Efectivos de Prefectura Naval buscan a una gendarme que se tiró al río Parana en Rosario (Estación Plus)

Una tarde que había comenzado como un encuentro de esparcimiento en la isla La Invernada, frente a la costa norte de Rosario, se tornó en un escenario de angustia y alarma después de que Carmen Ojeda, una gendarme de 32 años, se arrojara al río Paraná y desapareciera.

La mujer participaba en una actividad recreativa junto a un grupo de amigos durante la tarde del jueves, cuando decidió ingresar al agua para nadar. Ojeda fue la única del grupo que no regresó a la superficie, generando alerta entre los presentes y desencadenando el pedido inmediato de auxilio.

De acuerdo con la información a la que pudo acceder el medio local Rosario3, de inmediato, dieron aviso a las autoridades y Prefectura Naval Argentina desplegó un importante operativo utilizando embarcaciones. Las tareas incluyeron rastrillajes sobre el curso del Paraná, incluso en condiciones de poca iluminación natural, manteniendo la búsqueda hasta que la falta de luz impidió continuar de manera segura.

La desaparición de Carmen Ojeda se inscribe en una seguidilla de episodios trágicos ocurridos durante actividades recreativas veraniegas en los cursos de agua de la región. El martes pasado un joven de 26 años falleció ahogado en el río Coronda, en cercanías de Puerto Gaboto, luego de arrojarse al agua en una reunión con amigos. El cuerpo fue hallado durante la noche de ese mismo día.

Además, sigue activa la búsqueda de Gustavo Fabián Ibarra, un policía retirado de 39 años que cayó al río tras un choque de embarcaciones el último fin de semana, frente a San Lorenzo, sin que hasta el momento existan novedades sobre su paradero.

La mujer estaba con un grupo de amigos cuando desapareció (Télam)

Encontraron el cuerpo de un adolescente en el río Paraná

A mediados del mes pasado, un adolescente de 15 años cayó al río Paraná mientras compartía un momento de ocio con amigos. Desde entonces, se desplegó una intensa búsqueda, que finalizó tres días después cuando encontraron su cuerpo.

El incidente ocurrió el 16 de octubre, alrededor de las 15, en un tramo donde la orilla suele ser frecuentada por pescadores y jóvenes del barrio. Según las primeras reconstrucciones, el grupo de amigos se subió a una canoa de uso habitual en la zona, utilizada por pescadores locales. Durante la travesía, uno de los adolescentes perdió el equilibrio y cayó al agua.

Sus compañeros intentaron ayudarlo sin éxito. La falta de aptitudes para la natación y la fuerza de la corriente complicaron toda posibilidad de rescate improvisado. Ante la desesperación, los presentes avisaron de inmediato a las autoridades.

La intervención de la Prefectura Naval Argentina fue rápida. Se desplegaron varias embarcaciones, con equipos preparados para rastrear desde la superficie y desplegar recursos adicionales según el avance de la búsqueda.

Con el correr de las horas, la Prefectura amplió el operativo. Embarcaciones con personal especializado patrullaban el perímetro, mientras se preparaba el trabajo de buzos tácticos para la jornada siguiente en caso de no encontrar al adolescente a la luz del día.

Tras un importante despliegue de embarcaciones y buzos tácticos, además del uso de equipamiento avanzado para tareas de rastreo subacuático, Prefectura Naval Argentina comunicó que encontraron el cadáver pasadas las 8.30 del 19 de octubre, en una zona cercana al Club Náutico, cerca de la toma de agua, a la altura de calle San Luis y la ribera del río.

Luego del descubrimiento del cuerpo, se activaron los protocolos correspondientes: el cuerpo fue retirado del agua y puesto a disposición del fiscal de turno del Ministerio Público de la Acusación. Las pericias a cargo de la Fiscalía permiten establecer las condiciones del fallecimiento y confirmar la identidad de la víctima.