Brian May habló sobre cómo es su vida actual luego de sufrir un derrame cerebral. (REUTERS/Ronda Churchill)

Brian May, el legendario guitarrista de Queen, sorprendió a los fanáticos al revelar cuál es para él el mejor solo de guitarra de todos los tiempos. En una entrevista con la revista Total Guitar, el músico británico elogió la destreza y la pasión de Eric Clapton, destacando su interpretación en “Key To Love”, incluida en el emblemático álbum Blues Breakers de John Mayall junto a Clapton.

Según May, esa ejecución representa el momento más intenso y vibrante que ha experimentado como oyente y aprendiz de guitarra.

La admiración de Brian May por un solo “absolutamente escalofriante”

Durante la entrevista concedida a comienzos de 2021, May no dudó en señalar a “Key To Love” como su solo de referencia: “Es ‘Key To Love’ de Eric Clapton, del álbum Blues Breakers de John Mayall”, afirmó el guitarrista, que se considera un estudioso de los grandes referentes del instrumento desde sus inicios en el rock.

El legendario guitarrista de Queen eligió una interpretación de Eric Clapton como la referencia suprema del instrumento, resaltando su poder emotivo y la influencia decisiva en su propia formación musical. REUTERS/Lucas Jackson/Archivos

May explicó qué distingue a ese solo del resto: “La considero la más intensa, apasionada y vibrante que escuché en mi vida, incluso hoy”. El artista no solo remarcó la calidad técnica de Clapton, sino el impacto emocional y la inspiración que le generó la grabación. “Me encanta. Es increíble y nunca la voy a superar. Es una de mis grandes inspiraciones”, reconoció con énfasis el integrante de Queen, quien construyó su propio estilo a partir del análisis minucioso de este tipo de obras maestras.

Eric Clapton y un solo que marcó a una generación

Él solo que más admira Brian May pertenece a “Key To Love”, segundo track del álbum lanzado por John Mayall en 1966 y conocido popularmente como The Beano Album. En ese disco, el joven Clapton ya era apodado “Slowhand” y se consolidaba como una figura central del blues británico, dejando huella con su inconfundible tono y fraseo.

May expresó su asombro ante la potencia de la interpretación: “¡Se lució en ese solo! Toda la pista gira en torno a ese solo. Cada vez que lo pongo, estoy esperando… John Mayall es genial, pero esperas ese momento en el que Eric se desata y de repente alcanza esas notas agudas. Es increíble. Absolutamente escalofriante”, señaló a Total Guitar.

El miembro de Queen compartió su admiración en una entrevista reciente, destacando cómo ese fragmento musical moldeó su propio modo de tocar la guitarra. EFE / Juanjo Martín.

Para muchos músicos y críticos, la grabación representa un hito en la historia de la guitarra eléctrica. La intensidad de Clapton en “Key To Love” se traduce en un fraseo rápido y agresivo que, de acuerdo a May, nunca deja de impresionar: “Cada vez que lo escucho, estoy esperando ese instante exacto en que Eric toma el control y eleva el tema a otro nivel”.

Influencia en el estilo de Brian May

La elección de “Key To Love” no responde solo a la admiración personal. May reconoció que estudió en profundidad ese solo mientras desarrollaba su técnica como guitarrista. “Lo estudié en detalle para entender cómo ‘Slowhand’ organizaba las frases y cómo construía tensión dentro de un fragmento tan corto”, confesó sobre el aprendizaje forjado a partir de la obra de Clapton.

May explicó que intentó descifrar los elementos que dotan de emotividad al solo y cómo cada nota cumple una función en el desarrollo de la pieza. El ejemplo de Clapton fue, según su propio relato, esencial para el desarrollo de un enfoque meticuloso y emocional sobre el instrumento, que lo diferenciaría en los años siguientes: “Claramente, tanto estudio dio sus frutos”.

A casi sesenta años de su publicación, el solo de guitarra en “Key To Love” continúa inspirando a varias generaciones de músicos y aficionados. La opinión de un referente como Brian May refuerza el carácter atemporal y la trascendencia de esta grabación, que sobresale como un punto de referencia obligado en la historia del rock y el blues británico.