Argentina necesita un riesgo país en torno a 400 puntos básicos para volver a los mercados de deuda. (AP Photo/Richard Drew)

La gran recuperación de los bonos argentinos luego del resultado de las elecciones legislativas dejó al Gobierno muy cerca de algo que no sucede desde 2018: el regreso del país al financiamiento voluntario de los mercados. Con el riesgo país en zona de 600 puntos básicos, falta muy poco, pero todavía resta un escalón que no luce del todo fácil de superar.

El propio Javier Milei reconoció que la expectativa es refinanciar al menos parte de la deuda que vence con colocaciones de nuevos títulos. Sin embargo, también reconoció que no hay una fecha precisa para alcanzar ese objetivo. “La verdad es que no podemos saber cuándo se nos abrirán los mercados”, explicó el presidente.

La colocación del Bono Tango por parte del Gobierno porteño también acercó como nunca esta posibilidad. El distrito consiguió USD 600 millones, pero se registraron ofertas por USD 1.700 millones, quedando mucha demanda insatisfecha. El rendimiento del nuevo título, cuya duración promedio es de 7 años, fue de 8,1% anual en dólares.

Pero, aún con la suba de las últimas semanas, los bonos argentinos siguen algo lejos de estos niveles. Los rendimientos se mantienen en un rango de 10% a 11% anual en dólares, lo que resulta muy caro para salir a buscar financiamiento fresco. Por eso, el objetivo es que el riesgo país se acerque a la zona de 400 puntos básicos para salir a tasas más razonables y sostenibles en el tiempo.

El objetivo de máxima es la reapertura del mercado para colocaciones de deuda antes de fin de año. De esta forma sería posible conseguir fondos de los inversores para enfrentar el pago de deuda que vence el 9 de enero. En esa fecha hay que hacer frente a vencimientos de capital e intereses de bonos por USD 4.300 millones y, de ese total, USD 3.600 millones están en manos de tenedores privados.

Turbulencias en Wall Street

El escollo que se presenta ahora es la incipiente turbulencia que empezó a afectar a Wall Street. Ayer, incluso, los principales índices abrieron con fuertes subas pero promediando la rueda una ola de ventas los puso una vez más en terreno negativo.

El mal clima de los mercados internacionales obstaculiza la baja del riesgo país argentino. (AP Photo/Richard Drew)

El índice Nasdaq, que agrupa a las acciones tecnológicas, ya acumula en el último mes una caída cercana al 4%. Y los otros índices también están negativos, aunque con mermas algo menores.

Grandes bancos de inversión salieron a alertar sobre valuaciones demasiado altas en los mercados, especialmente en empresas cuyo principal negocio es la Inteligencia Artificial. JP Morgan y Goldman Sachs fueron algunos de los que salieron a advertir sobre el riesgo de una caída significativa en las cotizaciones.

Las dudas respecto a la evolución del mercado en Wall Street afecta a los activos argentinos, tanto a bonos como a acciones. Esto sucede porque aumenta la aversión al riesgo de los inversores, que prefieren refugiarse en activos de poca volatilidad. La caída del Bitcoin por debajo de los USD 90.000 también es consecuencia, al menos parcialmente, de este clima de mal humor del mercado.

Otras alternativas

En este contexto, no luce sencillo que el rendimiento de los bonos argentinos siga comprimiendo como lo hizo el último mes. Si no ocurre, entonces el Gobierno tendrá que buscar planes alternativos para conseguir fondos frescos y hacer frente a los próximos vencimientos.

La opción más viable por estas horas es acordar un préstamo sindicado con un grupo de bancos internacionales. En lo que va del 2025, el ministro de Economía, Luis Caputo, logró cerrar dos préstamos por alrededor de USD 3.000 millones. Luce factible avanzar por montos parecidos para evitar en lo posible el uso de reservas para hacer frente a los vencimientos, lo que afectaría el balance del Banco Central.

Además, antes de fin de mes vencen unos USD 1.000 millones con el FMI que seguramente impactarán en ese stock de reservas brutas, que podrían bajar de los USD 40.000 millones.

La situación de los mercados complica además el cumplimiento de la exigencia del Fondo en relación al nivel de reservas netas, teniendo en cuenta que el BCRA debería acumular no menos de USD 7.500 millones para alcanzar ese objetivo.