
El Congreso de la Nación encara sus últimas jornadas con la composición actual y, aunque hay sectores de la oposición que buscan ir por última vez al recinto, es poco probable que suceda.
En la Cámara de Diputados hay sectores que empujaban una sesión para, entre otras cosas, definir los nombres que tienen que promoverse desde la Cámara Baja para los 3 lugares en la Auditoría General de la Nación (AGN). Las negociaciones llevan larga data y hay legisladores que buscaban asegurarse el debate porque con la cantidad de diputados actuales en la oposición tenían más chances que con la que tendrá a partir del próximo 10 de diciembre.
Sin embargo, y en medio de muchas conversaciones cruzadas, el PRO, que era fundamental para poder avanzar con el llamado al recinto, decidió retirarse de la conversación.
“Se les había hecho el ofrecimiento de ir al recinto y proponer a Emilio Monzó por los ‘sueltos’, Juan Ignacio Forlón por el PJ y Jorge Triaca por el PRO. En un principio les pareció interesante, pero luego se retiraron de la conversación”, explicó una fuente involucrada en las conversaciones.
La definición para hacer caer la sesión llegó desde la presidencia del partido amarillo. Varias fuentes consultadas explicaron que la salida de los legisladores del PRO tiene que ver con las negociaciones que se están llevando adelante entre su partido y La Libertad Avanza. “No podemos ir a pelearnos con los libertarios mientras se negocian otras cosas”, explicó un diputado.

Los que estaban más al tanto de las conversaciones creen que el que tomó la decisión de no pelear con el oficialismo -que también aspira a ocupar una de las sillas que en la AGN proponen los diputados- fue Mauricio Macri. “Macri se enteró de las conversaciones y bajó la orden de hacer caer la sesión”.
El interés de Macri tiene que ver con no abrir un frente de pelea con Karina Milei, quien ya había hecho saber que quería una silla para LLA y hasta propuso a Santiago Viola, el apoderado del partido libertario y hombre de confianza de la hermana del Presidente de la Nación. En el esquema que se negociaba, el pedido de la secretaria General de la Presidencia no estaba siendo tenido en cuenta.
En este esquema el más afectado de todos es Emilio Monzó, que el 3 de diciembre se despedirá de la Cámara y que, si aspira a ocupar ese cargo, deberá juntar voluntades desde afuera del Palacio Legislativo.
Pero no sólo los diputados no lograron avanzar en nombrar a los tres auditores que le corresponden a la Cámara baja. Hoy hubo nuevamente conversaciones entre el peronismo y el radicalismo en el Senado para ir mañana al recinto para, entre otras cosas, votar a los tres auditores que tiene que nombrar la Cámara alta.
El acuerdo en el que se venía trabajando entre José Mayans, presidente del bloque de Unión por la Patria, y Eduardo Vischi, su par del radicalismo, tenía como objetivo nombrar a Javier Fernández, quien fue auditor hasta marzo, y a Carlos Raúl Gutiérrez Ortiz, tributarista y asesor del bloque de UP. El radicalismo ya presentó la propuesta del ex senador Luis Naidenoff para ocupar la tercera silla en la AGN.
“Nos faltan tres radicales, no se quieren sentar y se van a quedar sin nada”, explicó un peronista que participó de algunas de las conversaciones.
Si no hay acuerdo, el Congreso cerrará el año parlamentario sin tener a los 6 representantes de la Auditoría General de la Nación, oficina que viene reclamando que el Parlamento defina a sus auditores para poder volver a funcionar.