
Bajo uno de los cielos más limpios del planeta, entre la quietud de la cima del Maunakea en Hawái, un grupo de jóvenes observadores y expertos de la astronomía compartió el privilegio de presenciar lo que para muchos será un evento único en la vida: el tercer objeto interestelar jamás detectado atravesando el Sistema Solar y mostrando un resplandor verdoso inesperado.
Según el Laboratorio Nacional de Investigación en Astronomía Óptica-Infrarroja de la NSF (NOIRLab), el Cometa 3I/ATLAS sorprendió a la comunidad científica tras reaparecer después de su paso detrás del Sol, regalando una imagen fascinante captada el 26 de noviembre de 2025 por el telescopio Gemini Norte.
3I/ATLAS no es un cometa ordinario. Se trata de un visitante proveniente de fuera del Sistema Solar, siguiendo una trayectoria hiperbólica que lo alejará irremediablemente hacia el espacio interestelar. Identificado a más de 210.000 kilómetros por hora y descubierto a finales de junio, el objeto solo había tenido dos predecesores documentados: 1I/‘Oumuamua y 2I/Borisov. Su comportamiento ha desconcertado a los expertos, quienes, como han advertido que el 3I/ATLAS es probablemente el mayor y más antiguo objeto interestelar visto hasta ahora.

La más reciente sesión de observación, desarrollada como parte del programa Shadow the Scientists, integró a estudiantes de todo el planeta en una experiencia real de recolección de datos astronómicos. De acuerdo con NOIRLab, estas iniciativas buscan acercar la investigación de vanguardia al público mediante la participación directa en experimentos científicos auténticos, consolidando un puente entre la educación y la ciencia de frontera.
De rojizo a verde: el enigma del resplandor
Las primeras imágenes obtenidas desde Gemini Sur en Chile sugerían una coloración rojiza en el cometa. Tras su retorno y con la ayuda del Espectrógrafo Multi-Objetos de Gemini (GMOS), una nueva fotografía reveló el tenue brillo verdoso que caracteriza actualmente a la coma del 3I/ATLAS.
“El cometa permanece fijo en el centro del campo visual, mientras las estrellas de fondo forman rayas de colores, mostrando el movimiento relativo del cielo nocturno”, describió NOIRLab en su comunicado oficial.
La explicación tras este color es física y química. Cuando los gases de la coma —el halo brillante que rodea el núcleo— comienzan a evaporarse debido al calor solar, liberan moléculas como el carbono diatómico (C2), responsable de la característica tonalidad verde. Tal fenómeno ocurre en varios cometas, aunque en 3I/ATLAS el cambio de tonalidad fue más notorio después de su aproximación al Sol.

A pesar de estos descubrimientos, los astrónomos mantienen la incertidumbre sobre cómo evolucionará el cometa en su trayecto final fuera del sistema solar.
“No sabemos aún cómo reaccionará a medida que se aleje del Sol y baje su temperatura. Muchos cometas presentan reacciones diferidas al calor solar, pues el calor puede penetrar lentamente en el interior y activar emisiones de nuevos químicos o incluso provocar estallidos”, señalaron desde el NOIRLab.
La observación minuciosa del objeto continúa, ya que las próximas semanas prometen ser determinantes. El Gemini Norte seguirá rastreando cualquier cambio en la composición de los gases y la posible aparición de nuevas explosiones en el cometa. El interés no es solo científico: la información recopilada ayudará a entender cómo se forman y evolucionan estos raros viajeros y qué secretos pueden guardar acerca de la formación de los primeros sistemas estelares de la galaxia.
Ciencia abierta y colectiva
Una de las novedades de esta campaña de observación fue la integración de estudiantes y miembros del público a través de la iniciativa Shadow the Scientists, promovida por el NOIRLab y respaldada por el programa CrEST de la Universidad de California, Santa Cruz.
“Compartir una experiencia de observación en algunas de las mejores condiciones da al público una vista en primera fila de nuestro visitante interestelar. Además, esto ayuda a desmitificar el proceso científico y otorga transparencia al estudio de este fascinante objeto”, declaró Bryce Bolin, investigador principal del programa.

Toda la información recolectada está disponible públicamente en el archivo del Observatorio Gemini, siguiendo la apuesta de NOIRLab por democratizar la ciencia y extender el aprendizaje sobre fenómenos celestes a la mayor cantidad de personas posible.
Tras reaparecer cerca del sistema estelar triple Zaniah, en la constelación de Virgo, 3I/ATLAS ha continuado su viaje, alejándose progresivamente no solo del Sol, sino de toda la influencia gravitacional del Sistema Solar. Se estima que el 19 de diciembre completará su máxima cercanía a la Tierra, a más de 270 millones de kilómetros.
Los expertos mundiales aguardarán atentos cualquier cambio en el comportamiento del visitante cósmico, sabiendo que este tipo de objetos rara vez ofrece segundas oportunidades. Como resumió el propio Bolin: “Permitir al público ver lo que hacemos los astrónomos y cómo lo hacemos añade transparencia a nuestro estudio de este fascinante objeto”.