Se acerca el fin de un año muy inestable en lo cambiario y, por ese motivo, la reciente estabilidad para el dólar parece una novedad.
Una enorme cobertura cambiaria preelectoral que da indicios de desarmarse por la estacional demanda de pesos en diciembre, las liquidaciones de trigo que vienen muy firmes -noviembre tuvo exportaciones récord por 1,2 millón de toneladas- y la provisión de divisas por emisiones corporativas compensaron el declive de la tasas en pesos y la demanda de dólares para turismo emisivo antes de la temporada estival, todo ello en un marco de reservas netas negativas.
Este miércoles el dólar mayorista terminó con baja de 2 pesos o 0,1%, a $1.453, que mantiene al tipo de cambio oficial a casi 60 pesos o 4,1% del techo de las bandas cambiarias que monitorea el BCRA, ahora en los $1.512,48. Si bien es un margen estrecho, en el corto plazo parece infranqueable aún dentro de un proceso de compras puntuales a manos del Tesoro.
“No vamos a salir a comprar dólares como loquitos para tener un dólar alto y probarle al mundo que somos competitivos”, destacó esta tarde el ministro de Economía Luis Caputo durante el discurso que ofreció este miércoles en el clásico almuerzo que organiza habitualmente el CICyP (Consejo Interamericano de Comercio y Producción).
Más temprano, el ministro había confirmado que negocia un crédito con bancos privados en torno a los USD 7.000 millones para hacer frente al vencimiento del pago de intereses de enero.
El dólar al público terminó sin variantes a $1.480 en el Banco Nación. El Banco Central informó que en las entidades financieras el dólar minorista promedió $1.475,49 para la venta (baja de $1,27 o 0,1%) y $1.423,91 para la compra.
En tanto, un mercado pequeño y marginal pero que aún marca el pulso de la plaza, el del blue, recortó cinco pesos a $1.440, para mantenerse como el más barato que el oficial.
“Sigue el récord de emisiones de deuda hard dollar de empresas argentinas y de provincias tanto en el mercado local como en el exterior. Esos flujos le siguen dando liquidez a la plaza local, donde todavía no se ven señales de competencia por el fondeo que presione hacia arriba a las tasas. Esos dólares le están generando flujos positivos a esta categoría de fondos, pero también llevan a que se mantengan controladas las tasas de interés de corto plazo“, indicaron los expertos de MegaQM.
El economista Gustavo Ber afirmó que “el dólar mayorista no abandona su reciente estado de ‘planchado’ y así es que sigue merodeando los $1.450. Ni la ola de emisiones corporativas y provinciales de noviembre, que rápidamente parecería reactivarse en estos días, así como tampoco mayores habituales necesidades de pesos de comienzos de mes, están por el momento haciendo bajar a la divisa, posiblemente ya que las menores tasas en pesos vienen actuando como contrapeso”.

José María Segura, economista Jefe de PwC Argentina, expresó que “el resultado electoral abrió una ventana para el ingreso de divisas por el canal financiero. En principio, este flujo puede operar como puente hasta la llegada de la cosecha gruesa del próximo año, descomprimiendo necesidades de dólares transaccionales y permitiendo una acumulación de reservas más gradual que la que se hubiese requerido en un contexto de mayor incertidumbre y salida de dólares por el canal financiero”.
“En ese contexto, señales correctas en el plano político posibilitarían una menor prima de riesgo que no solo facilitaría el refinanciamiento del sector público, sino que también ampliaría el acceso del sector privado a financiamiento externo, reforzando un círculo virtuoso de más crédito, más inversión y una recuperación de la demanda de dinero que fortalezca la estabilidad”, acotó Segura.
Ignacio Morales, Chief Investments Officer de Wise Capital, comentó que “las reservas netas, según la metodología del Fondo Monetario Internacional, se obtienen descontando de las reservas brutas los pasivos en moneda extranjera con vencimiento inferior a un año. Con ese criterio, Argentina cerraría el año con un nivel cercano a los USD 17.000 millones negativos, lo que evidencia que, si debiera enfrentar todos esos compromisos en el corto plazo, los dólares disponibles no alcanzarían”.