
El narcotraficante uruguayo Luis Fernández Albín llegó extraditado desde Argentina el jueves en medio de un fuerte operativo de seguridad. Al día siguiente compareció ante la Justicia, que decidió formalizar la investigación sobre él. Fernández Albín fue imputado por narcotráfico, contrabando y lavado de activos y enviado a prisión preventiva por 120 días.
Fernández Albín fue extraditado desde Argentina tras un proceso simplificado, que implica que el detenido accede voluntariamente a ser trasladado al país que lo requiere, informó el Ministerio del Interior.
La incautación de dos toneladas de droga fue lo que le permitió a las autoridades encontrar la mayor evidencia para pedir a Argentina formalmente su arresto. Fue en una precaria chacra que los policías encontraron debajo de la arena casi dos toneladas de cocaína dispuestos para ser colocados en una lancha, que alcanzaría un barco en alta mar y tendría como destino final a Europa. El cargamento encontrado está valuado en USD 13 millones en el mercado interno, pero esa cifra era superior si se considera que iba hacia el mercado europeo. Allí se valorizaría en unos USD 60 millones.

La investigación por este caso permitió enviar hasta el momento a ocho personas a prisión por diversos delitos vinculados al tráfico de drogas y lavado de activos. También se incautaron vehículos, bienes y documentación.
Según informó El País, hubo meses de investigación y análisis de distintos elementos que permitieron vincular a Fernández Albín con ese cargamento. El análisis de celulares de otros miembros de la banda fue fundamental porque allí se encontraron audios del narcotraficante.
La imputación por lavado de activos se dio porque según los investigadores existen muchos gastos injustificados, como la compra de inmuebles. Además, el delito de contrabando se explica porque, cuando estaba en libertad en Uruguay, se le encontró una camioneta de origen brasileño en un allanamiento.
Al igual que su llegada al país, su presencia en el juzgado –ubicado en el casco histórico de Montevideo– fue acompañada por un fuerte operativo de seguridad. Si bien la audiencia comenzó a la hora 15 de este viernes, Fernández Albín estuvo desde la mañana en el lugar.
El narco prefirió no declarar en la audiencia de formalización, aunque consultó a la Fiscalía por su situación procesal. También expresó su descontento por que se lo vincule con el atentado que sufrió la fiscal de Corte, Mónica Ferrero, pero la fiscal le aclaró que no es investigado por ese caso, según consignó ese medio uruguayo.
Los investigadores uruguayos creen que Fernández Albín se encarga de proporcionar la logística de los grandes cargamentos de droga de Sebastián Marset, el narcotraficante uruguayo que está prófugo de la Justicia desde hace más de dos años. Además, su clan también se dedica a abastecer de pasta base y marihuana para el consumo interno de la zona metropolitana de Montevideo.

El vínculo entre Fernández Albín y Marset no ha podido ser probado por los investigadores, pero lo dan por hecho.
También ha sido vinculado al Betito Suárez, uno de los líderes narco del país, que disputa el territorio de venta de droga en Cerro Norte, informó el noticiero Telemundo de Canal 12.
Fernández Albín tiene 38 años y es argentino, pero se mudó al barrio Cerro de Montevideo siendo niño. Su vida en el mundo delictivo comenzó muy pequeño: con 10 años ya tenía indagatorias por hurto y arrebatos.
Siendo menor, Fernández Albín fue recluido en un centro de menores, pero se fugó varias veces.
A los 20, en tanto, empezó en el negocio del narcotráfico y al poco tiempo se vinculó al tráfico internacional. Una de las veces que cayó detenido fue por enviar a personas con cocaína a España.
En diciembre de 2024, en tanto, fue autor intelectual de un atentado contra el Instituto Nacional de Rehabilitación, el organismo que gestiona las cárceles.