El sentimiento positivo de analistas y agentes del mercado financiero se mantuvo en las últimas cuatro semanas, impulsando una marcada “pax cambiaria”, ya que todas las cotizaciones operaron por debajo del techo de las bandas de flotación sin intervención.
El estrés que sufrieron las reservas en septiembre y octubre pareció disiparse desde el lunes 27 de octubre, con un mercado de cambios que se estabilizó con mínima presencia oficial.
Lejos quedaron las cuantiosas ventas del BCRA (USD 1.110 millones entre el 17 y el 19 de septiembre), sucedidas por las intervenciones del Tesoro y complementadas con el rescate que efectuó el gobierno norteamericano, estimadas en unos USD 2.000 millones y USD 2.100 millones, respectivamente.
Los mercados financieros evidenciaron mayor tranquilidad, capitalizaron alzas extraordinarias de un 50% en dólares en un mes y también mejoraron sus pronósticos cambiarios tras el ingreso de divisas por emisiones de Obligaciones Negociables (ON) empresariales.
El Gobierno jugó una carta ganadora en noviembre al adelantar las negociaciones de un amplio acuerdo marco comercial con Estados Unidos favorecido por la relación entre los presidentes Javier Milei y Donald Trump y ahora se espera la “letra chica” para evaluar su alcance real.
Empresas y provincias aprovecharon el rally electoral para emitir deuda y reemplazar préstamos puente o deuda de mercado más cara (Max Capital)
Con un escenario opuesto al de septiembre, cuando la lista Fuerza Patria arrasó en las elecciones bonaerenses y se impuso por 14 puntos porcentuales a La Libertad Avanza, los analistas observan condiciones que fortalecerían la estabilidad del dólar en los próximos meses:
1) Factor político. El respaldo electoral al Gobierno sienta bases firmes y credibilidad para las medidas que puedan adoptar el Ministerio de Economía y el Banco Central en materia cambiaria, monetaria y de tasas de interés, dado que los funcionarios del equipo económico ratificaron la continuidad de las bandas que crecen en el extremo superior a un ritmo de 1% mensual.
2) Ingreso de divisas. Las emisiones de deuda corporativa y sub-soberana inyectaron aproximadamente USD 4.000 millones en noviembre, equivalentes al 10% de las reservas internacionales brutas.
3) Renovación de vencimientos. Las nuevas ON, con tasas cercanas a 8% anual, anticipan un probable retorno del Tesoro nacional a los mercados voluntarios de deuda internacional -requiere aún descontar unos 200 puntos básicos en el índice de riesgo país- por primera vez desde 2018. De concretarse en 2026, el Gobierno no enfrentaría urgencias para comprar reservas, sumando distensión al mercado.
4) Shock externo positivo. El contexto externo más favorable para los precios de la soja (subió 8% en el último mes) y el trigo (9%). Esta combinación genera shocks positivos por el lado del balance comercial y la cuenta financiera, brindando apoyo al peso.
Según un análisis de Max Capital, “Empresas y provincias han aprovechado el rally electoral para emitir deuda, en muchos casos para reemplazar préstamos puente o deuda de mercado más cara”.
Además, la firma destacó: “El contexto favorable para la moneda no se ha traducido en un ritmo más acelerado de compras de divisas, y el Gobierno sostiene que la meta de diciembre con el FMI incluía compras de dólares para afrontar pagos de deuda en enero, pagos que ahora se realizarán con financiamiento externo, por lo que la acumulación requerida no sería tan elevada”.
Max Capital agregó: “Todo indica que el Gobierno hará uso del swap de monedas con Estados Unidos para realizar los pagos, aunque aún resta algo de tiempo, durante las próximas dos semanas, para ejecutar una operación a comienzos de diciembre».
Si acompaña el superávit en la cuenta capital y financiera, podrán acumularse reservas (Franco)
Tras las elecciones, el Tesoro inició un proceso de recompra de divisas en forma directa al BCRA y en el mercado. Sin embargo, sus depósitos en cuentas del Central no aumentaron en esa magnitud debido al pago “cash” de vencimientos con organismos multilaterales de crédito.
