
El líder de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), Facundo Jones Huala, continuará detenido por otros 90 días, luego de la prórroga que autorizó la Justicia Federal por pedido de fiscalía, que trabaja en la recopilación de pruebas en el marco de la causa que denunció el Ministerio de Seguridad de la Nación por asociación ilícita.
El caso fue encuadrado como investigación compleja, por lo que las prórrogas podrán extenderse de forma paulatina hasta 2027.
Está detenido en la U6 de Rawson, una cárcel de máxima seguridad que depende del Servicio Penitenciario Federal. Pidió su derivación a Esquel, aunque el gobierno rechazó el planteo por razones de “seguridad”.
Cuando en la Patagonia se registraban múltiples incendios forestales, varios de ellos iniciados de forma intencional, Jones Huala presentó su libro “Entre Rejas, Antipoesía incendiaria”. Durante la socialización del escrito, avaló los atentados incendiarios y los sabotajes como método de confrontación contra el capitalismo.
Su testimonio fue recabado por el gobierno central que, a instancias del Ministerio de Seguridad de la Nación, lo denunció por presunta asociación ilícita.
La fiscalía federal, en las audiencias que se realizaron desde su detención, pidió prórrogas para seguir investigando la causa. Admitió dificultades para reunir material probatorio por la amplia extensión geográfica donde sucedieron los atentados que, de manera supuesta, habría provocado la RAM.
Para la defensa del mapuche, la decisión judicial de prorrogar la preventiva, es “vergonzosa” y apoyó su cuestionamiento en que el magistrado aceptó el pedido de la fiscalía en menos de un minuto, sin lugar a debate.

“Estaba pactado que había que mantener a Jones Huala tras las rejas”, dijeron fuentes de la Gremial de Abogados y Abogadas de la República Argentina y atribuyeron la decisión a una orden que surge del poder político nacional.
Para los abogados que ejercen la defensa del “lonko”, la audiencia de la semana pasada tenía como objetivo analizar la prórroga de la preventiva o bien morigerarla en cuanto a sus condiciones.
“Que siga preso mientras investigan, pero en la cárcel de Esquel, cerca de su familia” era la opción que planificó la Gremial de Abogados. Sin embargo la decisión contundente no dio lugar al debate de esa alternativa.
“La fiscalía fue un robot, solo leyó un texto donde repitieron cada cosa que ya dijeron en las dos audiencias anteriores” se quejaron desde la Gremial.
Jones Huala seguirá detenido hasta marzo de 2026, momento en el que habrá una nueva audiencia para definir si sigue privado de libertad. Existe, en este lapso, una alternativa – con escasa probabilidad- para su derivación a Esquel, la cual depende de la Dirección Correccional del Ministerio de Seguridad de la Nación.
El gobierno se opone a mover a Jones Huala. Cree que en Esquel, donde ya estuvo detenido en varias ocasiones, no están dadas las condiciones para su estadía, a pesar de que mientras estuvo allí registró el máximo porcentaje en materia de conducta.