El riesgo país se redujo más de 400 puntos desde las elecciones, pero sigue lejos del promedio de la región. (AP Foto/Matilde Campodónico, Archivo)

Después del triunfo del gobierno de Javier Milei en las elecciones legislativas, el riesgo país registró un desplome superior a los 400 puntos básicos desde los 1.100 preelectorales. Sin embargo, el nivel argentino se ubica por encima de los guarismos de la región y, en el ranking sudamericano, el país ocupa uno de los últimos lugares.

Tras tocar las 597 unidades en noviembre, un mínimo desde enero de 2025, el indicador elaborado por JP Morgan se situó nuevamente por encima de las 600, lo que complica la estrategia del equipo económico para volver a los mercados voluntarios de deuda y refinanciar los abultados pagos de deuda previstos para comienzos del año que viene.

El índice, actualmente en 648 puntos básicos, mide la probabilidad de que un país caiga en cesación de pagos con sus acreedores. Este dato muestra el grado de incertidumbre que afrontan los inversores al operar en ese mercado y surge de comparar el rendimiento de los bonos soberanos argentinos con el de los títulos del Tesoro de Estados Unidos, considerados libres de riesgo que rinden, aproximadamente, al 4%. Bajo los niveles actuales, Argentina debería emitir deuda a una tasa de más de 10% anual en dólares, un rendimiento que complicaría las finanzas públicas.

Para el Gobierno, este tema es relevante porque afronta vencimientos por USD 4.200 millones en enero y otros USD 4.200 millones en julio. Aunque el presidente y el ministro de Economía, Luis Caputo, anticiparon que utilizarán el swap estadounidense para avanzar con los pagos si no logran volver a endeudarse en el exterior con privados, una baja del riesgo país hacia los 300 o 400 puntos básicos facilitaría la posibilidad de renovar esos compromisos y evitar desembolsos en efectivo a los bonistas.

Ranking de riesgo país de América Latina

  1. Uruguay: 72 puntos básicos
  2. Chile: 95 puntos básicos
  3. Perú: 124 puntos básicos
  4. Paraguay: 125 puntos básicos
  5. Guatemala: 156 puntos básicos
  6. Costa Rica: 165 puntos básicos
  7. Panamá: 174 puntos básicos
  8. Brasil: 197 puntos básicos
  9. México: 227 puntos básicos
  10. Honduras: 250 puntos básicos
  11. Colombia: 276 puntos básicos
  12. El Salvador: 351 puntos básicos
  13. Ecuador: 521 puntos básicos
  14. Argentina: 648 puntos básicos
  15. Bolivia: 670 puntos básicos
  16. Venezuela: 11.222 puntos básicos

Argentina presenta un riesgo país de 648 puntos, una cifra elevada en comparación con la mayoría de las economías latinoamericanas y se posiciona a más de 550 unidades del primero de la lista. El promedio de América Latina es de 318 puntos y, en el ranking regional, se ubica entre los países con mayores niveles de riesgo, solo por debajo de Bolivia (670) y en una situación notoriamente inferior al resto de la región, salvo el caso extremo de Venezuela, cuyo indicador asciende a 11.222, ubicándose muy por encima del resto del continente.

En términos regionales, países como Uruguay (72), Chile (95) y Perú (124) exhiben índices considerablemente menores, lo que refleja condiciones de mayor estabilidad y menor percepción de riesgo para los inversores. Incluso economías con mayores desafíos estructurales, como Guatemala (156), Costa Rica (165) y Brasil (197), tienen niveles significativamente más bajos que Argentina.

Luego de la victoria oficialista en los comicios legislativos, se produjo un rally de colocación de deuda externa por parte de diferentes empresas. Este tipo de instrumentos, conocidos como obligaciones negociables, se colocaron a una tasa aproximada de 8,5%. Además, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) regresó a los mercados internacionales: tomó USD 600 millones a mediante la Serie 13 del Bono Tango a una tasa del 7,8%, lo que entusiasma al oficialismo nacional con obtener un rendimiento similar. Para lograrlo, el riesgo país debería descender a la zona de 400 puntos.

“Las tasas se están acomodando para poder hacer alguna operación por debajo del 9%. El problema parecen ser las garantías y el plazo, para un mercado que tiene muy frescos los problemas recientes de la deuda local. Los fundamentos parecen estar por arriba de las valuaciones, excepto en un aspecto, el nivel de reservas que no se ha logrado consolidar y que todavía no muestra una política clara de acumulación”, destacó un informe de MegaQM.

La importancia de acumular reservas

Bajo la perspectiva de los analistas, el apoyo de Estados Unidos “es muy fuerte para la deuda en circulación, pero enfrenta sus propias limitaciones políticas internas para garantizar nuevas emisiones; todavía queda un largo camino para terminar de recortar la brecha que se abrió en el año versus comparables de la región”.

En tal sentido, advirtieron que el freno a la baja del riesgo país “parece haberle puesto un piso más alto a las tasas reales en pesos. Este es otro de los motivos por los cuales cada vez es más importante lograr un regreso rápido al mercado de capitales para emitir deuda en dólares”.

Por otra parte, un informe reciente de Fundación Capital subrayó que “la clave de un esquema exitoso es la credibilidad” y, siguiendo esa línea argumental, expresó que “un mayor nivel de reservas internacionales podría limitar la incertidumbre y darle previsibilidad al esquema cambiario y monetario”.

“Con compras de divisas (por parte del Tesoro o el Banco Central) que permitan una acumulación constante, explicitada o no, podría incrementarse el ratio de reservas sobre el producto que hoy se encuentra muy por debajo de nuestros pares de la región (considerando las reservas brutas, que incluyen el swap con China no activado, apenas superan el 6%, mientras en otros países latinoamericanos se ubican por encima del 13%)”, concluyeron los economistas de la consultora sobre la importancia de atesorar divisas para avanzar hacia un escenario financiero más estable.