El incendio forestal en Chubut ya consumió más de 3.000 hectáreas de bosque nativo y matorral en la zona de El Turbio

El incendio forestal declarado en la zona de El Turbio, en la cordillera de Chubut, mantiene su actividad y preocupación entre autoridades provinciales y los equipos de emergencia desde hace más de una semana. Fue detectado el primero de diciembre en el área de Loma de la Chancha, cerca de Río Turbio y del Parque Nacional Lago Puelo, el foco ígneo atribuido al impacto de un rayo obligó a desplegar un operativo sostenido de combate, que involucra tanto recursos humanos como materiales de distintos organismos nacionales, provinciales y municipales.

En las últimas jornadas, y ante las condiciones del terreno y el avance del fuego, el Gobierno de Chubut, dispuso el refuerzo de los equipos y la incorporación de nuevas estrategias para atenuar los sectores más comprometidos del incendio, que continúan activos a pesar de los avances logrados y ya consumió más de 3.000 hectáreas.

El Servicio Provincial de Manejo del Fuego (SPMF), dependiente de la Secretaría de Bosques, se encuentra al frente del comando de las operaciones. Además, en la madrugada de este jueves, el personal de línea fue trasladado en helicóptero hasta puntos críticos, donde comenzó un ataque directo sobre distintos frentes del incendio.

Más de 60 bomberos y brigadistas combaten el fuego en Chubut con apoyo de helicópteros y equipos terrestres especializados

Más de 60 combatientes, distribuidos en distintos campamentos, desarrollan tareas de construcción de cortafuegos y extinción utilizando instrumentos manuales, mochilas de agua y sistemas de bombeo. La labor exige un esfuerzo ininterrumpido, amplificado por la topografía irregular y la presencia de vegetación nativa y matorral seco en grandes extensiones. El tipo de combustible vegetal y la conformación del terreno, con relieve accidentado, dificultan tanto el desplazamiento del personal como el propio control del fuego.

A pesar de estos obstáculos, los equipos lograron reducir de manera significativa el avance del fuego especialmente sobre el flanco izquierdo, una de las áreas que presentaba mayor riesgo. Las condiciones meteorológicas añadieron dificultad a las tareas, pues la combinación de viento seco y ráfagas fomenta la propagación de las llamas y complica el trabajo cuerpo a cuerpo de los equipos en el perímetro. De momento, la situación del viento es la que mayor preocupación genera para lograr apagar la totalidad del fuego.

El Gobierno de Chubut refuerza los equipos y estrategias para contener los sectores más comprometidos del incendio en Loma de la Chancha

El operativo, de alcance regional, involucra la colaboración directa de bases y brigadas de Las Golondrinas, Lago Puelo, El Turbio, Cholila, El Maitén y Epuyén. También intervienen la Brigada Sur del Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF), el ICE de Parques Nacionales y personal del SPLIF de Río Negro.

Más de medio centenar de trabajadores de distintos organismos cumplen funciones en logística, comunicaciones, sanidad, apoyo meteorológico y organización general, en articulación con la Subsecretaría de Protección Ciudadana y la Secretaría de Salud de Chubut, la Prefectura Naval Argentina, el Ejército Argentino, el Hospital Rural de Lago Puelo y el área de Educación provincial.

En el terreno, el dispositivo cuenta con quince camionetas, un camión de puesto de comando avanzado, tres embarcaciones, un camión cisterna, un tractor equipado con carro, un bus para transporte y unidades aéreas que se utilizan tanto para el traslado de personal como para relevamiento y acciones puntuales de ataque desde el aire.

El despliegue incluye vehículos, embarcaciones, unidades aéreas y apoyo logístico de organismos provinciales y nacionales para combatir el fuego en Chubut

El despliegue se completa con equipos de apoyo como la Base de Servicio Golondrinas, áreas de logística y asistencia técnica del SPMF, la Delegación Frontal El Hoyo y personal de la Autoridad de la SB.

Por el momento, la superficie afectada por el incendio permanece bajo análisis y evaluación. La vegetación dañada se compone principalmente de matorral y bosque nativo, lo que eleva el nivel de atención sobre las tareas orientadas a evitar la expansión del fuego y mitigar el impacto sobre el ecosistema de la zona cordillerana.