El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, habla durante una rueda de prensa, en San José, Costa Rica (REUTERS/Mayela López)

El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, evitó este martes por segunda vez un proceso que podría haber terminado en su destitución, luego de que el Congreso votara en contra de retirarle la inmunidad presidencial.

La votación, impulsada por una solicitud del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), terminó con 35 votos a favor de desaforarlo y 21 en contra, pero no alcanzó la mayoría calificada de 38 votos necesaria para permitir que el mandatario enfrentara una investigación formal.

El TSE había pedido al Congreso retirar el fuero a Chaves con el argumento de que habría aprovechado su cargo de manera “ilegítima” para favorecer un programa político de cara a las elecciones de febrero de 2026. Tras conocer el resultado, el titular del Congreso, Rodrigo Arias, declaró: “No existen los elementos suficientes para aprobar el levantamiento de la inmunidad”.

Chaves, por su parte, agradeció a los legisladores que votaron en su favor: “Le agradezco a esos 21 patriotas que hicieron lo correcto, obviamente a los 35 filibusteros que se prestaron al juego, que Dios los perdone”, expresó, y acusó a sus adversarios de “violentar” y “mancillarlas instituciones democráticas.

Sin embargo, el TSE enfatizó que el caso solo queda “suspendido temporalmente”, por lo que el mandatario deberá afrontar las acusaciones cuando abandone la presidencia en mayo.

Simpatizantes del presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, celebran después de que los legisladores votaran en contra de levantar su inmunidad presidencial (REUTERS/Mayela López)

“Son hechos muy graves”, advirtió la diputada Alejandra Larios, quien criticó a Chaves por supuestamente usar recursos públicos para influir en el proceso electoral, recordando que la ley costarricense prohíbe expresamente al presidente participar en campañas o beneficiar a partidos desde el ejercicio de su cargo.

En contraste, la diputada María Marta Carballo argumentó que quitarle la inmunidad por una causa de naturaleza no penal sería “atentar contra la democracia”.

Esta fue la segunda ocasión en que Chaves, de 64 años, se enfrentó a una posible destitución en el Congreso costarricense, después de que en septiembre la cámara ya rechazara retirarle el fuero por un caso de presunta corrupción. Nunca antes en Costa Rica un presidente había estado tan cerca de un proceso de desafuero. “Hoy se les cayó el segundo show”, dijo Chaves tras la votación.

El caso más reciente, iniciado por el Tribunal Supremo de Elecciones, queda momentáneamente suspendido. En el plano internacional, el influyente congresista republicano Mario Díaz-Balart, aliado del presidente estadounidense Donald Trump, alertó semanas atrás que “remover a un presidente a pocos meses de las elecciones podría “poner en riesgo la legitimidad democrática” de Costa Rica.

Legisladores celebran tras votar en contra del levantamiento de la inmunidad del presidente Rodrigo Chaves, tras una solicitud del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) por supuesta injerencia en la campaña electoral, en San José (REUTERS/Mayela López)

Antes de la sesión, diversos analistas advertían que la oposición difícilmente conseguiría los votos necesarios para removerlo del cargo y que los plazos hacían improbable cualquier proceso judicial durante el tiempo que le resta en el poder.

En septiembre, Rodrigo Chaves ya había logrado conservar su inmunidad parlamentaria tras enfrentar una acusación de la Fiscalía por presunta adjudicación irregular de un contrato de servicios de imagen para la presidencia, por un monto cercano a los 32.000 dólares, que supuestamente habría beneficiado a un amigo personal. De haber prosperado el caso, el mandatario podría haber enfrentado una condena de prisión dictada por la Corte Suprema.

(Con información de AFP)