El ministro de Hacienda Germán Ávila defendió los incrementos del salario mínimo implementados durante el actual Gobierno, asegurando que estas medidas no han afectado el control de la inflación ni la generación de empleo.

Con un crecimiento real del dos punto ocho por ciento y, en el 2024, una inflación del cinco punto dos por ciento, con un crecimiento del salario mínimo aplicado para el siguiente año del nueve punto cinco por ciento, con un crecimiento del salario real del cuatro punto tres por ciento”, afirmó Ávila, quien también anunció que el Gobierno prevé un aumento del salario mínimo de dos dígitos para 2026.

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El titular de Hacienda explicó que la estrategia oficial busca estimular la demanda interna y fortalecer la capacidad adquisitiva de la población.

Mientras las políticas del gobierno orientadas a estimular a través del crecimiento del salario mínimo, estimular el crecimiento de la demanda agregada, de la capacidad de compra de la sociedad, para que ello estimule la dinámica productiva en el país, siempre y cuando esa dinámica esté acompañada de un proceso de crecimiento económico como lo estamos logrando, los impactos inflacionarios se evitan”, sostuvo el ministro.

Ávila destacó que, pese a los incrementos salariales, la economía ha mantenido una tendencia favorable en los principales indicadores.

“Hemos logrado mantener tasas descendentes de inflación con crecimientos significativos e importantes del salario mínimo, con lo cual la sociedad y los trabajadores están obteniendo una mayor capacidad de compra”, señaló.

La administración federal anticipa un nuevo ajuste significativo en la remuneración básica, con el objetivo de fortalecer el poder de compra y continuar la reducción de la pobreza en un contexto de estabilidad económica - crédito Banco de la República

El ministro también subrayó los efectos positivos de esta política sobre la reducción de la pobreza. Según sus palabras, “se han venido corrigiendo de manera importante la, eh, situación de pobreza extrema y de pobreza general en el país”.

Con la proyección de un aumento de dos dígitos en el salario mínimo para 2026, el Gobierno reafirma su apuesta por fortalecer el poder adquisitivo y avanzar en la mejora de las condiciones sociales, en un entorno de crecimiento económico y descenso de la inflación.