“El accidente dejó dos personas fallecidas y varios heridos”, relató el padre Francisco “Paco” Olveira, cura en Opción por los Pobres en Libertad-Merlo, provincia de Buenos Aires, desde el hospital de General Pirán. Sus declaraciones en el programa de Georgina Barbarossa en Telefe dieron cuenta de su experiencia como pasajero en el micro de doble piso que volcó esta madrugada en la ruta 2, entre la Ciudad de Buenos Aires y Mar del Plata. Formaba parte del grupo de personas que viajaban para participar de una acto en el que también iba a estar el gobernador Axel Kicillof.
Según Olveira, el viaje transcurría “perfectamente” y el micro mantenía una velocidad normal: “Nadie sintió en ningún momento ninguna cosa rara hasta el momento del accidente”. El sacerdote explicó que, al tomar una curva, el vehículo “se salió de la ruta y volcó sobre una zanja que, gracias a Dios, estaba sin agua”. Sobre las causas, remarcó que “es muy pronto para hablar de eso” y descartó condiciones climáticas adversas: “No estaba lloviendo, no había hielo, no se vino un auto de enfrente”.
“En dos minutos estaban las ambulancias, estaban los bomberos… Un operativo que uno tiene que agradecer cuando tanto se habla mal de lo público. Lo público estuvo en dos minutos socorriéndonos”, destacó el padre Olveira, quien valoró la rápida respuesta de los servicios de emergencia. Contó que la mayoría de los pasajeros salió por sus propios medios o con ayuda de otros: “El ochenta por ciento salimos por nuestra cuenta o ayudados por otros, algunos más golpeados”. Calculó que cerca de un diez por ciento de los ocupantes “tiene heridas de distinta gravedad”, pero aclaró que, en su mayoría, “no muy graves”.
Acerca de las víctimas fatales, el sacerdote reconoció: “Parece que hay una o dos personas que fallecieron”. Discutió versiones sobre en qué parte del micro viajaban los fallecidos y narró: “Creo que más bien fueron las personas que estaban abajo, que habrán salido volando y el colectivo les aplastó. Es muy feo hablar de esto. Soy enfermero y le tomé el pulso a una mano que estaba debajo del colectivo, que esa mano estaba sin vida”.

Consultado sobre el uso de cinturón de seguridad, Olveira confesó: “No, no tenía. No, no teníamos cinturón”. Sin embargo, no pudo precisar si el micro disponía de ellos: “No lo sé. Ahora que usted me pregunta… no lo sé”. Además, negó que el vehículo estuviera en malas condiciones: “No íbamos en un colectivo escolar ni íbamos parados ni colgados”.
El grupo viajaba a un encuentro organizado por el Organismo Provincial de Integración Sociourbana, dedicado al trabajo en barrios populares. “Íbamos a un encuentro que se estuvo preparando con mucho cariño y con mucho esfuerzo, para tratar todas estas problemáticas”, señaló el cura. Detalló que integraban el contingente “personas de villas y asentamientos y también profesionales”.

En otro tramo de la entrevista, Olveira mencionó: “Había dos choferes, estoy casi seguro… era un viaje de cinco o seis horas, de Buenos Aires a Mar del Plata”. Respecto a la organización del viaje, indicó que no conocía detalles sobre la contratación del micro, aunque estimó que “cuando uno contrata algo, quiere que esté en condiciones”.
Sobre el estado de los accidentados, el sacerdote explicó: “Acá en el hospital de Pirán estamos diez; no todos los que están en buenas condiciones están acá”. E insistió: “Por lo menos las personas fallecidas y las personas que están graves” requieren atención prioritaria.
La charla concluyó con un pedido de prudencia: “Dejemos que la justicia haga lo que tenga que hacer y hoy preocupémonos por las personas que están fallecidas y las personas que están graves”.