El mercado atraviesa una fase de transición: el Tesoro pasó de vender a tímidamente comprar dólares, mientras se aflojan restricciones y vuelve a abrirse el financiamiento externo con emisiones corporativas y sub-soberanas.
En este contexto, la dinámica de tasas de interés, liquidez e índice de riesgo país comenzó a reacomodarse.
El mercado de futuros validó la continuidad del esquema de bandas de flotación cambiaria (Rava Bursátil)
Un informe de Invecq Consultora Económica: “En las últimas semanas se verificó un cambio sustantivo en la dinámica cambiaria. Tras las elecciones, el Tesoro pasó de vender cerca de USD 2.000 millones en octubre a recomprar divisas en noviembre: acumuló alrededor de USD 950 millones hasta el 14 de noviembre, destinados casi en su totalidad a cancelaciones con Organismos Internacionales (principalmente USD 796 millones al FMI), sin variaciones en los depósitos en dólares que se ubican en USD 111 millones”.
“Este movimiento coincide con la señal del BCRA -explicitada recientemente por su presidente- de que la capacidad de acumular reservas dependerá del proceso de remonetización y del eventual retorno del Tesoro al financiamiento en los mercados”, añadió Invecq.
IEB detalló en un informe a la prensa: “Dado que el Tesoro cuenta con superávit fiscal y el balance del Banco Central no supone déficit cuasifiscal, la cantidad de dinero está controlada por el Gobierno. La cuestión monetaria recae entonces enteramente en el comportamiento de la demanda de dinero”.
Juan Manuel Franco, economista Jefe del Grupo SBS, destacó: “Noviembre terminará con el mayor monto colocado en bonos corporativos/provinciales del mandato actual, superando los USD 4.000 millones y poniendo de manifiesto uno de los puntos sobre los que creemos habrá que prestar especial atención: la capacidad de acumular reservas netas por esta vía”.
La capacidad de acumular reservas dependerá del proceso de remonetización y del eventual retorno del Tesoro al financiamiento en los mercados (Invecq)
Franco agregó: “Aunque la balanza comercial devengada de bienes sigue en terreno superavitario -aunque notablemente menor al de 2024-, la cuenta corriente es deficitaria. Este rojo se encuentra en niveles manejables y, si acompaña el superávit en la cuenta capital y financiera, podrían acumularse reservas”.
El economista Gustavo Ber dijo: “El acuerdo comercial con Estados Unidos es bienvenido por los operadores ya que marca un nuevo avance en la integración mundial, mientras se esperan conocer los detalles en busca de poder evaluar los efectos en la ‘micro’, tanto a nivel sectorial como de empresas más beneficiadas por la expansión del comercio”.
Un análisis del IERAL de Fundación Mediterránea puntializó: “La contundente victoria oficialista reconfiguró el mapa político y bajó el riesgo percibido por el mercado. Hubo alivio cambiario, derrumbe de tasas y mejora de bonos, pero el desafío ahora es sostener la paz financiera mientras se avanza en reformas y en la acumulación de reservas”.
El aval del mercado al esquema de bandas de flotación vigente desde el 14 de abril también se cristalizó en los negocios de futuros y de los dólares financieros -con precios en baja y mínima brecha respecto del oficial-, alineados dentro de la proyección oficial.
La prioridad parece ser desinflar la economía acumulando reservas solo contra un aumento de la demanda de dinero (Geretto)
Rava Bursátil describió: “En el ámbito local, el mercado de futuros validó la continuidad del esquema de bandas de flotación cambiaria. Los contratos operados en Rofex muestran el valor del dólar por debajo del techo proyectado hasta mayo. En el corto plazo, el mercado permanece expectante a nuevas noticias sobre una eventual recompra de bonos cortos y, particularmente, a los próximos balances de los bancos”.
Roberto Geretto, economista de Adcap Grupo Financiero, concluyó: “Después de que el Gobierno ratificara las bandas, el dólar mayorista cerró la semana 7% por debajo del techo y los futuros ya cotizan dentro de la banda cambiaria. Así como ya ocurrió a lo largo del año, la prioridad parece ser desinflar la economía acumulando reservas solo contra un aumento de la demanda de dinero”.