Bruno Valdez fue uno de los futbolistas que disputaron la final de la Copa Libertadores 2023 para Boca Juniors ante Fluminense en el Maracaná de Río de Janeiro. El paraguayo fue el sexto cambio de Jorge Almirón e ingresó por Nicolás Figal al minuto 113 del encuentro que terminó 2-1 a favor de los brasileños. Hoy, en vísperas de la finalización de su contrato, es un hecho que dejará de pertenecer al Xeneize y muy posiblemente continuará su carrera en Cerro Porteño, donde acaba de ser campeón. Sobre aquel encuentro definitorio, el defensor de 33 años dejó una confesión que generó debate en su momento.
“En la calentura, miré al banco, a los muchachos que estábamos ahí alentando y se me cruzó por la cabeza decirle al profe de meterme en los últimos diez minutos y me hizo caso. Me dio la oportunidad de jugar la final”, reveló Valdez sobre aquella inclusión en los instantes finales. Incluso llegó a rumorearse que el DT había visto una señal por la Séptima en el número de su dorsal (25, 2+5), algo que nunca fue confirmado por los protagonistas.
El ex América de México incluso detalló: “Entré de 9. En los últimos minutos el profe (Almirón) miró hacia atrás. Yo tenía unas ganas inmensas de ingresar y no teníamos delanteros. Le dije al profe si en los últimos diez minutos podía meterme de nueve para ir a buscar los centros. Tenía mucha confianza en mí y lastimosamente no me quedó ninguna jugada”.

Tiempo después, el propio Jorge Almirón desmintió al jugador paraguayo: “La gente que me conoce sabe que no es verdad, no existe, no pasó así. No tengo nada que explicar. A Bruno le tocó entrar en un momento importante y había pateado un penal contra Palmeiras (en semifinales) y lo convirtió. Lo que habla de que todos estaban muy concentrados y compenetrados. Cuando les tocó jugar, cumplieron. Los penales los hicieron. No tengo otra cosa que decir”.
Sobre aquel triste final, Valdez también había ventilado en aquel momento: “El vestuario se quedó en silencio, había mucha tristeza y nos mirábamos, nomás. Pero tampoco teníamos nada para reprocharnos, pusimos huevos, jugamos el alargue y lastimosamente no se pudo conseguir lo que queríamos”.

Al término del año 2023, tras la salida de Almirón y la asunción de Diego Martínez de cara al 2024, Valdez fue declarado prescindible y se marchó a préstamo a Cerro Porteño, donde sufrió una lesión de ligamentos y meniscos de rodilla en el mes de abril y se perdió casi todo el año de competencia. Renovó su préstamo y tuvo esporádicas participaciones a lo largo del 2025, donde igualmente se acaba de consagrar campeón del torneo y la Supercopa local.
Valdez era uno de los tantos futbolistas que firmaron préstamos hasta diciembre de 2025 fuera de Boca, pero finalmente no extendió su vínculo en la Ribera y culminará su estadía de forma definitiva. Sobre su balance del ciclo en el elenco azul y oro, declaró: “Es un cincuenta y un cincuenta. Arranqué jugando muchos partidos después me tocó sentarme en el banco”. El paraguayo, que acaba de ganar su séptimo título a nivel personal, presenció la victoria del Xeneize ante Patronato por la Supercopa Argentina 2022, por lo que ayudó a bordar una estrella. En la Ribera disputó un total de 34 partidos (6 por aquella Libertadores) y no convirtió tantos.
Otros dos futbolistas de Boca que habían sido cedidos a lo largo de este año también dirán adiós de forma definitiva el 31 de diciembre: Tomás Fernández (San Martín de San Juan) e Israel Escalante (Boca Unidos de Corrientes). Además, Nazareno Solís seguirá el mismo rumbo tras concluir su préstamo en Deportivo Madryn a fines de 2026.