Siempre fiel a su estilo, Moria Casán marcó la entrevista a Guillermina Valdés en La mañana con Moria (Eltrece), donde la conductora no dudó en poner sobre la mesa los romances de la empresaria tras su separación de Marcelo Tinelli.
“Vos tuviste un tiempo para conocerte más después de haberte separado de Marcelo Tinelli, pero te bajaste unos cuantos chabones”, lanzó la conductora con picardía, enumerando sin rodeos: “El jugador de fútbol, Maratea, Joaquín Furriel…”. Lejos de molestarse, la actriz comenzó a reírse y abrió paso a una charla sobre vínculos, exposición mediática y autoconocimiento.

La primera anécdota que compartió Valdés giró en torno a su breve relación con el arquero de Boca, Javier García. Recordó un episodio insólito que vivió en una de sus primeras citas, marcado por la presión de la prensa y el miedo a ser fotografiada. “Ya habían salido algunas fotos con él y yo estaba muy perseguida con la prensa, entonces bajé rápido del auto porque tenía miedo y estaba paranoica y me tragué un vidrio. Me rompí la nariz en mi segunda cita con él”, relató la empresaria, quien además deslizó que García no la ayudó demasiado tras el accidente. La situación, según Valdés, reflejó el nivel de exposición y ansiedad que sentía en ese momento: “Estaba muy fóbica a la exposición. Sentía que me perseguían todo el tiempo”.
El diálogo avanzó hacia su vínculo con Santi Maratea, sobre el que Guillermina fue clara al describirlo como una relación más emocional que romántica. “Hubo un vínculo, sí, no lo voy a negar, pero fue más amoroso y de cierta hermandad”, confesó. Profundizó en la conexión que los unió: “No voy a decir mucho porque no está la otra persona, pero fue una cuestión de encontrarnos con situaciones de vida similares incluso en la infancia. Tuvimos vivencias parecidas y nos conmovimos mucho. Fue intenso, acá hubo algo”.
En cuanto a su relación con el actor Joaquín Furriel, la exjurado del Bailando explicó que la ruptura se dio en buenos términos y que ambos supieron reconocer las diferencias en sus estilos de vida. “Estuvimos un año y fue una relación muy linda, aunque siento que no teníamos mucho que ver. Disfrutamos el tiempo juntos, pero yo tenía mi vida acá y él estaba con muchos viajes”, detalló. La empresaria remarcó que el final fue saludable para ambos: “Creo que está bueno cuando uno entiende que no tiene mucho que ver con el otro pero que hay algo lindo. Y algo más: no solo fue sano el vínculo, sino también el desenlace. Los dos pudimos poner un freno y decir ‘hasta acá’”.
A lo largo de la entrevista, Guillermina Valdés reflexionó sobre su proceso personal y el aprendizaje que le dejaron sus experiencias pasadas. “Estoy empezando a elegir”, afirmó, señalando que su manera de vincularse cambió con el tiempo. “Creo que cuando uno elige desde un lugar de carencia, elige distinto. No lo digo porque esté mal lo anterior, todos son procesos”, explicó. Según contó, la clave está en buscar relaciones desde un lugar más sano y completo: “Tiene que ver con estar bien con una misma, con la integridad, con respirar y estar presente. Hacer tu trabajo, cuidar a tus hijos, respetar tus valores”. Consultada por su presente sentimental, fue contundente: “Esta Guillermina todavía no eligió a nadie”.

El intercambio cerró con una reflexión de la animadora, quien celebró la libertad y el disfrute que puede llegar tras una ruptura amorosa. “Sé que estás con la líbido al palo y está bueno que te permitas y disfrutes de este momento y del sexo después de una separación”, concluyó.