El viceprimer ministro y ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Oscar Pérez-Oliva Fraga, habla en la Feria Internacional de La Habana este martes (EFE/Ernesto Mastrascusa)

El régimen de Cuba anunció este martes una serie de reformas económicas que suponen un cambio en su política tradicional, al permitir que empresas extranjeras importen combustible, contraten directamente a sus empleados y participen en el sector bancario.

Estas medidas tienen como objetivo abrir la economía a la inversión foránea en áreas clave, en un contexto de crisis económica persistente.

Uno de los cambios más relevantes es la autorización para que compañías extranjeras importen combustible de manera directa. Esta decisión representa una flexibilización significativa en el control estatal sobre los recursos energéticos, un sector históricamente restringido a la gestión gubernamental.

La medida pretende facilitar el acceso a insumos energéticos para empresas que operan en la isla, con el objetivo de dinamizar la actividad productiva y reducir los cuellos de botella que afectan a la economía local.

Oscar Pérez-Oliva Fraga dio detalles sobre los planes gubernamentales para la economía de la Isla (EFE/Ernesto Mastrascusa)

En paralelo, el régimen prometió que dará luz verde a la contratación directa de empleados por parte de empresas extranjeras. Hasta ahora, la normativa obligaba a estas compañías a gestionar la contratación de personal a través de agencias estatales, lo que limitaba su autonomía y capacidad de gestión.

Con la nueva disposición, las firmas foráneas podrán seleccionar y emplear a su personal sin intermediación estatal, lo que podría mejorar la eficiencia operativa y la competitividad en el mercado cubano.

Otra de las reformas anunciadas es la promoción de la participación de capital extranjero en el sector bancario. El régimen manifestó su intención de facilitar la entrada de inversión foránea en la banca nacional, un ámbito que hasta ahora permanecía bajo estricto control estatal.

Esta apertura busca atraer recursos financieros y tecnología, así como fortalecer la infraestructura bancaria del país, en línea con los esfuerzos por modernizar la economía y captar capital internacional.

La gente camina bajo una bandera cubana colgada en el centro de La Habana, Cuba (REUTERS/Alexandre Meneghini/Archivo)

El viceprimer ministro y ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Oscar Pérez-Oliva, fue el encargado de realizar estos anuncios en el marco de la Feria Internacional de La Habana.

El trasfondo de las reformas se encuentra en la compleja situación económica que atraviesa Cuba. La isla enfrenta una crisis caracterizada por la escasez de divisas, dificultades para acceder a insumos básicos y una caída en los niveles de producción.

En este contexto, el Ejecutivo opta por flexibilizar su modelo económico, tradicionalmente centralizado, con la esperanza de estimular la inversión extranjera y mejorar el acceso a recursos estratégicos como el combustible y el financiamiento.

El régimen no aclaró cuándo comenzarán a funcionar estos cambios que, según el mencionado Pérez-Oliva, entrarán en vigor a través de varios decretos.