
La construcción de una megaplanta de hidrógeno verde en Paysandú, que implica USD 6.000 millones de inversión, genera controversia entre Uruguay y Argentina por el lugar definitivo de su localización. La multinacional chilena Hif Global ha presentado modificaciones al proyecto original, pero no ha conformado a los habitantes de Entre Ríos, que advierten por un daño ambiental y turístico para la zona.
Los gobiernos de Javier Milei y Yamandú Orsi han mantenido conversaciones por este tema, de las que también han participado los gobernadores de la zona. Este miércoles, el ministro de Relaciones Exteriores argentino, Pablo Quirno, y varias autoridades del país estuvieron en la Cancillería uruguaya.
Aunque hay diferencias sobre la localización definitiva de la obra, los gobiernos coinciden en algo: no es posible reeditar un escenario similar al de 2005, cuando por la instalación de la planta de celulosa de Botnia (hoy UPM) hubo una fuerte tensión entre los países y los puentes internacionales estuvieron cortados.

Quirno estuvo acompañado por el gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, y por el intendente de Colón, José Luis Walser, entre otros funcionarios. El canciller uruguayo Mario Lubetkin fue acompañado por los ministros Edgardo Ortuño (Ambiente) y Fernanda Cardona (Industria) y por el intendente de Paysandú, Nicolás Olivera.
En el encuentro, Quirno expresó el “interés argentino de extremar los recaudos para evitar efectos perjudiciales sobre las actividades económicas preexistentes”, informó el comunicado oficial de la Cancillería uruguaya.
El gobierno uruguayo, en tanto, tomó “con atención” las observaciones que hicieron los jerarcas argentinos. “En especial, las relacionadas con la localización y la correspondiente ‘contaminación visual’, las que serán incorporadas en la actual fase de análisis de este emprendimiento en Uruguay”, dice el comunicado.

“A lo largo de este proceso de evaluación, se mantendrá un diálogo informativo fluido y transparente, tanto a nivel de las autoridades locales, como de las autoridades nacionales de ambos países, en el contexto de la óptima y fraternal relación existente entre Uruguay y Argentina”, cierra el texto de la Cancillería uruguaya.
El gobernador de Entre Ríos, en tanto, detalló en un comunicado que volvió a plantear su intención de que la planta sea relocalizada y destacó el diálogo con el gobierno de Yamandú Orsi.
A la salida de la reunión, Quirno dijo a la prensa que tanto Uruguay como Argentina “necesitan inversión para crecer”. “No hay absolutamente ninguna duda de eso. Tenemos que generar como países de la región y como países hermanos que somos las condiciones para inversiones en la región, que vayan a Argentina y a Uruguay. Esto no es uno u otro. Acá vamos transitando un camino juntos y eso es lo más importante”, señaló el funcionario de Milei en una rueda de prensa.

“Estamos desandando un camino. Entendemos la voluntad de la inversión privada. No estamos en contra de la inversión privada”, agregó.
Quirno dijo que buscarán “calmar” la situación entre los países: “Argentina y Uruguay no tienen que pasar por esa situación nunca más en la historia”.
Lubetkin, en tanto, ratificó que habrá un diálogo fluido entre los estados. “Nos hicieron una serie de reflexiones en relación a los términos técnicos del estudio ambiental, a los términos de desarrollo de nuestro tipo de acuerdo. Pero simplemente como propuesta, como reflexiones externas, y como preocupación. Naturalmente [se dio también] la reflexión sobre dónde está ubicada la propuesta que empieza a ser analizada ahora, que no es lo mismo”, aclaró Lubetkin.
Por su parte, Hif Global defiende que ya hubo una reformulación del proyecto original, que implicó la reducción de un 35% de la superficie de la planta e incrementó en un 70% el área de servidumbre ambiental. El proyecto incluye 260 hectáreas destinadas a la conservación de la biodiversidad y los ecosistemas.