una frenética carrera para invalidar el voto del pueblo hondureño que se manifestó el 30 de noviembre pasado en un escrutinio que se encamina a cumplir 24 días. El candidato del Partido Liberal acusó el lunes a los miembros del Consejo Nacional Electoral (CNE) de actuar bajo órdenes del “crimen organizado”.

Experto en comunicación y en el impacto que este tipo de declaraciones podría tener en la opinión pública, el ex vicepresidente de Xiomara Castro acusó además al ex presidente Juan Orlando Hernández de estar detrás del supuesto complot. Sin embargo, Nasralla no aportó ninguna prueba que respalde su denuncia que sólo generó impacto mediático.

Los consejeros del CNE no se manejan solos, reciben instrucciones, pero están recibiendo instrucciones del crimen organizado”, afirmó Nasralla ante simpatizantes concentrados frente al ente electoral. El candidato sostuvo que la presunta manipulación del proceso responde a una estrategia planificada fuera del país.

Las palabras de Nasralla poseen una base de sustento poco sólida. Su argumento queda expuesto por la propia conformación del CNE. El organismo está integrado por su presidenta Ana Paola Hall, del Partido Liberal, partido por el cual él se presentó como candidato; Cossette López, del Partido Nacional -el de Nasry Asfura, su rival y quien lleva la delantera en el conteo de votos-; y Marlon Ochoa, del oficialista Partido Libertad y Refundación (Libre), cuyo coordinador es el ex presidente Manuel Zelaya, marido de la jefa de estado Xiomara Castro de quien Nasralla fue vice.

ARCHIVO: Miembros del personal del candidato presidencial Nasry Asfura del Partido Nacional de Honduras participan en el recuento de actas electorales en Tegucigalpa, Honduras el pasado 17 de diciembre de 2025 (Reuters)

En los pasillos del CNE no entienden si Nasralla está acusando a sus propios aliados de ser parte de ese “crimen organizado” -tal como los llamó- por el resultado que parece inapelable. “Los consejeros están sufriendo mucha presión, pero se mantienen firmes”, subrayan desde Tegucigalpa.

Analistas hondureños creen que Nasralla intenta generar escándalo o conmoción nacional como para exigir la nulidad de las elecciones, medida que no pareciera contar con respaldo popular ni con sustento legal.

Con el 99,92% de las actas escrutadas, Asfura encabeza el recuento con 1.391.989 votos, equivalentes al 40,34%, frente a los 1.362.358 sufragios de Nasralla, que representan el 39,48%. La diferencia entre ambos candidatos es inferior a un punto porcentual, de acuerdo con los datos difundidos por el órgano electoral.

Asfura sigue adelante cuando restan por escrutar un poco más de 1.000 actas electorales de las 2.792 que presentaron inconsistencias y con las cuales el jueves se inició un escrutinio especial. Nasralla dice que sus actas le indican que es el vencedor, pero lo cierto es que todos los candidatos que se presentaron el pasado 30 de noviembre tienen los mismos documentos para contrastar los resultados.

Desde el comienzo de este lento escrutinio, Asfura se mantuvo ajeno a las polémicas y se mostró sereno en sus declaraciones pese a que en algún momento también estuvo detrás en el conteo oficial. “Es así, serio. Como lo fue durante todo el proceso electoral. No va a cambiar, ni a ir contra las instituciones del país”, dicen a su alrededor.

ARCHIVO: El candidato presidencial Nasry Asfura, del Partido Nacional de Honduras, durante una conferencia de prensa. El postulante -que lleva la delantera en el conteo de votos- se mostró sereno y calmo durante todo el proceso electoral (Reuters)

En cambio, su rival es la antítesis en el manejo de esta crisis política que lo tiene como protagonista

El escrutinio especial, que se debió iniciar el pasado 13 de diciembre, comenzó con cinco días de retraso, en un ambiente de incertidumbre y suspicacia. El CNE tiene hasta el 30 de diciembre para dar a conocer los resultados oficiales de los comicios, por lo que urge la celeridad del escrutinio especial.