El nombre de Eugenia Tobal volvió a tomar relevancia este año a partir de su participación en MasterChef Celebrity. Su paso por el reality culinario de Telefe no solo la devolvió al prime time televisivo, sino que también reactivó el interés por su vida personal, sus decisiones y su historia reciente. En ese marco, la actriz se permitió hablar de uno de los procesos más profundos e íntimos de su vida: el camino que recorrió hasta convertirse en madre, una experiencia atravesada por el dolor, la reflexión y la posibilidad de elegir.
Durante una charla en el streaming oficial del programa, conducido por Nati Jota y Grego Rossello, Tobal se sinceró sobre la maternidad y explicó que pudo cumplir ese deseo gracias al congelamiento de óvulos, una decisión que tomó luego de atravesar una pérdida que marcó un antes y un después. “Yo pude ser mamá gracias a que congelé mis óvulos”, afirmó sin rodeos, dando inicio a un relato de emoción y conciencia.
Ante la pregunta de la conductora sobre el momento vital en el que se encontraba cuando tomó esa determinación, Eugenia reconstruyó el contexto con absoluta honestidad. “Había perdido un embarazo y dije: ‘Bueno, acá tengo que hacer algo porque la maternidad la voy a cumplir en algún momento’”, recordó.

A partir de allí, la actriz amplió su reflexión y habló desde un lugar colectivo, poniendo el foco en las mujeres y en los tiempos que impone —o cuestiona— la sociedad. “Está bueno que la mujer decida cuándo elige ser mamá, en qué momento y que cada una tiene su tiempo”, sostuvo, marcando una postura clara sobre la autonomía y el derecho a elegir. Y sumó una aclaración clave: “Y está bien si lo elegís y está bien si no lo elegís también”, una frase que resonó especialmente entre quienes siguen el debate sobre maternidades posibles y no obligatorias.
Lejos de idealizar el proceso, también compartió una recomendación práctica basada en su propia experiencia. “Yo recomiendo que lo hagan cuanto antes, entre los veintipico y los treinta y pico”, señaló en referencia al congelamiento de óvulos, subrayando la importancia de informarse y contar con herramientas médicas que permitan ampliar el margen de decisión.

En ese intercambio, Nati Jota aportó su mirada personal y confesó estar evaluando esa posibilidad en el corto plazo. “Yo lo que estoy pensando es el año que viene. Tengo 31”, comentó la conductor. La respuesta de Eugenia fue empática y alentadora: “Hermoso”, dijo primero, antes de profundizar su reflexión. Con un tono sereno pero contundente, la actriz destacó el valor de decidir con información y conciencia. “Teniendo la posibilidad de postergarla a conciencia y poder elegir el camino correcto para tomar la decisión, porque no es una decisión fácil”, explicó, dejando en claro que la maternidad no responde a una única fórmula ni a un mandato inamovible.
En el tramo final de su testimonio, Tobal volvió sobre su propia historia y habló del paso del tiempo, de las dificultades y de las dudas que muchas mujeres atraviesan en silencio. “Tal vez me llegó en un momento tardío, como en una edad complicada”, reconoció, sin dramatizar pero sin minimizar el desafío. Y agregó una reflexión que funcionó como mensaje para quienes atraviesan situaciones similares: “Muchas mujeres que estén pasando por esto creen que no pueden”.
Lejos de cerrar el tema desde una única experiencia, Eugenia amplió la mirada y dejó una frase que sintetizó el espíritu de toda su charla. “Y también digo que hay muchas maneras de ser mamá”, concluyó el testimonio, reafirmando que la maternidad puede construirse desde distintos caminos, tiempos y decisiones.