El Ministerio de Defensa de Camboya denunció que el ejército tailandés bombardeó este jueves el centro de casinos en la ciudad de Poipet, la principal comuna que une ambos países por su cercanía con los cruces terrestres más importantes entre ambos países.

Según el comunicado difundido, “las fuerzas tailandesas lanzaron 2 bombas en la zona del municipio de Poipet, provincia de Banteay Meanchey” a las 11:00 horas locales (04:00 GMT) del jueves.

Actualmente, las autoridades camboyanas mantienen la suspensión total de todos los pasos fronterizos con Tailandia. La reanudación de los combates en la frontera dejaron al menos 30 muertos en Tailandia y 17 en Camboya en lo que va del mes, además de provocar el desplazamiento de unas 800.000 personas, según datos oficiales.

El conflicto se origina en antiguas disputas de soberanía vinculadas a la línea de frontera de 800 kilómetros establecida en la época colonial y por el control sobre varios templos históricos ubicados en la divisoria.

Ambos gobiernos se culpan mutuamente por el inicio de la nueva escalada, alegando legítima defensa y acusándose de atacar infraestructuras civiles.

Un camión militar transporta un tanque en una carretera en medio de enfrentamientos mortales entre Tailandia y Camboya (REUTERS/Athit Perawongmetha)

El Ministerio del Interior de Camboya señalo además el martes que al menos cuatro casinos del país resultaron dañados por bombardeos tailandeses desde que comenzaron los enfrentamientos el 7 de diciembre.

Desde el otro lado de la frontera, Tailandia está evaluando opciones para repatriar a cerca de 6.000 ciudadanos que han quedado varados y sin posibilidad de regresar a su territorio tras el cierre de uno de los principales pasos con Camboya.

En medio de este conflictivo panorama, el primer ministro de Tailandia, Anutin Charnvirakul, utilizó sus redes sociales para afirmar que la reciente explosión que hirió a militares tailandeses no fue un accidente y que las operaciones militares lanzadas “hablan por sí solas”.

Según informó el diario Khaosod, Anutin subrayó que las fuerzas armadas del país seguirán actuando “hasta que perciba que ha terminado la amenaza contra el país y su gente”, rechazando cualquier cese de hostilidades.

En su mensaje, publicado en Facebook, Anutin respondió también a declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump, quien había atribuido la reanudación de los combates fronterizos a una explosión accidental de mina. El mandatario tailandés descartó los dichos del mandatario norteamericano y afirmó: “Definitivamente esto no ha sido ningún accidente”.

El primer ministro de Tailandia, Anutin Charnvirakul, observa el día en que habla con los miembros de los medios de comunicación (REUTERS/Chalinee Thirasupa)

(Con información de AFP y Europa Press)