
Pumuckel, un ejemplar oriundo de Alemania, recibió el reconocimiento oficial de Guinness World Records como el caballo vivo más pequeño del mundo (macho). Con sólo 52,6 centímetros a la cruz, este equino captó la atención global no únicamente por su escaso tamaño, sino también por su simpatía y su labor como animal de terapia.
El récord de Pumuckel superó al de Bombel, de Polonia, que medía 56,7 centímetros. Esta diferencia de más de cuatro centímetros resalta la excepcionalidad de Pumuckel, cuya diminuta estatura no es resultado de una cría selectiva, sino una rareza de la naturaleza.
Según destacó Guinness World Records, recientemente participó en el programa alemán “Guinness World Records – Die Grosse Showder Weltrekorde”, donde asistió en la entrega de certificados y evidenció su calma frente a las cámaras.

La historia de este singular caballo comenzó en octubre de 2020, cuando Carola Weidemann, su actual dueña, decidió adoptarlo tras la recomendación de una amiga que buscaba caballos de terapia. “Conduje hasta allí, lo vi y me quedé completamente sorprendida. Nunca había visto un caballo tan pequeño”, señaló Carola Weidemann a Guinness World Records. En ese entonces, Pumuckel tenía cinco meses, medía apenas 47 centímetros y pesaba menos de 20 kilogramos.
Además de su registro, Pumuckel sobresale por su temperamento y su capacidad para conectar con las personas. Su dueña lo describe como un animal de naturaleza afable, especialmente afectuoso con los niños, y que disfruta de las caricias y mimos. “Tiene un carácter muy adorable. Es increíblemente bueno con los niños, le encanta que lo rasquen y lo abracen”, afirmó Weidemann.

La fama de Pumuckel no solo radica en su récord, sino también en su trabajo fundamental como animal de terapia. Realiza visitas periódicas a residencias de ancianos, hospicios, escuelas y centros para personas con discapacidad. Su presencia genera alegría y bienestar allí donde va. Luego de cada jornada, disfruta de zanahorias, manzanas y momentos de descanso en el campo junto a otros caballos.
Pumuckel colabora en actividades de la granja y posa con naturalidad para las cámaras, consciente del interés que genera. Incluso ha compartido espacios con otros animales, como gatos, que parecen reconocer su singularidad.

Guinness World Records subraya que, pese a su reducido tamaño, Pumuckel transmite seguridad y se adapta plenamente a cada entorno, disfrutando su papel central ante todas las miradas.