
Luego de que la Fiscalía de Rosario considerara concluida la etapa de investigación por el crimen de Ivana Garcilazo, la hincha de Rosario Central asesinada de un piedrazo en la cabeza en 2023 en un contexto de violencia en el fútbol, comenzaron las audiencias previas al proceso judicial en el Centro de Justicia Penal de la ciudad.
Mientras los tres acusados siguen el proceso a través de videoconferencia desde los penales donde cumplen prisión preventiva, la querella representada por Marcos Cella cuestionó la presentación de la defensa de uno de los últimos capturados, Damián Reifenstuel. En este escrito, alegaron que el principal imputado padece psicosis.
Al respecto, Cella sostuvo que este síntoma nunca había sido manifestado por el acusado anteriormente: “Nunca había manifestado esa condición. Se fue a Bolivia, se cambió el nombre, dio clases engañando a alumnos y directivos. Nosotros creemos que nunca hubo una señal al respecto”. Y añadió: “Pasó de nunca usar lentes a tener problemas de la vista y después a tener psicosis. La preliminar ya debería estar por terminar y allí se debería poner la fecha del juicio, que calculo que podría hacerse a comienzos de 2026”.
Según los elementos presentados en la causa judicial, el 30 de septiembre de 2023, la mujer de 32 años circulaba en motocicleta junto a su pareja por la intersección de Ovidio Lagos y Montevideo, cuando recibió un impacto en el cráneo ocasionado por una piedra. Esto le provocó un traumatismo severo en el parietal derecho que la llevó a la muerte, según el dictamen pericial. La autopsia practicada tras el ataque confirmó esta secuencia, de acuerdo con el detalle aportado por Rosario3.

La investigación avanzó con la imputación de Reifenstuel, de 46 años; Ariel Matías Cabrera, de 44; y Juan José Massón, de 42, como coautores de homicidio simple agravado por la comisión de un delito en el contexto de un espectáculo deportivo, en concordancia con la calificación propuesta por el fiscal Lisandro Artacho. El funcionario remarcó su intención de solicitar penas de 30 años de prisión para los tres detenidos una vez que se avance hacia el juicio oral, según informó el mismo portal local. En tanto, Cella hizo foco en una condena aún más elevada de 33 años de cárcel para cada uno de los acusados.
La familia de Garcilazo consideró que existen elementos de prueba suficientes como para sustentar la acusación, incluidos los testimonios de más de quince personas que se hallaban en el lugar de la agresión y el análisis de imágenes de videovigilancia urbana, que posibilitaron reconstruir el trayecto de los presuntos autores tras el hecho.
La hermana de la víctima, Silvina Garcilazo, expresó conformidad con el avance del proceso y con la acusación del Ministerio Público de la Acusación (MPA) respecto de la responsabilidad de los imputados, quienes formaban parte de la parcialidad de Newell’s Old Boys.

Reifenstuel permaneció prófugo durante casi un año y medio bajo identidad cambiada en Samaipata, Bolivia. Lo atraparon en febrero de este año, luego de la difusión de una recompensa de 10 millones de pesos y de la intervención de un testigo de identidad reservada. En julio fue extraditado al país y trasladado a la cárcel de Piñero, donde permanece alojado bajo régimen de prisión preventiva. Los otros dos acusados se entregaron por iniciativa propia ante la autoridad apenas iniciada la investigación, aunque esto no modifica la figura de coautoría en el homicidio agravado, de acuerdo a la Fiscalía.
La audiencia preliminar reunió a todas las partes en la sala 8 del edificio judicial, con acceso restringido y sin presencia física de los imputados. La próxima sesión quedó fijada para este martes a las 13. La querella espera que el juicio oral y público se convoque entre marzo y abril del próximo año.