
Waldemar Bruderer, experimentado buceador suizo, estableció un récord mundial al descender 56 metros bajo el hielo del Lago Sils, en Plaun da Lej, cantón de los Grisones, . La hazaña, reconocida por Guinness World Records, fue realizada en modalidad de apnea, sin aletas ni traje de buceo, con el propósito de concienciar sobre el cambio climático y la urgencia de proteger los glaciares del planeta.
Bruderer relató a Guinness World Records que su motivación surgió del deseo de experimentar la naturaleza en estado puro. “Me cautiva la idea de sumergirme en la naturaleza y experimentarla en su forma más pura. Al reducir el equipo, siento una conexión más profunda con los elementos y puedo apreciar verdaderamente los majestuosos paisajes submarinos”, explicó el buceador.

La inmersión se realizó en condiciones de temperaturas entre -11℃ y 1℃ (12,2℉ – 33,8℉) durante febrero (invierno suizo), lo que incrementó el desafío físico y mental. Bruderer utilizó una línea guía para lograr la máxima profundidad en apnea, confiando únicamente en su entrenamiento y control respiratorio.
Compromiso ambiental: el deporte como mensaje urgente
El récord alcanza una dimensión ambiental clara. Bruderer remarcó ante Guinness World Records su preocupación por el retroceso de los glaciares suizos. “Viviendo en Suiza, soy testigo directo del impacto del cambio climático y del deshielo de los glaciares que caracterizan nuestro paisaje”, advirtió. Su proeza busca sensibilizar sobre la necesidad de proteger estos ecosistemas ante el riesgo de desaparición. La unión entre deporte extremo y activismo refuerza la urgencia de actuar frente a la crisis climática global.

Junto al logro de Bruderer, Guinness World Records informó sobre otro hito reciente en apnea: el croata Vitomir Maričić, miembro de Adriatic Freediving, batió en junio el récord de mayor tiempo en apnea estática masculina al permanecer 29 minutos y 3 segundos bajo el agua, superando la marca previa de 24 minutos y 37,36 segundos establecida en 2021 por Budimir Šobat.

La gesta de Bruderer, reconocida de forma oficial, sin aletas, sin traje de buceo y bajo condiciones extremas, busca inspirar a la sociedad a valorar los entornos naturales, subrayando la importancia de conservar los últimos glaciares todavía intactos.