La diseñadora y exprimera dama expresó su alegría ante el inicio de su hija como modelo (Instagram)

Aunque Juliana Awada suele manejar con absoluta discreción los detalles de su vida privada y la de su familia, hay momentos en los que una simple foto puede iluminar las redes y despertar curiosidad y ternura entre los seguidores. El foco está, una vez más, en Antonia Macri, la hija adolescente que tuvo junto al expresidente Mauricio Macri y que, a sus 14 años, comienza a dar pasos propios, sorprendiendo con su debut como modelo y llenando de orgullo a su mamá.

La noticia se instaló rápidamente: Antonia, que ya acapara la atención de la prensa y de miles de usuarios en redes desde muy pequeña, acaba de protagonizar su primera sesión de fotos fashion. Fiel a las tendencias que marcan la escena actual, la joven eligió un look urbano y canchero para su debut oficial. Denim como gran protagonista: posó con un conjunto oversize donde el jean dejó en claro su vigencia con pantalón amplio y buzo tipo hoodie a juego, ambos en el mismo tono, logrando un estilismo monocromático que es sinónimo de comodidad y actualidad. El pelo suelto, descontracturado, y las gafas negras XL le sumaron actitud y un aire adulto, que sorprendió a todos los que siguen su crecimiento desde hace años.

La producción fue obra de la fotógrafa Claudia Llanesa, que compartió el resultado en Instagram y encendió la reacción inmediata del público. Entre los mensajes destacados estuvo el de la propia Juliana , quien, lejos de las entrevistas y exposiciones, optó por dejar entrever su alegría y apoyo desde un lugar íntimo pero visible. “Te amo @antoniamacri”, escribió, síntesis perfecta de amor, orgullo y complicidad. Rápidamente, la publicación se llenó de elogios para el estilismo y el debut de la adolescente, que demostró seguridad y soltura ante la cámara, características propias de alguien que creció en el centro de la escena pero elige cuándo y cómo dejarse ver.

La joven debutó como modelo en una sesión de fotos que llenó de orgullo a su mamá

A pesar de celebrar este primer paso artístico, Awada mantiene el bajo perfil: no lo hizo desde su propia cuenta de Instagram, donde sólo de manera excepcional deja ver el rostro de Antonia. La protección sobre la vida personal y la construcción de una infancia lejos de la exposición indiscriminada fueron, desde el principio, una marca de la crianza de la hija menor del clan Macri.

Vale recordar que aquella elección por la privacidad no es nueva: en 2019, poco antes de dejar la Quinta de Olivos, Awada homenajeó el cierre de una etapa familiar con un álbum de fotos que reflejaba los años más importantes de Antonia en la residencia presidencial. En esa secuencia, protagonista absoluta era su hija: Antonia andando en monopatín, curioseando en el gallinero, jugando en la huerta, celebrando su cumpleaños de siete con sus amigos, disfrutando el parque y el lago, y en una última imagen de espaldas junto a su madre, despidiéndose de la que fue su casa durante la presidencia de Macri.

Cada fotografía era, en realidad, una postal del crecimiento y la intimidad de una niña que con solo cuatro años se mudó a la Quinta Presidencial y vivió allí la mitad de su vida. De ese entorno privado, Antonia ahora se anima, de a poco, a dar sus propios pasos en el mundo público, manteniendo el perfil que definió Juliana para su familia, pero sin perder espontaneidad ni ganas de explorar nuevos terrenos.

Una de las postales que Julia eligió para despedirse de su paso por la Quinta de Olivos (Instagram)

A la distancia, la joven adolescente suma seguidores y marcas que empiezan a fijarse en su estilo fresco, la naturalidad frente a la cámara y un carisma singular que hereda, en parte, de figuras fuertes como sus padres. Las primeras imágenes como modelo demuestran que, más allá del apellido, Antonia tiene voz y personalidad propias, y el respaldo amoroso de una familia que la acompaña en cada aventura.

Así, entre fotos, mensajes de apoyo y la emoción de la primera producción, Antonia escribió el prólogo de una historia personal que, como toda adolescencia, será de descubrimiento y crecimiento. En cada paso, y bajo la atenta mirada de Juliana Awada, la joven saborea sus primeras experiencias con el mundo de la moda, rodeada de cariño y lejos del ruido de la política que marcó los años de su infancia.