
De a poco, pero a paso firme, se va hilando una postura de resistencia y mirada crítica del peronismo a la reforma laboral que impulsa el gobierno de Javier Milei. En la última semana, hubo una serie de reuniones entre el sector legislativo de la fuerza política y la pata sindical. Empezó a construirse una postura mancomunada para evitar fisuras en el posicionamiento público y en el Congreso.
Hasta el momento hay una postura uniforme. Los senadores y diputados de Fuerza Patria coinciden con la CGT, la CTA, ATE y los movimientos sociales en rechazar los principales apartados del proyecto oficialista, que ingresó este jueves por la mañana al Senado y que empezó a unir a un espacio político que está plagado de grietas y de internas.
El pico de mayor dureza tuvo como protagonista a la nueva CGT, que lideran Jorge Sola, Christian Jerónimo y Octavio Argüello, quienes ayer por la tarde convocaron a una marcha para el jueves 18 de diciembre a la Plaza de Mayo, con el objetivo de hacer una muestra de fuerza callejera y materializar el rechazo al proyecto.
Sola fue el encargado de convocar a la movilización y avisar que el titular de la UOCRA, Gerardo Martínez, que fue el representante sindical en el Consejo de Mayo, había dejado en claro en los encuentros que hubo con distintos sectores del gobierno nacional y de la oposición, que la central obrera estaba en desacuerdo con el proyecto y con las referencias de la Casa Rosada al sindicalismo.

“Muchos de los puntos son claramente inconstitucionales. Van en contra de los principios protectores de los derechos del trabajo. Va a significar una pelea judicial”, sostuvo el secretario general, que también conduce el sindicato del Seguro, al tiempo que adelantó que el triunvirato se va a comunicar con las delegaciones provinciales para que tengan reuniones con los gobernadores y los legisladores de su distrito. Quieren una postura unificada y dura en todo el país.
El posicionamiento duro de la central obrera diluyó muchos temores que había en un sector del sindicalismo respecto a la postura que iba a tener el nuevo triunvirato con el gobierno nacional. Desconfiaban de la decisión de ser confrontativos en una instancia donde sabían que la reforma laboral iba a ocupar el centro de la agenda política.
El miércoles la CGT se reunió con el bloque de senadores justicialistas y los diputados sindicalistas que están encima de los distintos temas vinculados a las modificaciones laborales. En ese encuentro hubo una convergencia de posturas y un pedido de los referentes sindicales para que los legisladores rechacen el proyecto.
“Nuestro bloque no va a apoyar ninguna propuesta que perjudique a los trabajadores y a sus organizaciones. Acordamos trabajar juntos en unidad, seguir sumando voluntades para ampliar el espectro opositor a esta reforma regresiva, que busca abaratar el trabajo, tener mano de obra esclava y facilitar los despidos más que facilitar las contrataciones”, sostuvo el senador porteño Mariano Recalde.

La ronda de reuniones siguió este jueves y el resultado fue similar. Ayer hubo un encuentro entre los mismos legisladores y los principales representantes de la CTA y ATE. Ambos sectores coincidieron en remarcar que la reforma impulsada por el oficialismo es “un evidente ataque al sistema laboral argentino” y resaltaron que el proyecto “está muy lejos del pretendido objetivo de promover un incremento del empleo registrado”.
Uno de los mensajes más duros fue el del titular de la CTA Autónoma, Hugo “Cachorro” Godoy, quien les habló directo a los gobernadores de todos los partidos políticos, incluso a los del PJ. Les aseguró que si apoyan la reforma laboral y el Presupuesto 2026 se terminarán “tirando un tiro en el pie”. Además, sostuvo que la reforma impositiva significará la percepción de “menos impuestos y ello redundará en menos recursos para las provincias”.
A la CGT aún le falta reunirse con los gobernadores peronistas para comprometer su apoyo y escuchar sus posturas. Axel Kicillof ya se ha expresado en términos muy duros respecto a la iniciativa libertaria. “Todo este paquete de leyes huele a naftalina. Esperaba ver algo por lo menos de originalidad, de novedad. Es un fantoche de la época del Consenso de Washington”, indicó. El Gobernador podría sumarse a la manifestación la semana que viene.
Una de las principales misiones que tiene la fuerza política es salir del lugar de resistencia absoluta y transformar esa postura dura en una actitud más propositiva. Debe dejar de ser un espacio político que solo reacciona a los movimientos oficialistas. Así lo entienden varios dirigentes del peronismo, que advierten la necesidad de actualizar la postura del PJ respecto a las discusiones políticas.

En esa línea de trabajo están los bloques legislativos, que trabajan en una propuesta de modernización en la legislación laboral. Ayer al mediodía hubo una reunión del bloque de diputados peronista en la que Germán Martínez y las principales autoridades del bloque escucharon distintas posturas para trabajar en la unificación de proyecto propio.
La UTEP, que nuclea a diferentes movimientos sociales, trabaja en paralelo sobre la confección de un estatuto del trabajador de la economía popular. Su secretario general, Alejandro “Peluca” Gramajo, dijo, un puñado de días atrás, que “se debe que construir una nueva regulación del trabajo para 12 millones de personas de la economía popular”.
El peronismo se está endureciendo cada vez más de cara al tratamiento del proyecto que impulsa cambios en la legislación laboral. Están dispuestos a dar una batalla dura en la calle y en el Congreso. La propuesta de Milei los está volviendo a unir en la práctica. Una señal de pragmatismo frente a un debate político y social que atravesará a los empresarios, los trabajadores, los políticos y los comunicadores.