
Después de meses de rumores y pistas sueltas en redes, Adrián Suar decidió dar el paso que faltaba para que el vínculo deje de ser un secreto a voces. El actor y productor compartió en sus historias de Instagram la primera imagen junto a Rocío Robles, en pleno viaje por Roma, Italia, y con eso terminó de confirmar lo que desde principios de este año se comentaba en voz baja y se analizaba en voz alta: están juntos.
La postal elegida no fue casual. Los dos aparecen de espaldas, abrazados y mirando el Coliseo Romano, en una imagen que combina intimidad y guiño turístico. Ella, vestida en tonos claros, apoya la mano en la espalda de él; él, con campera oscura y anteojos, mira hacia el anfiteatro. Y fiel a su estilo, el productor acompañó la foto con una frase bien suya, de humor seco y directo: “¿Cuándo termina la construcción?”. Una línea breve que funcionó como sello personal… y, al mismo tiempo, como la confirmación pública que no habían dado hasta ahora.
La reacción de Rocío fue inmediata: replicó la historia en su propio perfil, validando el blanqueo sin necesidad de sumar palabras. En el mundo del espectáculo, donde muchas veces las definiciones llegan en forma de título o de comunicado, acá el mensaje fue otro: una imagen, un chiste y un repost. Listo. Pareja oficial.
Lo interesante es que, antes de esa “luz verde” definitiva, ella ya venía mostrando el viaje con una estética cuidada, entre postales, detalles y pequeñas pistas. En sus historias compartió imágenes de distintas ciudades y momentos del recorrido: desde la Galería Vittorio Emanuele II repleta de gente y luces hasta el Duomo de Milán iluminado de noche, con esa escena típica de turistas y clima invernal. También sumó un costado bien fashion del paseo, con una foto del edificio de Gucci intervenido con luces y decoraciones festivas, en sintonía con el espíritu navideño europeo.
Hubo más: una selfie frente al espejo, en un baño de mármol, con un look relajado pero elegante; un helado artesanal en Venchi Duomo como pequeño lujo de paseo; y visitas culturales al Museo del Novecento, donde mostró vitrales, esculturas y una maqueta imponente del Duomo. Un diario visual que, para quienes siguen el minuto a minuto de su vida, decía bastante sin decirlo todo.
En paralelo, días antes de la foto del Coliseo, Rocío ya había soltado otra señal que alimentó las especulaciones: una imagen de una cena con las manos entrelazadas sobre la mesa, con luces bajas y un emoji de corazón. Sin etiquetar, sin nombre propio, pero con un lenguaje universal. En ese punto, lo que faltaba era el gesto “de él”. Y llegó.
El blanqueo, además, se dio en un contexto de ruido mediático alrededor de Suar. En las últimas horas, se habló mucho de un momento emocional de Araceli González al aire de La Noche de Mirtha (Eltrece), cuando se quebró al recordar su vínculo con su expareja y padre de su hijo. En ese clima, la foto desde Roma se leyó como una confirmación a destiempo, una manera de correr el foco o simplemente la decisión de seguir con su vida sin negociar los tiempos de la conversación pública.
Mientras tanto, el romance vuelve a poner en primer plano a Robles, una figura que hace tiempo comenzó a armar un perfil propio. Rosarina, con pasado como modelo y con experiencia en televisión, también se hizo conocida por su paso por ShowMatch y, en la actualidad, trabaja como periodista deportiva en F3 (ESPN). En los últimos años, sumó recorrido profesional y un estilo de exposición más medido: comparte, pero administra. Muestra, pero dosifica. La diferencia de edad también fue parte del análisis alrededor de la pareja. Sin embargo, ellos eligieron el camino más clásico: bajo perfil, silencios largos y una confirmación que llega cuando ya no hay mucho que explicar.