El hallazgo de una trampa para renos de 1.500 años en Aurlandsfjellet revela técnicas de caza de la Edad de Hierro en Noruega (University Museum of Bergen)

Hace algunos meses, un excursionista noruego llamado Helge Titland realizó un hallazgo trascendental mientras recorría las montañas del oeste de Noruega. En la meseta de Aurlandsfjellet, en el condado de Vestland, a unos 1400 metros sobre el nivel del mar, encontró varios grandes troncos cortados que sobresalían del hielo derretido. El descubrimiento resultó ser el primer indicio de una trampa para renos de 1.500 años de antigüedad, oculta hasta entonces por capas de nieve y hielo ininterrumpidas durante siglos.

Esta zona montañosa se destaca por su aislamiento y sus condiciones extremas, lo que permitió la conservación de restos orgánicos, pese al paso del tiempo y al clima riguroso. La ubicación remota y elevada, lejos de las rutas frecuentadas por el turismo de montaña, facilitó que este yacimiento pasara desapercibido hasta que el deshielo permitió su salida a la superficie.

Según informó el Ayuntamiento del condado de Vestland, “el año pasado, un excursionista llamado Helge Titland descubrió varios troncos cortados en la zona”.

Características y antigüedad de la instalación

El análisis realizado por expertos del Ayuntamiento del condado de Vestland y del Museo Universitario de Bergen confirmó que la instalación se remonta a la Edad del Hierro, concretamente a finales de la Edad del Hierro Temprana, entre el 500 a. C. y el 550 d. C. La trampa descubierta consiste en dos cercas hechas de troncos robustos, empleadas por cazadores para dirigir, atrapar y matar renos salvajes. Tal como afirma el arqueólogo del condado, Øystein Skår, “las estructuras en ruinas que descubrieron son las únicas instalaciones de captura masiva de madera jamás encontradas en el hielo de Noruega, y potencialmente de toda Europa”.

Este método de captura masiva, utilizando madera y estructuras prolongadas, resulta único. La estructura fue diseñada para garantizar la efectividad en la cacería, guiando a los renos con barreras hacia zonas donde los esperaban los cazadores, previendo el comportamiento de las manadas y maximizando el rendimiento de cada jornada.

Investigaciones y hallazgos recientes en el sitio

El sitio arqueológico, ubicado a 1.400 metros de altitud, permaneció oculto bajo el hielo hasta el reciente deshielo provocado por el cambio climático (University Museum of Bergen)

Tras el descubrimiento inicial, equipos de arqueólogos e investigadores realizaron exhaustivos trabajos de campo en la zona, documentando los restos de la trampa y recuperando artefactos que el deshielo dejó al descubierto. El sitio reveló un auténtico tesoro arqueológico: astas de reno, puntas de lanza de hierro, partes de arcos, flechas y diversos objetos de madera finamente elaborados. Entre ellos sobresalen un broche tallado en cornamenta y uno o más remos decorados, pieza inusual cuya presencia en esta altitud sigue sin una explicación clara.

El hallazgo de este “alijo de suministros” indica que los cazadores acumulaban herramientas y armas en el lugar, tal vez preparándose para campañas sostenidas de captura.

Los investigadores creen que una abrupta bajada de temperaturas en el siglo VI pudo provocar el abandono de la trampa, quedando sepultada bajo nuevas capas de nieve y hielo, lo cual explica el excelente estado de algunos de los materiales recuperados. Como relata Leif Inge Åstveit, arqueólogo del Museo Universitario de Bergen, “la trampa se construyó a finales de la Edad del Hierro Temprana, que duró aproximadamente desde el 500 a. C. hasta el 550 d. C.” .

Importancia histórica y social de la caza de renos en la Edad de Hierro

Arqueólogos recuperaron astas, puntas de lanza, arcos, flechas y objetos de madera finamente elaborados en la trampa para renos de Noruega (University Museum of Bergen)

Los registros arqueológicos y las declaraciones de expertos subrayan el papel central que la caza de renos jugó en las sociedades noruegas de la Edad de Hierro. La estructura de la trampa, su sofisticación y el esfuerzo colectivo que implicaba su construcción sugieren que la caza era una pieza clave en la economía local, posiblemente asociada al abastecimiento de carne, pieles y astas, productos de considerable valor. Al respecto, Åstveit ha explicado que la trampa “da una idea de la importancia que la caza de renos pudo haber tenido en un contexto social más amplio durante la Edad del Hierro Temprana”.

Sobre la funcionalidad social y la riqueza de las comunidades, remarcó: “ahora sospechamos que la caza de renos salvajes desempeñó un papel aún más importante de lo que se creía anteriormente”. La explotación de los recursos naturales, y en particular la caza especializada de renos, pudo haber sido un motor de desarrollo local, reflejado en la complejidad de estas instalaciones.

Hallazgos arqueológicos comparables en Noruega

Nuevos descubrimientos, como flechas y palos espantosos, amplían el conocimiento sobre las estrategias de caza prehistóricas en Noruega (University Museum of Bergen)

El descubrimiento en Aurlandsfjellet se incorpora a una serie de hallazgos recientes que ofrecen una visión cada vez más completa de las estrategias de caza en la prehistoria noruega.

En 2022, arqueólogos identificaron flechas de 1700 años de antigüedad cerca de puestos de caza de piedra, donde los cazadores se ocultaban a la espera de los ciervos.

En 2023, expertos desenterraron una colección de “palos espantosos” de 1.500 años de antigüedad —postes de madera rematados con pequeñas banderas— que los cazadores clavaban en la nieve formando filas; “los renos se asustaban con las banderas, por lo que huían de la fila y se dirigían hacia los arqueros que los esperaban”. Estos ejemplos muestran la creatividad y la adaptación tecnológica de las poblaciones antiguas frente a la naturaleza del entorno noruego.

La trampa masiva de madera hallada, por su escala y confección, amplía el registro de métodos empleados para la caza en zonas de alta montaña.

Conservación y desafíos actuales respecto a los artefactos encontrados

De acuerdo con el hielo y la nieve retroceden por el cambio climático, el panorama para la conservación de los materiales hallados es incierto. Actualmente, todos los artefactos recuperados se almacenan en un congelador especial del Museo Universitario de Bergen, donde se realiza una lenta desecación. “Skår espera que los objetos conservados se exhiban en el museo en el futuro. Añade que el deshielo pone en riesgo otros objetos. Como advierte Skår, “uno de los desafíos actuales es que los objetos corren el riesgo de desaparecer a medida que la gente los recoge” y advierte que “una vez que el hielo se derrita por completo, cualquier material de madera se descompondrá rápidamente”.

La gestión y protección del sitio, junto con el tratamiento cuidadoso de los artefactos, se ha convertido en prioridad para las autoridades y especialistas noruegos. Está previsto que, una vez restaurados y catalogados, los principales hallazgos puedan exhibirse en el museo, promoviendo su estudio científico y su difusión pública.